Usted ha sido llamado a cumplir un propósito y un destino, pero una fortaleza puede detenerlo y hacer que aborte el propósito de Dios para su vida. Su mente no le permitirá abrirse al propósito de Dios, pero cuando comienza a verse tal como Dios lo llamó a ser, entrará en el destino que Dios tiene para usted.
La mentalidad de una familia es heredada por los hijos, y en ellos esa mentalidad se desarrolla casi por completo, aproximadamente a los siete años.
Cada pensamiento tiene un ciclo; eso significa que tiene un principio y un fin.
Los ciclos pueden ser renovados o cancelados. Si usted no termina un ciclo negativo, éste hará lo que estaba destinado a hacer. Cuando un ciclo no es cancelado o terminado, hará que la gente experimente el mismo patrón de pensamiento repetidamente.
Si el viejo ciclo de pensamientos no es cancelado, se repetirá y evitará que un nuevo ciclo comience.
¿Existe alguna situación o problema que continuamente está ocurriendo en su vida? ¿Hay un área donde persiste la misma situación?
¿Repite las mismas situaciones con diversas personas en lugares diferentes? La repetición de un ciclo representa la falta de cambio en usted.
¿Cómo vienen los pensamientos?
Un pensamiento es una palabra no hablada que se activa en el momento que hablamos.
Los pensamientos vienen por medio del poder de la sugestión. El enemigo comienza a sugerirle cosas a través de varios métodos, usualmente esperando por el momento de mayor debilidad en nuestra vida para hacerlo. No vendrá cuando usted esté orando, ayunando.
Cuando el enemigo envía una sugerencia, tenemos la opción de aceptarla o ignorarla.
El desarrollo de un pensamiento
El desarrollo de un pensamiento depende de nosotros. Por tanto, cuando viene la sugerencia, tenemos varias opciones de dónde escoger:
1.
Cultivar el
pensamiento. 2. Entretener
el pensamiento.
3. Meditar en el pensamiento. 4. Cooperar con la Palabra. Retener
la Palabra.
Si sólo vamos a la iglesia una vez al mes y
no tenemos una vida de oración, cuando el pensamiento (o la sugerencia) viene
estaremos débiles. Necesitamos estar fuertes para poder pararnos firmes en la
Palabra de Dios y no rendirnos a la sugerencia del enemigo.Cree una atmósfera en la cual constantemente piense en Dios.
Sal 1:2 Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche.
El trabajo de Satanás es sembrar una semilla en nuestra mente; luego deja el resto en nuestras manos. Cuando Satanás le sugirió a Jesús convertir la piedra en pan, Jesús usó la Palabra para mantenerse firme.
Mat 4:2 Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. Mat 4:3 Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, dí que estas piedras se conviertan en pan.
Mat 4:4 El respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.(B)
Necesitamos poner la Palabra en nuestro espíritu. No hay tiempo ni lugar para entretener un pensamiento; cuando éste viene, debemos echarlo fuera inmediatamente. Debemos parar el pensamiento y evitar que entre en la atmósfera de nuestra vida.
“Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió”. Hebreos 10:23
Cuando la sugestión viene, debemos apropiarnos de nuestra confesión. Cuando un pensamiento entra en cualquier área de nuestra vida, nos apropiamos de nuestra confesión y lo resistimos. Los pensamientos vienen cuando alguien los habla. Por tanto, debemos responder declarando la Palabra (como lo hizo Jesús). Si desconocemos la Palabra, no tenemos nada con qué pelear.
La mente: la razón versus la verdad
Un argumento se lleva a cabo en la mente porque es ahí donde Satanás lo pone. No es suficiente decir que estamos en desacuerdo. ¡Debemos pelear! Los pensamientos necesitan un lugar donde desarrollarse. Cuando un pensamiento es plantado en nuestra mente, comienza a desarrollarse una mentalidad.
Una mentalidad es un patrón de pensamientos establecidos; es allí donde se forman los hábitos. La mentalidad atrae espíritus y personas con igual mentalidad, porque los unos se atraen a los otros.
Cuando la mentalidad es establecida, entra al corazón, y el próximo paso es una fortaleza.
La meta máxima del enemigo es regresarnos al lugar de donde salimos.
La mente: argumentos y razonamientos Nuestra mente está llena de argumentos y razonamientos —un argumento comienza con una discusión—. La mayoría de los creyentes nunca argumenta con el enemigo.
El enemigo trata de envenenar nuestra mente y nunca le peleamos o cuestionamos. Muchas personas que ya no están en la iglesia, han regresado al mundo debido a un pensamiento. Si nunca revocamos ni argumentamos un pensamiento, el pensamiento se desarrollará en algo más.
Todos los argumentos se basan en la razón, y la razón viene del árbol del bien y del mal. El razonamiento se basa en el conocimiento caído —el conocimiento que Adán buscaba cuando eligió desobedecer a Dios—.
Cuando lidiamos con argumentos, debemos aferrarnos a nuestra confesión de fe.
Co 10:5 derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo,
Derribando: G2507 καθαιρέω = kadsairéo de G2596 y G138 (incluído su alternado); rebajar (o con violencia) demoler (literalmente o figurativamente): bajar, destruir, quitar.
La razón se basa en hechos. Los pensamientos parecen buenos porque se componen de hechos. La verdad es una realidad más alta. Los hechos pueden cambiar, pero la verdad nunca cambia.
La verdad permanece antes, en medio, y después de los hechos, y las circunstancias están arraigadas en la razón. Por tanto, cuando se efectúa una pelea, ésta es entre la razón y la verdad.
Toda imposibilidad está dentro de la razón, la cual tiene la tendencia de limitar a Dios, pero Dios no tiene límites. Somos hijos del Dios viviente y está en nosotros cambiar los hechos.
Cuando somos libres de las fortalezas, nuestra mente queda vacía y necesita ser llenada con la Palabra.
2 Corintios 10:3,4 3 Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; 4- porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas,
2 Corintios 10:4 4(1) Puesto que la guerra espiritual no se pelea contra carne, o sea, hombres, sino contra fuerzas espirituales (Efe_6:12), las armas no deben ser carnales sino espirituales. Tales armas son poderosas para derribar las fortalezas del enemigo.
4(2) Es decir, poderosas a los ojos de Dios, o sea, divinamente poderosas; por lo tanto, sumamente poderosas.
Fortaleza : G3794 ὀχύρωμα = ojúroma de un derivado remoto de G2192 (significa fortificar, mediante la idea de sostener con seguridad); castillo (figurativamente argumento) : fortaleza.
Libertad en el arrepentimiento
Cuando entendemos que un pensamiento no viene de Dios debemos arrepentirnos.
Todo pensamiento del cual no nos arrepentimos, produce una mentalidad cerrada.
El diablo opera en secreto, por eso, cuando le decimos a otra persona lo que él está haciendo, pierde poder. Debemos decirle a alguien cuando estamos batallando con pensamientos que contradicen la Palabra de Dios, para que esa persona nos ayude a pelear y a derrotarlos.
La fortaleza más fuerte que puede operar en una persona es el temor.
Job 3:25 Porque el temor que me espantaba me ha venido, Y me ha acontecido lo que yo temía.
El temor es creencia, y lo que uno cree recibe. Porque Creer es una ley.
Job 3:26 No he tenido paz, no me aseguré, ni estuve reposado; No obstante, me vino turbación.
No me asegure uno tiene que asegurarse de la Verdad de la Palabra de Dios para estar reposado, como lo estuvo el señor Jesucristo cuando fue tentado, y responder con la Palabra.
Ahora mismo, admita delante de Dios si usted le dio permiso al enemigo para establecer pensamientos en su mente, y pídale perdón a Dios. Si quiere evitar que los pensamientos y sugerencias de Satanás entren a su mente y vida, repita escrito esta, escrito esta.
2Ti 3:16 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 2Ti 3:17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.
Jer
15:16 Fueron
halladas tus palabras, y yo las comí; y tu palabra me fue por gozo y por
alegría de mi corazón; porque tu nombre se invocó sobre mí, oh Jehová Dios de
los ejércitos.
H398 = Comi:
hebreo
אָכַל akál
raíz primaria; comer (literalmente o figurativamente): abrasador, alimentar, banquetear, carcoma, comedor, hacer
comer, dar comida, consumidor, consumir, destruir, devorador, devorar,
disfrutar, mantener, roer, sustentar.
Estimar la
Palabra de Dios mas que nuestra comida, comer, devorar, este sustento para
nuestra alma, poner esta Palabra en el Corazón y creerla como lo hizo nuestro
señor Jesucristo, el cual es nuestro ejemplo y en quien tenemos que poner lo
ojos en El, el autor y consumador de fe.
Jca.
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