Introducidos en Su presencia
En la presencia de Dios no estés con los brazos
cruzados. Celebra Su presencia y aprende a recibir de Él. Responde a Su
presencia. No contristes al Espíritu Santo.
Cuando te mueves en la gloria de Dios, sólo cuentas
con dos cosas: la guía del Espíritu Santo y la palabra rjéma.
No hay patrón específico ni estructura existente para guiarte.
Atrae Su presencia con tu adoración y hambre de Él.
Nadie debería decirte cómo adorar, ni instruirte para levantar tus manos o
poner palabras en tu boca. Es como decirle a un esposo que tiene que decirle a
su esposa que la ama.
Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo,
santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria. -Isaías
6:3
¿No es esto de Jehová de los ejércitos? Los
pueblos, pues, trabajarán para el fuego, y las naciones se fatigarán en vano. -Habacuc
2:13
Las tres dimensiones de lo Sobrenatural
No podemos entender la gloria si no entendemos
primero la fe y la unción. La batalla que los predicadores siempre tenemos es
introducir a la gente en la presencia de Dios. Ya en la presencia no hay
batalla. Ya estamos rendidos.
La Fe
1. HEBREOS 11:1
1Es, pues, la fe la certeza
de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.
La fe es un acto voluntario basado en
nuestro conocimiento o convicción, es la aceptación de la información recibida
de la Palabra de Dios.
Es la entrada legal a lo invisible o al ámbito
sobrenatural. Es la llave para operar y trabajar en el ámbito eterno. Es la
habilidad del creyente para creer algo que no es razonable.
La fe es AHORA y requiere una revelación presente.
Usted no puede tener una fe presente sin una revelación presente. Hoy no vemos
milagros en la iglesia porque los milagros ocurren en el AHORA, no ayer. La
mayoría de las decisiones que tomamos están basadas en el tiempo, no en la fe.
Si no es ahora, no es fe. La fe es un requisito previo para entrar en la
gloria. Mucha gente quiere entrar en la gloria pero ni siquiera sabe qué es la
fe. En esencia, es la sustancia del mundo espiritual.
Oyéndolo Jesús, dijo: Esta enfermedad no
es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea
glorificado por ella. -Juan 11:4
Cada uno de nosotros ha recibido una medida de fe.
Primero debes creer para luego ver la gloria de Dios. Entrar en Su gloria es
una recompensa por tu fe; es Su más alto galardón. La fe es sobrenatural, pero
nosotros la hemos reducido a algo natural. La hemos reducido a mensajes
optimistas y motivacionales. Pero cuando predicas de la fe, los milagros más
asombrosos suceden porque es AHORA, desde una revelación presente.
2. La Unción
La unción es un aspecto del poder sobrenatural de
Dios que nos llena de poder para cumplir el propósito y llamado aquí en la
tierra. Es uno de los aspectos de Su poder operando a través de nosotros. Cada
uno de nosotros ha recibido por medida. Nos necesitamos unos a otros porque
tenemos las medidas que otros no tienen, y viceversa.
Pero a cada uno de nosotros fue dada la
gracia conforme a la medida del don de Cristo. -Efesios 4:7
No lo tenemos todo en nosotros; nos necesitamos
unos a otros. La unción es el poder de Dios trabajando a través de ti. Es el
sello en tu espíritu para experimentar la gloria.
En
él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de
vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu
Santo de la promesa. -Efesios 1:13
La unción nos fue dada para la tierra. En el cielo
no hay ciegos, sordos ni enfermos. No hay quebrantados de corazón ni oprimidos.
En el cielo no se necesita la unción; es para la tierra. No es para tu orgullo
o fama. Dios quiere desatar Su unción sobre gente humilde que ame al pueblo. Esta es su voluntad que privilegio y honor
llevarla acabo.
El
Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas
nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a
pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a
los oprimidos. -Lucas 4:18
Dios nos da unción porque todos hemos caído de la
gloria de Dios. El hombre estaba bajo la gloria, no la unción, antes del pecado
y entonces Dios nos dio la unción.
Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la
gloria de Dios. -Romanos 3:23
3. La Gloria
La gloria de Dios es la presencia manifestada de
Dios mismo. Es el ámbito de la eternidad. Es la eternidad revelada, sin límites
o restricciones. Es la atmósfera de Dios mismo. Cada manifestación es de la
naturaleza y carácter de Dios mismo. No es Suponer operando a través de
nosotros, sino que es Dios mismo haciendo Sus obras.
Hemos limitado a Dios porque pensamos que Él tiene
que hacer Su trabajo a través del ser humano. Si bien esto es verdad en la
unción y en la fe, en Su gloria Él trabaja por Su propia iniciativa. Está más
allá de la fe y la unción. Es Dios mismo, en todos Sus
atributos y majestad.
Cuando Dios hace un milagro en ti sin que tengas la
fe para creerlo o la unción para manifestarlo, es Dios mismo tocándote
directamente. Yo he estado en reuniones donde, sin yo siquiera tocar a nadie,
han sucedido milagros tras milagros. No tenía nada que ver con mi fe, unción o
dones, sino con la gloria de Dios.
Fe, unción, y gloria…
La fe no es la unción; la unción no es la gloria; y
la gloria no es la fe.
1. La fe pone demanda sobre la unción de un hombre.
Cuando se ejerce fe, esto atrae la unción y jala
del manto. La fe y la unción trabajan juntas. Cuando vas a un servicio, jala
del manto del hombre de Dios. Ha habido momentos en que he querido terminar un
servicio pero no pude porque la gente estaba jalando del manto. Su fe me estaba
jalando.
Si viniste atormentado, ¡jala! Hay una unción para milagros en el
manto de este ministerio; ¡pon demanda en la unción! Muchos de ustedes pararon
de recibir de sus pastores porque se familiarizaron con sus mantos y dejaron de
jalar.
¡Comienza a jalar la transformación y los
cambios! Dios te ha sellado y te ha marcado para tener una experiencia con la
gloria!
2. La Gloria de Dios pone la demanda en Dios mismo.
¿Quieres una porción de Dios o a Dios mismo? En la
unción el hombre es visto. Desafortunadamente, la gente mira al hombre como el
que tiene la gran unción pero cuando Dios usa la humanidad la gente se equivoca
y comienza a idolatrar al hombre.
¡En la gloria, Dios demanda que lo
miremos a Él! Mucha
gente sabe cómo extender la mano al manto pero no sabe cómo recibir
directamente de Dios. No pongas a Dios en una caja. Por la fe, toma lo que es
tuyo directamente de Dios. Dios quiere introducirte en la gloria Él mismo hoy.
Unción vs. gloria
- La
unción nos fue dada para sanar al enfermo, en la gloria de Dios, la
enfermedad es ilegal. Hay una inmunidad sobrenatural dada en la presencia
de Dios. Estamos adictos a la unción del hombre. Sí, la unción es de Dios
pero puedes salir de allí e ir directamente a Él.
- En
la unción, Cristo es el sanador, por su llaga fuimos curados. En la
gloria, Él Dios es nuestro creador. ¡Lo necesitamos como ambos!
- En
la unción, trabajamos. En la gloria, descansamos.
- La
unción fue dada para cortarle la cabeza a los gigantes. En la gloria, los
gigantes no entran.
Dios quiere llevarte de gloria en gloria. Si te
falta un órgano, hueso, carne o cabello en algún lugar de tu cuerpo, la gloria
de Dios viene sobre ti ¡ahora! Si tienes un miembro más corto que el otro,
recibe tu milagro ¡ahora! Todo problema mental en tu vida o en la vida de tus
hijos, ahora mismo se arregla en el nombre de Jesucristo dando gracias a Dios
Padre por medio de el colos. 3:17
¿Cómo hacemos la transición de la unción a la
gloria?
El mayor nivel de fe que puedes tener es dejar que
Dios sea Dios.
La gente quiere controlar todo en el servicio y
Dios no puede ser Dios en esas condiciones. Déjalo hacer lo que Él quiera hacer
en tu vida y en la vida de tu iglesia.
Es el mayor nivel de fe que puedes tener. Dios ha
querido llevarte a un nuevo nivel por mucho tiempo pero no tienes el hambre
para eso. La razón por la que Dios me llevó a esta nueva dimensión fue mi
hambre por Su presencia y la gloria de Dios.
A mí no me preocupa lo que la gente
piense de mí; yo estoy hambriento y sediento de Dios. Yo estoy cansado de los
predicadores que tienen un gran ego que quieren el centro de la atención. ¡Dios
quiere ser visto!
Muchos pastores no saben lo que es entrar en la
presencia de Dios. Pastor, ¿cuándo fue la última vez que lloraste en Su
presencia? ¿Cuándo fue la última vez que fuiste quebrantado? ¡Has endurecido tu
corazón! Deja que Dios penetre en ti. ¡Abre tu boca y clama a Él otra vez!
JEREMIAS 29:11-13 11Porque yo sé los
pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y
no de mal, para daros el fin que esperáis. 12Entonces me invocaréis,
y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré; 13y me buscaréis y me
hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón.
La gente que atraviesa crisis hoy es la gente que
no hizo la transición cuando Dios lo quería. Ahora mismo, toma la decisión de
soltar y dejar que Dios sea Dios.
Jeremias 33:3
Clama
a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no
conoces
Toma la decisión de darle a Dios Su lugar. ¡Deja
que Él sea visto! Si tienes que llorar o clamar como un loco, ¡hazlo! Humíllate
otra vez ante Dios y búscalo hasta que ya no seas el mismo. Dios quiere desatar
Su gloria. Jesús predicó el reino, el poder y la gloria.
Salmos
34:1-10 1 Bendeciré a Jehová en todo tiempo;
Su alabanza estará de continuo en mi boca.
2 En Jehová se gloriará mi alma;
Lo oirán los mansos, y se alegrarán.
3 Engrandeced a Jehová conmigo,
Y exaltemos a una su nombre.
4 Busqué a Jehová,
y él me oyó,
Y me libró de todos mis temores.
5 Los que miraron a él fueron alumbrados,
Y sus rostros no fueron avergonzados.
6 Este pobre clamó, y le oyó Jehová,
Y lo libró de todas sus angustias.
7 El ángel de Jehová acampa alrededor de
los que le temen,
Y los defiende.
8 Gustad, y ved que es bueno Jehová;
Dichoso el hombre que confía en él.
9 Temed a Jehová, vosotros sus santos,
Pues nada falta a los que le temen.
10 Los leoncillos necesitan, y tienen
hambre;
Pero
los que buscan a Jehová no tendrán falta de ningún bien.
La gloria es el movimiento de Dios. ¿Dónde te
estancaste? ¿A qué te has conformado? Necesitas tener hambre y sed de Dios otra
vez. Necesitas la pasión por las cosas nuevas que Dios tiene si estás dispuesto
a tomar la decisión. ¿Quieres el don del hombre o Su presencia?
Si queremos lo de Dios y lo buzcamos a El de todo
nuestro corazón y confiamos en El no tendremos falta de ningún bien, es tanto
lo que Dios nos ha dado, nos da y nos dio en Cristo que nos puso y nos bendijo en
los lugares celestiales:
por esto
podemos decir con todo nuestro ser y alma todo lo que uno es y tiene siempre:
Bendeciré a Jehová en todo tiempo;
Su alabanza estará de continuo en mi boca.
2 En Jehová se gloriará mi alma;
Lo oirán los mansos, y se alegrarán.
Amen.
jca