la Palabra Engrandecida
de Dios
Estudios sobre la vida Abundante
Volumen IV
Victor
Paul Wierwille
CAPÍTULO
ONCE
La
Morada de Dios
Desde la
caída de Adán, en la que en ese tiempo el hombre perdió el espíritu* creado de
Dios en él, Dios a través de los siglos buscó una morada permanente. En las
épocas del Antiguo Testamento, Dios dio instrucciones a Moisés para construir
un templo. Más tarde ordenó a Salomón que construyera el templo. Pero ninguno
de esos lugares fueron moradas satisfactorias. Eran solamente viviendas o lugares
de reuniones de forma temporal de Dios para Su gente.
A través de
todos los siglos Dios esperó por la Era de Gracia, que empezó en el día de
Pentecostés. Fue desde este fenomenal día en adelante que Dios podía crear el
espíritu dentro de hombre, en esas personas que eran sus seguidores.
La mayor
parte de los conocimientos de la grandeza de la ocurrencia de Pentecostés
fueron perdidos poco después de la muerte del Apóstol Pablo. Los Cristianos no
perdieron el espíritu porque que era un obsequio o un don de Dios, pero no
materializaron la verdad de la revelación de Dios hasta el final, que realmente
entendieran y creyeran en la plenitud de ella en sus corazones. Ese caso todavía
es frecuentemente hoy en día, incluso entre supuestos Cristianos entendidos.
Nunca conseguimos una visión lo suficientemente grande de esa morada de Dios sino
desde Pentecostés y desde entonces - esté
adentro de cada creyente.
Isaías 57
demuestra la inmensidad de Dios y describe su habitación.
Isaías
57:15
15 Porque
así dijo el Alto y Sublime [Dios], el que habita la eternidad, y cuyo nombre es
el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde
de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el
corazón de los quebrantados.
"Porque así dijo el Alto y Sublime [Dios], el
que habita la eternidad…" Esto muestra que incluso el cielo no es grande
lo suficiente para Dios. También habita por la eternidad. Esto está respaldado
por el Libro de Reyes.
I Reyes
8:27
27 Pero
¿es verdad que Dios morará sobre la tierra? He aquí que los cielos, los cielos
de los cielos, no te pueden contener…
Aunque
estas escrituras hablan de la inmensidad de Dios, uno todavía se pregunta dónde
Dios decidió comunicarse con sus personas. Para buscar esta respuesta,
empecemos con Salmos 27.
Salmos
27: 4 y 5
4 Una cosa
he demandado a Jehová, ésta buscaré;
Que esté yo en la casa de Jehová todos los
días de mi vida,
Para contemplar la hermosura de Jehová, y
para inquirir en su templo [averiguar
sobre Él].
5 Porque
él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal;
Me ocultará en lo reservado de su morada;
Sobre una roca me pondrá en alto.
Por lo
tanto, el templo era un lugar para adquirir conocimiento y amor de Dios, y así
como un refugio de los disturbios. Dios vivió en el tabernáculo y en el templo,
durante la Era de la Ley; pero en algún momento después al terminar la ley en
Pentecostés, Esteban, hablando por revelación, resumió estos primeros lugares
de reunión.
Hechos
7:37-50
37 Este
Moisés es el que dijo a los hijos de Israel: Profeta [Jesucristo] os levantará
el Señor vuestro Dios de entre vuestros hermanos, como a mí [Moisés]; a él
oiréis.
38 Este es
aquel Moisés que estuvo en la congregación en el desierto con el ángel que le
hablaba en el monte Sinaí, y con nuestros padres, y que recibió palabras
[oráculos] de vida que darnos;
39 al cual
nuestros padres no quisieron obedecer, sino que le desecharon, y en sus
corazones se volvieron a Egipto,
40 cuando
dijeron a Aarón: Haznos dioses que vayan delante de nosotros; porque a este
Moisés, que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido.
41
Entonces hicieron un becerro, y ofrecieron sacrificio al ídolo, y en las obras
de sus manos se regocijaron.
42 Y Dios
se apartó, y los entregó a que rindiesen culto al ejército del cielo; como está
escrito en el libro de los profetas:
¿Acaso me
ofrecisteis víctimas y sacrificios
En el
desierto por cuarenta años, casa de Israel?
43 Antes
bien llevasteis el tabernáculo de Moloc,
Y la
estrella de vuestro dios Renfán,
Figuras
que os hicisteis para adorarlas.
Os
transportaré, pues, más allá de Babilonia.
44
Tuvieron nuestros padres el tabernáculo del testimonio en el desierto, como
había ordenado Dios cuando dijo a Moisés que lo hiciese conforme al modelo que
había visto [el cual Dios dio por revelación].
45 El
cual, recibido a su vez por nuestros padres, lo introdujeron con Josué al tomar
posesión de la tierra de los gentiles, a los cuales Dios arrojó de la presencia
de nuestros padres, hasta los días de David.
46 Este
halló gracia delante de Dios, y pidió proveer tabernáculo para el Dios de Jacob
[Israel].
47 Mas
Salomón le edificó casa;
48 si bien
el Altísimo no habita en templos hechos de mano, como dice el profeta:
49 El
cielo es mi trono,
Y la tierra el estrado de mis pies.
¿Qué casa
me edificaréis? dice el Señor;
¿O cuál es
el lugar de mi reposo?
50 ¿No
hizo mi mano todas estas cosas?
A través de
todos los siglos, Dios se ha revelado mucho se si mismo así como a las personas que eran capaz de percibirlo.
Porque Israel no podía quedarse fiel a su líder, al profeta Moisés, y a la
revelación que Dios les mostró, Dios dio una señal adicional y tangible de su
presencia a sus hijos haciendo que Moisés construyera un templo. Después de
eso, Dios se las arregló con David y luego hizo que Salomón construyera el
templo. Otra vez, éste fue un testimonio de lo mejor que Dios estaba haciendo
posible para Su gente.
Dios estaba
buscando una morada, un lugar donde ser reverenciado, respetado, obedecido
siempre. Era un lugar donde tendría la adoración unánime y total del hombre.
Pero un templo no era suficientemente grande para la extensión de Dios. Dios
que habita por la eternidad, necesita tanto cielo como tierra e incluso el
templo de la eternidad, esto por lo tanto, el templo de Moisés y Salomón no
eran realmente satisfactorios. Estas estructuras eran solamente los arreglos
provisionales. Eran las medidas temporales hasta que Dios pudiera proveer una
morada permanente y perfecta a su debido tiempo.
Es
importante entender el deseo de Dios en querer encontrar una habitación
permanente y de que notemos las tres partes diferentes que tenia el templo y su
trascendencia. Una parte del templo estaba formada por los tribunales sagrados
y las columnas. Otra parte incluía el tribunal de los Gentiles (no judíos), ese
tribunal fue donde los cambistas estaban sentados cuando Jesús entró y tiró las
mesas y echó a los animales. El tercero era la parte más íntima del templo, el
lugar santísimo, sanctum sanctorum.
Una pared separaba estas diferentes secciones del templo. En el día de la
crucifixión de Jesús, el velo fue destruido entre el tribunal de los Gentiles
(no judíos) y los Judíos. Pero más importante, la pared o el velo entre los
Judíos y el lugar santísimo, sanctum
sanctorum, también fue destruido. Efesios 2 dice parte de esta historia.
Efesios
2:14
14 Porque
él [Jesucristo] es nuestra paz, que de ambos [Judíos y Gentiles] pueblos hizo
uno, derribando [destruyendo] la pared intermedia de separación [entre
nosotros, Judíos y Gentiles]
Jesucristo
trajo la paz rompiendo la pared que separaba al Judío del Gentil. Dios por
tanto tiempo no ha tenido tanta estima con una persona o con un grupo de
personas que en esta ocasión. Así como Pedro
observó y se asombró mucho en la casa de Cornelio, como está documentado en
Hechos 10:34, "…
En verdad comprendo que Dios no hace acepción de
personas,"
Jesucristo había hecho que todas las
personas, Gentiles y Judíos, sean iguales ante Dios.
El templo
tenía una pared separando a los Gentiles del tribunal de Israel y otra pared
que separaba el tribunal de Israel del sanctum
sanctorum que significaba el tratamiento preferido para los sumos
sacerdotes de el resto de el cuerpo de Judíos, por lo tanto, La entrada
cubierta en el sanctum sanctorum fue
el velo que fue roto de arriba abajo en el día de la crucifixión.
Marcos
15:38
38 Entonces el velo del templo se rasgó en dos,
de arriba abajo.
Por su
sacrificio, Jesucristo conllevó a romper del velo entre el tribunal de Israel y
el sanctum sanctorum, y también
destruyó completamente la separación del templo entre los
Gentiles y los Judíos. ¿Qué logró
Jesucristo al terminar con estas separaciones? Trajo la paz con Dios. No habrá
más discriminación entre Judío y Gentil. Jesucristo los puso sobre una
situación igual en la visión de Dios.
Efesios
2:15
15
aboliendo [Jesucristo] en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos
expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo
hombre, haciendo la paz,
"aboliendo [Jesucristo] en su carne las
enemistades...." los medios que Jesucristo destruyó totalmente fue la
incapacidad del hombre para conocer a Dios personalmente. Para decirlo en el
lado positivo, Jesucristo hizo posible que el hombre conociera a Dios
personalmente. Jesucristo abolió esto. La carne, la enemistad y la ley de los
mandamientos. La enemistad se relaciona con los hombres incivilizados de cuerpo
y alma que eran básicamente los Gentiles específicamente. La ley de los
mandamientos contenidos en ordenanzas fue dada a Israel, a los Judíos. Por lo
tanto, cuando Jesucristo abolió la enemistad para los Gentiles y la ley de los
mandamientos para los Judíos, rompió los obstáculos que estaban separando a
cada grupo de Dios y entonces creó de esta dualidad, de estos dos tipos, un
nuevo hombre.
Jesucristo
tomó al Judío y al Gentil y derribó las paredes separadoras "....haciendo la paz." ¿Por qué
Jesucristo abolió la enemistad y las ordenanzas? Esto fue hecho para que Dios pudiera crear a un nuevo hombre del
todo. La palabra "crear" es
completamente exacta. Esa creación es el espíritu. Lo que Jesucristo trajo fue
la nueva creación de Dios en Cristo en cada creyente, sin considerar su
etiqueta previa como Judío o Gentil. No habrá más las dos clasificaciones, sino
una nueva creación en Cristo Jesús.
Efesios
2:16
16 y
mediante la cruz reconciliar [juntar lo que se había separado] con Dios a ambos
[Judío y Gentil] en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades.
Israel
nunca fue capaz de guardar la ley así que estaban sin Dios. Los Gentiles
estaban también sin Dios. Así que
Jesucristo tuvo que conciliar a ambas partes "y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos [Judío y Gentil] en un
solo cuerpo, matando en ella las enemistades...” Así que los Gentiles no
eran solamente también enemistad contra Dios sino también Israel, quiénes no
podían guardar la ley de los mandamientos, era la enemistad de Él. Jesucristo
necesitaba reconciliar a ambos con Dios.
Efesios
2:17
17Y
[Jesucristo] vino y anunció las buenas nuevas de paz a vosotros que estabais
lejos, y a los que estaban cerca;
Hay
diferentes tipos de predicación en la Biblia, pero esta predicación de
Efesios 2:17 son las buenas nuevas de la destrucción de la enemistad de
los mandamientos y de Cristo haciendo la paz y reconciliando al Judío y al
Gentil con Dios en un solo Cuerpo. Las
buenas nuevas vinieron y dicen, "... que
estabais lejos [Gentiles], y a los que estaban cerca [Israel];" Israel
había tenido la bondad de Dios asequible a ellos, así que debieron haber sido agradecidos. Pero
no lo fueron. Además, ambos grupos necesitaban a Jesucristo el Mesías, y a su
gracia de salvación.
Efesios
2:18
18 porque
por medio de él [Jesucristo] los unos y los otros tenemos entrada por un mismo
Espíritu al [pros] Padre.
Hay
solamente un Dios así como el de los Judíos como el de los Gentiles y tienen
que ser reconciliados. En cuanto la reconciliación estaba consumada, Él se hizo
Padre de ambos. Cuando los logros de Cristo estaban completos, Dios podía tener
una morada permanente, no en un templo hecho con manos humanas, sino en un
templo hecho por Su propio trabajo. Y este templo eran sus muy propios hijos.
La grandeza
de esta relación paternal continúa desarrollándose en los próximos versículos de Efesios 2 por el uso de ciertas palabras cuya raíz del
griego es oikos, significando "casa", "hogar" o "Familia."
en las siguientes estrofas de Efesios.
Efesios
2:19
19 Así que
ya [desde que tenemos un Padre] no sois [más nunca] extranjeros ni advenedizos
[temporadistas], sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de
Dios,
La palabra
"extranjeros" es paroikos. No somos más paroikos, fuera de la familia, se mueven
de la misma manera que los nómadas, no habiendo ningún lugar definido
habitable, ninguna casa definida. No somos más desconocidos, porque somos
conocidos por Él y nosotros lo conocemos. Somos con - ciudadanos. "Conciudadanos" es sumpolites. Todos nosotros los santos
renacidos somos ciudadanos de la ciudad de Dios. No sólo somos conciudadanos,
sino somos también de la familia, la oikeios,
de Dios porque Él es el Padre.
Efesios
2:20
20
edificados [epoikodomeo, de la raíz
de oikos] sobre el fundamento de los apóstoles y
profetas, siendo la principal piedra del ángulo [piedra de fundación]
Jesucristo [Cristo Jesús] mismo,
"edificados sobre el fundamento de los
apóstoles y profetas…" Ésa es la sucesión apostólica y profética
verdadera. La sucesión apostólica nunca vino a través del apóstol Pedro. Ésa es
una historia que alguien hizo, no es lo que la Palabra de Dios dice. La
sucesión apostólica y profética incluyendo a los evangelistas, maestros y los
pastores - son para aquellos que son parte de la familia de Dios y se quedan
fieles a la Palabra de Dios. Este es el criterio de Dios para los ministerios
especiales en el Cuerpo.
La familia
de Dios está “ edificada sobre el
fundamento de los apóstoles y los profetas,
siendo la principal piedra del
ángulo [piedra de fundación] Jesucristo [Cristo Jesús, en el texto] mismo,"
Esa es la roca sólida sobre la que debemos edificar nuestras vidas. Eso es el
lo que ese versículo dice.
Efesios
2:21
21 en
quien [el fundamento de los apóstoles y profetas y Jesucristo] todo el edificio [oikodoine], bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo
en el Señor;
Hay
solamente un edificio sobre esos cimientos. Aquellos que son nacidos otra vez
del espíritu de Dios, quien como Él que conoce a Sus hijos, hacen el edificio,
la familia.
"en quien [el fundamento de los apóstoles y
profetas y Jesucristo] todo el edificio
[oikodoine], bien coordinado, va creciendo…" porque las nuevas
personas están naciendo continuamente una y otra vez. Ése es el crecimiento. Y
esto ". . . va creciendo para ser un
templo santo en el Señor.”
Efesios
2:22
22 en
quien vosotros también sois juntamente
edificados [sunoikodomeo] para
morada [el lugar de un hogar, ubicación de lugar, katoiketerion] de Dios en el Espíritu.
"en quien vosotros también sois juntamente
edificados para morada de Dios en el Espíritu." Dios no vive en
templos hechos con manos, pero Dios en Cristo en usted es la habitación de
Dios. Esta habitación es algo de lo que el verdadero Dios quería antes de la
fundación del mundo. Pero debido a la justicia de Dios, no podía hacer que
pasara hasta que su Hijo Jesucristo
hubiera terminado su trabajo. Entonces era legalmente posible que Dios tuviera
cierta morada dentro de una persona cuando esa persona confesara con su boca
que Jesús es Señor y creyere que Dios lo levantó de entre los muertos. Eso es
lo que Dios había deseado desde antes de la fundación del mundo que fue capaz
ver manifestado en Pentecostés y de allí
en adelante, cuando Dios en Cristo es creado en cada creyente. Ésa es la morada
permanente de Dios. ¿Ahora qué pueden hacer con esta creación de Dios en Cristo
en nosotros, nosotros los creyentes? No podemos sentir a Dios. Por lo tanto, la
única manera en que Dios pueda ser manifestado es adorarlo en espíritu y en
verdad (solamente por la vía del espíritu) que es hablando en lenguas.
¿Ahora usted
ve por qué animo a mi gente a hablar en lenguas a menudo fervientemente? Dios
es espíritu y puede ser adorado por vía de nuestro espíritu - y eso puede ser
hecho hablando en lenguas solamente. Cuando hablamos por el espíritu, sabemos
que Dios vive completamente en nosotros porque mostramos a Dios quién nos dio
el espíritu.
Tenemos que
llegar al punto en que practicamos la Palabra de Dios sin reservas como la
voluntad de Dios. Dios, que es Santo y quien es Espíritu, incluso los cielos no
pueden contenerlo. Recuerde Isaías 66:1
Isaías
66:1
1 Jehová
dijo así: El cielo es mi trono, y la tierra estrado de mis pies; ¿dónde está la
casa que me habréis de edificar, y dónde el lugar de mi reposo?
El cual
dice, “…El cielo es mi trono, y la tierra
estrado de mis pies…” ¡Imagine qué inmenso es, qué grande es! Ese mismo
Dios está en nosotros y somos esa familia de Dios, ese templo armoniosamente
entallado, la habitación de Dios por el espíritu. Y siempre que hablamos en
lenguas, estamos alabando y adorando a Dios, y así de esta manera Él está
recibiendo de Sus hijos el resultado de lo que Él había planeado y trabajado
desde el mismo principio. Somos ahora la morada de Dios.
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