la Biblia Me lo Dice
Estudios sobre la vida Abundante
Volumen I
Victor Paul Wierwille
CAPÍTULO UNO
Liberación de sus Prisiones
Es la absoluta voluntad de Dios que toda
persona sea liberada de toda prisión o cadena que encierra o ata. Juan 8
declara categóricamente la voluntad de Dios.
Juan
8: 31, 32 y 36:
...Si vosotros permaneciereis en mi
Palabra, seréis verdaderamente mis discípulos;
y conoceréis la verdad, y la verdad os hará
libres.
Así que, si el Hijo os libertare, seréis
verdaderamente libres.
Estos tres cortos versículos contienen la
clave a la liberación: debemos creer la Palabra de Dios la cual es Verdad y
luego debemos conocer al Hijo quien es el camino, la verdad y la vida. Al
seguir la Palabra de Dios y al conocer a Su Hijo, no solamente seremos libres,
sino que seremos verdaderamente libres.
La voluntad de Dios es que cada uno de
nosotros sea liberado hoy mismo de cualquier prisión que nos sujete. Las
prisiones no sólo están hechas de barras de acero. Las prisiones de nuestros
pecados secretos, cosas en nuestras vidas que no queremos compartir con ninguna
otra persona en el mundo, son las que más frustran y derrotan. Los pensamientos
de autocompasión que le han estado carcomiendo a uno en el fondo de la mente
consciente y subconsciente por años y años --pensamientos de enfermedad y
padecimiento, miedo, preocupación, ansiedad, suicidio, muerte-- son el tipo de
prisiones más tormentosas y miserables. No es la voluntad de Dios que estemos
atados de tal manera en nuestras mentes; la voluntad de Dios es justamente lo
contrario, ya que Él ha dado liberación total de todos los negativos.
Salmos
103: 11, 12:
Porque como la altura de los cielos sobre
la tierra, Engrandeció su misericordia sobre los que le temen [respetan].
Cuanto está lejos el oriente del
occidente, Hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones.
Es la voluntad de Dios que toda auto
condenación desaparezca porque Él quiere hacernos verdaderamente libres, no
libres a medias solamente, sino personas completamente libres.
No sólo quiere Dios que seamos libres de toda
condenación secreta, sino que quiere que seamos libres de todas las potestades
de las tinieblas en este mundo. Él desea que seamos libres de los
resentimientos, del orgullo, de las envidias, de los celos, de las obsesiones y
las opresiones que nos han estado carcomiendo.
Él quiere que seamos liberados de estas
prisiones también. La humanidad ha vivido en medio del mal desde que el diablo
recibió la potestad de este mundo*.
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*Lucas 4:6:
“Y le dijo el diablo: A ti te daré toda esta potestad, y la gloria de ellos;
porque a mí me ha sido entregada, y a quien quiero la doy”
El hombre ha traído sobre sí mismo el mal que
le rodea. Pero, Dios, muy amorosamente proveyó una forma por la cual los
hombres pueden reconocer y recibir un poder más grande y más maravilloso de lo
que jamás hayan conocido, para que aquellos que quieran creer puedan ser
liberados de toda prisión que esté esclavizando sus vidas.
En Mateo 15:13 Jesús dijo: “Toda planta que
no plantó mi Padre celestial, será desarraigada”. Toda influencia que no esté
basada en la exactitud de la Palabra de Dios será malograda. Tales influencias
sólo le conducen a uno a prisión.
Hebreos
4:2:
Porque también a nosotros se nos ha
anunciado la buena nueva como a ellos; pero no les aprovechó el oír la Palabra,
por no ir acompañada de fe [creencia] en los que la oyeron.
No sólo debemos oír que Cristo nos hace
libres, debemos creerlo y vivir de acuerdo con ello.
Una cámara fotográfica ofrece una analogía
apropiada de cómo usted puede obtener resultados en la oración y liberarse de
sus prisiones. Si usted quiere una respuesta a la oración, primero ponga su
objetivo en mente. Usted selecciona lo que usted quiere en su fotografía. Este
es el primer paso: usted sabe con claridad qué es lo que quiere. En segundo
lugar, usted determina la distancia y enfoca bien el objetivo. Luego considera
la duración de la exposición de la foto para que así todos los factores puedan
funcionar juntos para hacer una fotografía perfecta. Después de todo esto, tome
la foto.
Cuando esté enfocado sobre la imagen de lo
que desea, mantenga su mente perseverando en ella. Si permite que alguna otra
cosa venga y tome prioridad sobre esa imagen, usted obtendrá una respuesta
borrosa a la oración; no obtendrá los resultados que usted desea; no obtendrá
liberación de la prisión que le está encerrando*.
Si usted quiere
deshacerse de algo hoy, debe enfocar, seguir pensando en eso que quiere. Es la
introducción de la luz lo que disipa la oscuridad; no es seguir pensando la oscuridad
lo que introduce la luz. Si quiere que su negocio se expanda, mejores
relaciones entre jefe y empleado o un mejor empleo, coloque su deseo en mente,
enfóquelo y luego determine el tiempo de exposición necesario para llevar a
cabo la tarea.
Si
quiere salirse de sus prisiones hoy mismo, cambie inmediatamente su modo de pensar
en cuanto a su situación; cambie lo que está enfocando. Según cambia su modo de
pensar, dibujará un patrón mental para las cosas que usted sí desea en su vida,
lo cual a su vez disipará y desarraigará eso que usted no quiere. Es posible
que usted diga: “Bueno, eso no es una cosa fácil de hacer, pero voy a
intentarlo. Con la ayuda de Dios de acuerdo a Su Palabra, voy a salir de esta
prisión”. Sin embargo, si en media hora usted se ha olvidado de mantener cambiado
su modo de pensar y cae de nuevo en su vieja rutina negativa, estará viviendo
de nuevo en la misma forma que antes.
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*Santiago
1:6, 7: “Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a
la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra.
No piense,
pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor.
Entonces no se pregunte por qué no puede
obtener una respuesta a la oración, por qué no puede servirse de estos
recursos, por qué la respuesta no fluye para usted tan fácilmente como para
otros, por qué no puede obtener su liberación. La respuesta es que usted cambió
solo momentáneamente; no mantuvo bien enfocada su fotografía ni permitió el
tiempo de exposición apropiado.
El ser liberado de su prisión depende de dos
cosas: claridad e interés. Sepa con claridad lo que desea y luego interésese en
recibirlo. Ponga en su mente y en su corazón la Palabra de Dios que da
salvación y liberación; cómala, bébala, duerma y camine con ella. Cada vez que
dé un paso o cada vez que piense sobre su situación o condición. Déle gracias a
Dios que la respuesta y su liberación están en camino. Pronto los negativos
desaparecen y los positivos se hacen suyos, el resultado de lo cual es
liberación de cualquier prisión en la que usted esté. Se puede hacer; se hará,
pues como dice Filipenses 4:13: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”.
¿Cómo se ha retratado usted mentalmente en la
última semana, el último mes, año, diez años? La imagen de sí mismo que usted
lleva con claridad e interés es lo que usted es. Esta ley trabaja tanto para el
pensar positivo como para el pensar negativo.
La mayoría de la gente cree que para alcanzar
las alturas espirituales de la vida, donde ellos puedan servirse de los
recursos de Dios, es necesario forcejear y esforzarse y luchar. Ellos piensan
que alcanzar resultados espirituales es como usar un martillo neumático
--mientras más uno presiona el martillo, más rápido se hace el trabajo. Sin embargo,
éste no es el caso. Cuando tenemos tensión y tirantez, nos hacemos nudos. Nunca
saldremos de nuestras prisiones de esa forma; lo que ocurre es justamente lo
contrario, traemos más y más frustración sobre nosotros mismos. No es tensión y
tirantez lo que trae liberación, sino creencia y acción según la Palabra.
Santiago
1:21:
Por lo cual, desechando toda inmundicia y
abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual
puede salvar vuestras almas.
“Desechar” quiere decir “deshacerse de”.
Debemos deshacernos de la inmundicia, las obras del mal desde la menor hasta la
peor, y recibir subjetivamente la Palabra de Dios en el sentido que acudimos a
ella y la deseamos porque Su Palabra es más grande que nosotros. La “palabra
implantada” es toda la Palabra de Dios implantada, la cual Él colocó tan cerca
de nosotros que la podemos absorber hasta que llegue a ser parte de nosotros.
No me importa quién sea usted o en qué
prisión pueda estar, Dios oirá su oración. Cámbiese a sí mismo cambiando sus
patrones de pensamiento, y entonces las circunstancias cambiarán. Estudie la
Palabra de Dios y aprenderá a conocer al Cristo que lo ha libertado. “Así que,
si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres”. Fuera de Cristo no
podemos ser libres. Jesucristo fue el libertador que nos hizo libres. Él es
la cabeza de la Iglesia.
La verdad de la Palabra y de Cristo es
nuestra luz y nuestro poder en la vida; esto es nuestra liberación de los
temores, preocupaciones, ansiedades, frustraciones, pesares, dolores de cabeza
y todo lo demás. Este es nuestro medio para salirnos de las prisiones negativas
de auto cautiverio a la libertad gloriosa de los hijos de Dios.
Cuando usted se encuentre en una de las
prisiones de la vida, ponga en su mente una imagen propia clara, positiva;
véase liberado. Enfóquese en la imagen positiva y déle gracias a Dios que ahora
mismo usted tiene la respuesta. Siga confesando y creyendo positivamente de
acuerdo a la Palabra, y sin duda alguna obtendrá su liberación.
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