la Biblia Me lo Dice
Estudios sobre la vida Abundante
Volumen I
Victor Paul Wierwille
CAPÍTULO CUATRO
La Vida Sincronizada
Cualquier cosa que una persona cree se
refleja directamente en lo que confiesa. Lo que una persona confiesa en lo más
profundo de su ser es lo que manifiesta en su vida. Si una persona pasa por la
vida confesando que tiene gran necesidad, definitivamente tendrá gran
necesidad. Si confiesa enfermedad, continuará estando enfermo y afligido debido
a la ley que lo que uno cree en lo profundo de su alma con toda seguridad
aparece en su vida.
La “vida sincronizada” se enuncia
sencillamente en esta fórmula: confesión de creencia produce recibo de
confesión. Si confiesa con su boca al mismo tiempo que confiesa en su corazón
lo que la Palabra dice, usted tendrá poder. Sus oraciones serán respondidas
según aplique estas claves en su vida por medio de su acción. De este modo, los
recursos abundantes del cielo le son hechos disponibles. Pero, asimismo, si
usted simultáneamente confiesa con su boca y con su corazón los negativos de
este mundo, manifestará estos negativos que lo lisiarán.
Si usted
confiesa a Cristo como el Señor de su vida, su confesión es una realidad para
usted. En su corazón usted sabe que él es Señor porque usted creyó que Dios lo
ha levantado de los muertos. Cuando usted confiesa que es una nueva criatura en
Cristo, las cosas viejas pasan y todas son hechas nuevas de acuerdo con su
confesión. Si usted confiesa que es un hijo de Dios y la Biblia dice que es un
hijo, entonces usted es un hijo de Dios. Si su confesión es que usted es un
heredero del Padre, entonces todo lo que el Padre tiene llega a ser suyo porque
está confesando exactamente lo que la Palabra dice.
La Palabra declara que el diablo fue derrotado y está
derrotado. Estipula que él no tiene derecho legal alguno sobre el cristiano. Si
Satanás no tiene poder alguno sobre el cristiano, ¿por qué quiere confesar que
él tiene poder sobre usted? Cada vez que usted hace una confesión negativa está
contradiciendo la Palabra de Dios. Si el poder del diablo está derrotado, y ciertamente
lo está, entonces su poder no puede tocarle cuando usted cree la Palabra. Pero,
usted tiene que confesar que
conoce el poder de Dios en su vida. Tiene que confesar lo que Dios dice en su
Palabra y luego la Palabra llega a ser una realidad en su vida. Cuando quiera
que usted se atreva a confesar que usted es lo que la Palabra dice que es, y
actúe según lo que la Palabra enseña, encontrará que sus oraciones son respondidas.
Mientras yo no pueda coordinar mi boca y mi
corazón en algún punto confirmado por la Palabra, no tengo poder alguno con
Dios. Cuando confieso que Dios no responde a mi oración, que no le caigo bien,
que tengo una enfermedad porque Dios me la dio, o que estoy atado por algún mal
porque es la voluntad de Dios para mí que sea disciplinado así en la vida, o
que tengo que sufrir para la gloria de Dios, entonces no estoy diciendo lo que
la Palabra dice y evidenciaré en mi vida el resultado de mi confesión.
El Salmo 18 contiene un bello símil que
ilustra cómo coordinar nuestras mentes y nuestras acciones.
Salmos
18:33:
Quien hace mis pies como de ciervas, Y me
hace estar firme sobre mis alturas.
Una cierva es uno de los animales más seguro
sobre sus patas en el mundo. Cuando ella sube por el costado de una montaña con
sus pequeños siguiéndola, toma sus patas traseras y las coloca exactamente en
donde sus patas delanteras estuvieron primero para probar si hay piedras
sueltas en la cuesta. Si no probara ese declive rocoso con sus patas
delanteras, las piedras sueltas le causarían un resbalón y caería en el
barranco. De este seguir exacto depende la vida tanto de la cierva como de sus
pequeños.
“Quien hace mis pies como de ciervas”. Él los
hace. Esto es, Él lo hace para que yo pueda aprender a andar por la Palabra de
modo que mis “pies traseros” sigan a mis “pies delanteros (representando la Palabra)”.
Así pues, donde la Palabra haya colocado sus pies, allí también pondré yo mis
pies.
Si usted se mantiene firme sobre la Palabra
de Dios y confiesa esa Palabra, usted llega a ser lo que la Palabra de Dios
dice. Esto es la vida sincronizada.
Romanos nos dice cuán queridos y cuán
poderosos son los hijos de Dios.
Romanos
8:35-37:
¿Quién nos separará del amor de Cristo?
¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?
Como está escrito: Por causa de
ti somos muertos todo el tiempo; somos contados como ovejas de matadero.
Antes, en todas estas cosas
somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
No es sólo cuestión que yo lo diga, Dios
lo dijo. ¿Cree la Palabra de Dios? Él dijo que usted es más que vencedor por medio de aquel que le amó.
Romanos
8:38, 39:
Por lo cual estoy seguro que ni la
muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente,
ni lo porvenir,
ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna
otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús
Señor nuestro.
Esta es la Palabra de Dios declarada,
confirmada. Cuando usted comienza a confesar esa Palabra, ésta llega a ser una
realidad en su vida. Hasta ese momento usted será derrotado en todo aspecto por
potestades y principados satánicos a causa de su confesión. Conozca la Palabra,
confiese la Palabra y actúe según la Palabra. Eso es lo que se quiere decir por
una vida sincronizada.
Determine ahora que usted nunca más volverá a
hacer una confesión negativa. Aprenda qué y cómo confesar. Confiese de corazón,
con su boca, lo que ha sido confirmado por la Palabra. Confiese lo que la
Biblia dice que usted es, no lo que usted piensa que es, no lo que su vecino
dice que usted es, no lo que su mejor amigo pueda decir que usted es. Retenga
lo que la Palabra dice.
Nosotros hemos sido rescatados de la potestad
de las tinieblas: Satanás, la maldad y la injusticia.
Colosenses
1:13:
el cual nos ha librado de la potestad de
las tinieblas y trasladado al reino de [por] su amado Hijo.*
La próxima vez que la maldad o los negativos
vengan a su mente, declare inmediatamente la Palabra y diga: “Yo confieso que
he sido rescatado del poder de las tinieblas por mi Señor y Salvador
Jesucristo”. Continúe diciendo esto y pronto será una realidad en su vida. Si
usted ha sido trasladado al Reino de Dios por medio de la obra de Su amado
Hijo, entonces no está en el reino del diablo. ¿Piensa usted que puede estar en
el reino de Dios y en el del diablo al mismo tiempo? Él nos ha rescatado del
poder del mal y estamos en el Reino de Dios.
Las personas piensan que tienen que luchar
para llegar a ser buenas antes que Dios los bendiga. Yo les aseguro que Dios
nunca lo bendecirá debido a lo bueno que usted sea, sino más bien a causa de la
creencia que usted tenga. ¿Cómo se deshace usted de la oscuridad en un cuarto?
La oscuridad desaparece tan pronto la luz entra. Así que cuando permitimos que
la luz de la Palabra entre en nuestras vidas, la oscuridad se desvanece. No hay
nada en la Palabra que diga algo sobre nuestros sentimientos, ella dice crea. Todo lo que Dios ha dado
viene a usted por creencia sin respetar cuán bueno o cuán malo usted sea. Eso
es amor. Eso es lo que Cristo vino a traer.
A medida
que actuamos según las promesas de Dios, éstas llegan a ser reales para nosotros
y son evidenciadas en nuestras vidas. Sincronice su creencia y su confesión según
las promesas de la Palabra de Dios y manifestará una vida más que abundante en
Cristo Jesús.
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*La traducción
literal de acuerdo al uso es: “el cual nos ha rescatado fuera de en medio del
ejercicio o influencia operativa de las tinieblas (reino) y nos ha separado, trayéndonos
como ciudadanos a Su reino por medio de la obra de Su amado Hijo”.
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