EL DISEÑO
DE DIOS PARA LA CREACIÓN
Capítulo
Dos de "Ordena mis pasos con Tu Palabra"
Por
Victor Paul Wierwille
Solamente Dios
concibió, diseñó y ordenó la vida, todo en ella, desde el hombre para la tierra
y la tierra para el universo entero. Sólo Su mente pudo concebirla; sólo Su
poder pudo crearla; y sólo Su capacidad pudo haberla logrado.
Luego Dios, por medio de su Hijo
Jesucristo, fue capaz de engendrar hijos espirituales. Aquellos de nosotros
renacidos del Espíritu de Dios somos estos hijos que Dios engendró por las
obras de Cristo. Y formamos una familia que se llama la familia de Dios, con
Dios como nuestro Padre.
La interrelación del Padre con su
familia es la entraña o el corazón mismo del cristianismo. El cristianismo es
el recorrido de un Padre con su familia. Dios es nuestro Padre; y nosotros
somos Sus hijos. Somos miembros de Su familia y de Su Casa. Y Él ha preparado
un formidable hogar, donde a lo largo de toda la eternidad nosotros, la familia
de Dios, podamos estar juntos.
El verdadero cristianismo no es
una religión. Las religiones están hechas por el hombre; El cristianismo es lo
que Dios obró en Cristo Jesús cuando la filiación espiritual vino a ser
disponible a la humanidad.
No solamente el cristianismo no
es una religión, tampoco es una filosofía. La filosofía es la sabiduría del
hombre. La palabra alemana para "filosofía" es Weltweisheit. Welt significa
“mundo”; Weisheit es “sabiduría”. La filosofía es “sabiduría
del mundo”. El cristianismo no es la sabiduría del mundo, sino una relación
divino-humana.
Y no solamente el cristianismo no
es una religión o una filosofía, tampoco es una teología. La teología es la
“ciencia de Dios”. El que el hombre explique a Dios, es como si el Modelo T*
tratara de explicar a Henry Ford. El hombre no puede alcanzar a describir la
plenitud de la naturaleza y la capacidad de Dios. Así que el cristianismo no
puede ser una ciencia de Dios, sino más bien la unión de Dios con Sus hijos.
A veintitrés millas al noroeste
de Campamento Gunnison, en Colorado, hay un pequeño pueblo conocido como Irwin,
anteriormente llamado Rubí Camp.**
En la primavera de 1879 ocurrió
algo muy emocionante en Ruby Camp. El conductor de un carruaje de mercancías
que traía suministros desde el ferrocarril llegó temprano una mañana.
Trabajadores descargaron su carruaje, pero él no quería partir hasta la mañana
siguiente. Puesto que el conductor no tenía nada que hacer ese día en
particular, excepto esperar, le dijo a algunas personas que estaban alrededor
de él, que estaba pensando en escavar un poco para ver si encontraba una mina.
Las personas con las que habló pensaron que podrían divertirse con él y le
aconsejaron: “Si usted quiere encontrar una mina, vaya por ese barranco y
comience a excavar; usted encontrará una mina”.
El conductor del carruaje siguió
la sugerencia de la gente que pensó hacerle una broma. A menos de 400 yardas
(365.76 metros) de donde se encontraba esa mañana, él comenzó a cavar. Para el
asombro de todos, comenzó a ver el afloramiento de una veta de plata. Mientras
continuaba la excavación, se encontró con lo que más tarde llamó el “Bosque
Queen Mine" (“Mina Reina”). Poco tiempo después de que descubrió esta
mina, el hombre la vendió por 50.000 dólares. Dentro de los dos siguientes
años, los compradores sacaron de esa veta de plata, metal con valor de un
millón de dólares.
Cientos de mineros habían
caminado antes sobre esa mina, pero nadie se había dado cuenta del enorme
tesoro que había tan a la mano. Ninguno la encontró excepto este hombre, que la
nombró “Forest Queen”.
* El Ford Modelo T es el automóvil más famoso de la
historia. Era un automóvil de bajo costo producido por Ford Motor Company de
Henry Ford desde 1908 a 1927. Con el mismo se introdujo la producción en
cadena, popularizando la adquisición de los automóviles. (Nota de traductor).
**He leído un diario de H.C.
Cornwell, que cubre los años 1879 a 1886 en Ruby Camp, un campamento minero. La
plata minada no era en realidad un sulfuro de plata. Tenía una forma de cristal
que cuando se aplastaba era de un color rojo sangre; de ahí el nombre “Ruby
Camp” (“Campamento Rubí”).
El Bosque Queen Mine es como la
Palabra de Dios. Los tesoros de la Palabra de Dios han estado disponibles desde
hace siglos. La razón por la cual la gente nunca encuentra sus tesoros es que
nunca cavan, nunca buscan en el lugar correcto. Una persona no puede saber la
grandeza de Dios por sus cinco sentidos. Con el fin de entender las cosas
espirituales una persona debe tener el espíritu de Dios dentro.* Ahora, la Palabra
de Dios es el documento más extraordinario en todo el mundo. A pesar de que la
Palabra escrita de Dios está en el reino de los sentidos, un hombre que cree
puede recibir el espíritu santo y empezar a entender el reino espiritual.
En su gran mayoría, las personas
nunca ven la grandeza de la Palabra de Dios, ya que son personas “naturales”,
personas sin el espíritu de Dios. El hombre natural nunca va a entender la
Palabra de Dios; él simplemente no puede entenderla. Yo no criticaría a un
ciego por su análisis de una gran obra maestra de arte, ¿acaso podría?
Entonces, ¿por qué criticar a un hombre natural por su ciego intento de
analizar las verdades espirituales en la mayor obra maestra de todos los
tiempos, la Palabra de Dios?
W.W. Kinsley, en Describiendo
la obra maestra de la Palabra de Dios, escribió lo siguiente:
Lo más profundamente que han sido
estudiados los fenómenos naturales por los científicos y por los filósofos
científicos, lo más gloriosamente han sido expuestas las verdades…de que Dios
mismo se ha ocupado a través de edades incalculables en preparar el
advenimiento del hombre, que el hombre ha sido el gran propósito de Su
esfuerzo, el máximo Thule** de Su pensamiento creativo en este planeta; y que
toda aquella prolongada preparación no podría haber sido simplemente para
proveer una existencia animal efímera y poco planeada; que este paciente
enfoque no podría haber tenido una consumación tan intrascendente y poco
digna.***
No fue una casualidad ciega lo
que hizo el Autor de la vida. Explore el reino mineral; explore el reino
animal; explore el reino vegetal. De lo más bajo a lo más alto, hay marcas que
llaman nuestra atención específicamente a una realidad magníficamente concebida
en lo que observamos. Grandes diseños, una gran inteligencia nos confronta
dondequiera que miramos en el reino de la creación. Siempre podemos ver un
propósito inteligente detrás de este reino, que fue producido por algún tipo de
poder constante.
*I Corintios 2:14 Pero el
hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para
él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir
espiritualmente.
** “Thule” Meta remota, objetivo o propósito
final. Límite de cualquier viaje. (Dictionary.com). Nota de traductor.
*** E.W. Kenyon, El padre
y Su familia, 11ª Edición. (Seattle: Gospel Publishing Sociedad de Kenyon,
1964), pág. 18, citando W.W. Kinsley.
Tome un microscopio, incluso uno
de baja potencia. Coloque bajo su lupa una lente, por ejemplo. Podría ver
algunas imperfecciones en el cristal, aunque tal vez sean sólo unas cuantas. A
continuación, coloque la misma lente bajo un microscopio de alta potencia.
Usted encontrará que mientras más alta potencia tiene el microscopio, más
grandes serán las imperfecciones vistas en el cristal. Hay imperfecciones en
cualquier cosa hecha por el hombre.
Este ejemplo de la lente
demuestra un principio. Lo más potente que sea el microscopio para observar las
obras del hombre, lo más imperfecto que parece el objeto, por otro lado, lo más
potente que sea el microscopio usado para mirar algo que Dios ha formado o
hecho, lo más perfecto y ordenado que se aprecia. Lo más detallado que es el
escrutinio de la Palabra de Dios, lo más obviamente que aparece su belleza y
perfección. Sólo el hombre que utiliza un pobre microscopio, no logra ver nunca
la grandeza de la Palabra de Dios. Él no la observa para ver su perfección.
La Palabra de Dios es para todos
los creyentes el diseño de la creación. El plan de Dios para la vida hasta el
último toque final, se establece elaboradamente en la grandeza de Su
maravillosa Palabra. Sin embargo, una persona debe nacer de nuevo para
entenderla y debe estar dispuesta a renovar su mente a la verdad de la Palabra,
en lugar de aceptar las opiniones del hombre, de religiones, filosofías y
teologías.
I Corintios 2:14 dice: “Pero el
hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios….” Si el
hombre natural no percibe las cosas espirituales de Dios, entonces él no las
tiene. No importa cuán sincero luzca el hombre natural, no importa cuán
altamente educado pueda ser, o qué tan sensible sea, o que tan inteligente y
tolerante sea, él sigue siendo un hombre natural; y el hombre natural,
simplemente no puede percibir las cosas del Espíritu de Dios “porque
le son locura: y no las puede entender, porque se han de discernir
espiritualmente”.
El hombre de los cinco sentidos
puede aprender mucho sobre el universo en el que vive, pero él no puede
aprender nada sobre el Creador de ese universo. El hombre natural puede ver el
diseño estructural en el universo, pero nunca será capaz de ver la inteligencia
detrás de toda la creación: Dios. Una persona puede mirar un reloj y observar
que debe haber algún tipo de inteligencia detrás de él. Un hombre natural puede
hacer lo mismo con el universo. Pero el hombre natural no puede ver a La
Inteligencia misma, porque debe tener un espíritu para entenderla.
La pregunta es “¿Cuál es el
propósito de la creación?” Esta debe ser la primera pregunta contestada cuando
una persona verdaderamente quiere entender a Dios en relación a sí mismo o al
mundo en relación a sí mismo o al universo en relación a sí mismo. El resonar
más fuerte de las teologías nunca nos ha dado una razón para la creación. La
Teología, ya que carece de un fundamento, simplemente suspende una enorme
estructura de pensamiento y de opinión en el aire. La Teología nos ha dado
varios argumentos cosmológicos de la existencia de Dios, pero no nos ha dado la
simple respuesta declarada en la Biblia.
Los teólogos, en su mayor parte,
han encontrado más placer en la teología abstracta que en el trato personal con
Dios. Han encontrado más alegría en la metafísica que en la revelación divina.
La mayoría de los teólogos han fundado sus posiciones sobre las opiniones de
los hombres más que en la Palabra de Dios. Teologías y filosofías necesitan una
constante revitalización con el fin de sobrevivir. La Verdad es eterna. ¿Alguna
vez ha conocido a una persona que considere la posibilidad de revisar las
tablas de multiplicar? ¿Por qué no? Porque ellas no tienen necesidad de
revisión. Las teorías, incluyendo la de Darwin, deben constantemente ser
revisadas y actualizadas. Los tres primeros capítulos de Génesis han sido
objeto de burla por siglos, y sin embargo, es sólo en estos tres primeros
capítulos que se da la verdadera respuesta a la pregunta “¿Cuál es el propósito
de la creación?” Para ver el propósito del universo, debemos ir al primer
capítulo de Génesis.
Génesis
1:14
Dijo
luego Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de
la noche; y sirvan de señales para las estaciones, para días y años.
Sin esas luces en el firmamento,
la tierra no tendría días y noches, o las estaciones y los años.
Versículo 15:
Y sean
por lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra. Y
fue así.
La tierra no se hizo para dar a
luz al universo o incluso a sí misma; las “lumbreras en la expansión de los
cielos” fueron hechas para dar luz a la tierra.
Versículos
16 y 17:
E hizo
Dios las dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para que señorease en el día,
y la lumbrera menor para que señorease en la noche; hizo también las estrellas.
Y las
puso Dios en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra.
Note que la tierra es el foco
central de Dios en Su plan creativo. Hasta este punto en Génesis 1, todo fue
hecho para la tierra.
Versículos
18 y 19:
Y para
señorear en el día y en la noche, y para separar la luz de las tinieblas. Y vio
Dios que era bueno.
Y fue la
tarde y la mañana el día cuarto.
El gran universo estrellado fue
diseñado para apoyar, sostener y respaldar a la tierra. Y entonces, ¿para qué
fue diseñada la tierra? Génesis 1 revela que la tierra fue hecha para apoyar,
sostener y respaldar la parte física del hombre.
Génesis
1:28-30:
Y los
bendijo Dios [a Adán y Eva], y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la
tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los
cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.
Y dijo
Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la
tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer.
Y a toda
bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se
arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde les será para
comer. Y fue así.
La tierra fue diseñada para
sustentar físicamente al hombre. Dios hizo la tierra para el hombre. Los
cuerpos celestes, los animales, el fruto de los árboles, todos estos
fueron hechos para el hombre. La razón de la tierra es el hombre. Y
entonces, ¿cuál es la razón de la existencia del hombre? Dios.
Efesios
1:4-6
Según nos
escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin
mancha delante de él,
en amor*
habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de
Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad,
para
alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado.
Dios creó al hombre para Sí
Mismo, para que pudiera tener compañerismo**, para que pudiera tener hijos con
quien comunicarse.
El Salmo 8 contiene una
maravillosa revelación de la posición que Dios ha dado a Sus hijos en Su plan.
Salmos
8:5
Le has
hecho [al hombre] poco menor que los ángeles, y lo coronaste de gloria y de
honra.
La palabra traducida como
“ángeles” es Elohim, la palabra hebrea para “Dios”. Entonces lo que
Salmos 8:5 realmente nos está diciendo es que Dios hizo al hombre un poco menor
que Él Mismo. Esta es la tan excelente posición la cual el hombre estaba
destinado a tener. Esto demuestra la grandeza del hombre como el pináculo de la
creación de Dios.
*La Biblia King James en inglés
incluye estas palabras “en amor” como parte del versículo 4, lee así: “Según
nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y
sin mancha delante de él en amor…”
**“Companionship” en inglés que
quiere decir: amistad. Una vida en común juntos. Vinculo que existe entre
compañeros. Suele utilizarse para nombrar a la buena correspondencia y la
armonía entre los compañeros.
Hace muchos años, cuando estaba
leyendo el libro de E.W. Kenyon El padre y su familia, quedé
totalmente absorto en la consideración de su visión acerca de la creación, y me
gustaría compartir con usted ahora un pasaje de su libro. Él señaló el registro
de un astrónomo muy conocido que estaba discutiendo con su hijo la influencia
de los astros sobre la tierra. Lo siguiente es lo que dijo el astrónomo a su
hijo.
He notado que en ciertos momentos
la Tierra es elevada fuera de su órbita o trayectoria por un cuerpo invisible
que está más allá del alcance de nuestro más potente telescopio. Si alguna vez
se construye un telescopio más grande, desearía que fueras a buscar en los
cielos para averiguar qué es lo que afecta así a este planeta nuestro.*
Luego continúa diciendo Kenyon:
Cuando el gran Observatorio Lick
fue erigido con su potente telescopio, este hijo viajó atravesando el mar y el
continente, y una noche clara viró el gran telescopio en el espacio oscuro en
los cielos donde este invisible e inexplorado planeta, había extendido su mano
poderosa y mantuvo control sobre la Tierra.
Después de observar un rato, de
repente apareció un pequeño punto de luz; era una estrella balanceándose en su
órbita gigante a gran distancia en la frontera del Universo.
Él vio el planeta que había
afectado de manera tan extraña a la tierra. Estaba a millones de millas más
allá de la estrella más lejana que el ojo humano había visto jamás.
Esta estrella gigante haciendo su
recorrido en su gran órbita, viene con regularidad cada cierto número de años
lo suficientemente cerca de nuestro planeta, por lo que puede, con su poderosa
mano de gravitación a través del inmenso espacio asir nuestra pequeña tierra y
sacarla de su órbita.
Como un velero en el océano
responde al más leve toque del timón, nuestra Tierra responde al tacto de ese
centinela distante y vira rápidamente fuera de su curso; luego, cuando la
influencia del planeta pasa, de nuevo la tierra vuelve a su trayecto y va y
viene rítmicamente en su camino.
Esto establece un hecho: que no
es tan solo un planeta, ni el sol, ni la luna, ni las estrellas, sino que todo
el vasto universo tiene influencia sobre este pequeño planeta nuestro.
Cómo estremece el corazón darse
cuenta de que esta Tierra nuestra, tan pequeña que mil de ellas podrían
perderse en el sol, es el centro y la razón para el Universo.
* El Padre y Su Familia,
de Kenyon, página 22.
Esta noche, esta antigua Tierra
nuestra está siendo sostenida tan segura en el abrazo de esos innumerables y
desconocidos planetas, como un niño es sostenido en los brazos de su madre.
Los cielos son esta noche
simplemente un perfecto reloj de la Tierra; ningún reloj construido por el
hombre puede jamás darnos el tiempo perfecto; pero aquellos que conocen el
recorrido de las estrellas, saben que cada estrella, o sol, o planeta pasará en
un cierto punto dado en el vasto espacio con un horario programado.
Una estrella puede no haber sido
vista en miles de años, pero ella aparecerá en alguna intersección de los
cielos ni un segundo antes ni un segundo después de su horario programado.
¡Oh las maravillas del
Arquitecto, los prodigios del Creador, el poder del Sustentador de este gran
universo nuestro!
Si la Tierra es la razón de los
cielos estelares, ¿cuál es la razón de la Tierra? Antes de que las Estrellas de
la Mañana cantaran su primer himno al corazón del solitario Padre Dios, antes
de que se sentaran las bases de la Tierra, antes de que los primeros rayos de luz
pasaran a través de la oscura expansión, el corazón del gran Dios Creador tenía
un anhelo, profundo, poderoso, eterno.
Este deseo fue la pasión
primordial de tener hijos. El corazón de Padre del Creador anhelaba tener hijos
e hijas.
Este anhelo apasionado tomó
forma, y Dios planeó un universo para este Hombre Suyo, y en el corazón de ese
universo diseñó un Hogar. No hay tiempo con Dios.
El tiempo pertenece al día y a la
noche, al sol y la luna.
El Dios Omnipotente no se vio
obstaculizado por días, ni noches, ni años.
Cuando El Amor asentó las bases
de este universo poderoso, Él planeó, Se propuso que todo él fuera el Hogar de
este Hombre Suyo.
Este sería el lugar de nacimiento
del Hombre, el Jardín de las Delicias del Hombre, la Universidad del hombre
donde aprendería a conocer a su Padre Dios.*
* Kenyon, El Padre y
Su Familia, páginas 22,23.
Dios dijo que la tierra es la
razón del universo. El hombre es la razón de la tierra. Y Dios es la razón para
el hombre. ¿Por qué hizo Dios todo esto? La razón es muy simple: Dios quería
hijos que le amaran, y Él quería hijas que le amaran a Él, no por compulsión,
no por necesidad, sino por el deseo en ellos de hacerlo así. Dios amó tanto que
Él dio, así que en correspondencia podemos amarlo y vivir nuestras
vidas para Él. El corazón de Dios esta anhelante de hijos. Él ha añorado hijos
e hijas que lo amen libremente. Antes de que Dios tuviera hijos, Él tenía
ángeles para ministrarle a Él como siervos. Pero Él aun quería tener hijos.
Entonces con Su maravillosa y guiadora mano de amor, Dios preparó la tierra y
los cielos para Sus hijos.
Si esto es verdad, y creo que es
cierto de acuerdo a la Palabra de Dios, entonces el hombre es lo más
maravilloso de toda la creación de Dios. Y todo en la tierra y en el universo
es para la persona que es hijo de Dios. Los incrédulos también participan de
las bendiciones del universo y de la tierra, pero estas bendiciones no fueron
diseñadas para los incrédulos. Las bendiciones se han diseñado para los hijos
de Dios. Si Dios quería de esta forma tener hijos, y amó de tal manera a sus
hijos e hijas que pasó años en esta preparación para ellos, qué lugar tan
maravilloso esos hijos deben mantener en Su corazón y en Su eternidad. Usted,
como un creyente, como un hijo o hija de Dios, es la culminación del sueño de
Dios porque usted es un hombre de Dios, una mujer de Dios. La tierra fue hecha
para usted. Usted fue creado por Dios. Él es su Padre que le ama. Este es el
proyecto de la creación de Dios.
Traducción por Claudia Juárez
Garbalena
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