LA MARCA DE CALIDAD
Capítulo Doce de "Ordena mis pasos con Su Palabra"
Por V.P. Wierwille
Como hijos de Dios e imitadores de Jesucristo, cada uno de
nosotros queremos vivir una vida cristiana de calidad. El tipo de calidad que
deseamos es la calidad definida por Dios que Él expone para nosotros en Su
Palabra. Una vida cristiana de calidad es una vida llena de fruto. Es una vida
llena de fruto espiritual. Gálatas 5 enumera el fruto del espíritu.
Gálatas 5:22:
Mas el fruto del Espíritu…
El tema es “el fruto del Espíritu”. El fruto espiritual es
el resultado de operar las manifestaciones del espíritu santo. Para entender
esto, vamos a examinar la producción de una fruta natural. Tomemos como ejemplo
las manzanas. Para hacer crecer una manzana, primero debe ser sembrada una
semilla de manzana. Cuando los procesos de la vida en esa semilla comienzan a
llevarse a cabo, brota un retoño y crece. Cuando el árbol alcanza la madurez,
produce fruto, manzanas. Similarmente, si cada uno de nosotros va a tener el
fruto del espíritu, hemos primero tener el espíritu, que es la semilla. Luego
este espíritu debe ser cultivado por nuestro “caminar por el espíritu” al
operar las manifestaciones del espíritu. El resultado final de la utilización
de las manifestaciones del espíritu es el fruto espiritual.
Ahora, ¿cuál es este fruto resultante? Hay nueve cualidades
enumeradas como el fruto del espíritu en Gálatas 5.
Gálatas 5:22-26:
Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia,
benignidad, bondad, fe,
mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus
pasiones y deseos.
Si vivimos [zaÇ] por el Espíritu, andemos [stoicheÇ,
procedamos] también por [a través del] el Espíritu.
No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros,
envidiándonos unos a otros.
Nuestra marca o sello de calidad es que tengamos el fruto
del espíritu manifestado en nuestras vidas. La marca de calidad es una vida
llena de fruto espiritual, la cual es el resultado de caminar con las
manifestaciones del espíritu.
Ahora, yo no podría tener la marca de calidad si no tuviera
a Cristo en mí. “Cristo en mí” significa que he nacido de nuevo de un
nacimiento espiritual. Y ese nuevo nacimiento es la semilla. Esta es la nueva
creación por el Espíritu de Dios. Sin embargo, esa semilla es simplemente
potencial. Es el cultivar esa semilla que resulta en una vida de calidad. ¿Qué
clase de vida está usted manifestando? ¿Qué hace usted en su andar? ¿Tiene
usted la marca de calidad que la Palabra de Dios dice que debe tener como hijo
o hija renacido de Dios? Gálatas 6 comienza a mostrar como luce este andar,
cómo uno reconoce el fruto del espíritu.
Gálatas 6:1
Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta,
vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre,
considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.
Que los que son espirituales, ¿hacen qué? Restauran. No
debemos derribar a los creyentes que están en una falta. La palabra “restaurar”
básicamente significa “corregir”. Toda la Escritura es útil para enseñar,
redargüir y corregir.* En este versículo, se nos dice que debemos restaurar a
la persona que tiene una falta por medio de corregirle a él o ella con espíritu de mansedumbre.
Debemos también entender lo que quiere decir en el versículo
1 con “vosotros que sois espirituales”. En el contexto de Gálatas 5:16-26,
observamos cuando una persona anda por el espíritu y lleva así el fruto del
espíritu. Entonces, aquellos que son “espirituales” deben tener la marca de
calidad, deben tener una vida llena de fruto espiritual. Más luz puede ser
encontrada en I Corintios 14 concerniente a aquellos que son “espirituales”.
I Corintios 14:37:
Si alguno se cree profeta, o espiritual, reconozca que lo
que os escribo son mandamientos del Señor.
Es en esta sección de I Corintios 14 donde Dios ordena a los
cristianos a hablar en lenguas. También les dice que en las reuniones de
creyentes ellos deben interpretar su mensaje en lenguas y profetizar y operar
todas las manifestaciones del espíritu decentemente y con orden de acuerdo a Su
Palabra. Si somos espirituales, hemos de reconocer que estos son mandamientos
del Señor; y si no somos espirituales, vamos a argumentar sobre ellos y a
llegar a la conclusión de que no son mandamientos del Señor. Así que cuando
Gálatas 6 habla de un hombre espiritual, esa persona espiritual (de acuerdo con
I Corintios 14 y Gálatas 5:16-26) es aquel que reconoce y vive por las
instrucciones escritas en las Epístolas a la Iglesia, que incluyen manifestar
el espíritu santo y producir el fruto del espíritu.
Gálatas 6:1 da instrucciones específicas con respecto a la
persona que es espiritual. Dice que si usted es una persona espiritual, no
derribará y dará un pisotón a una persona sorprendida en alguna falta. Si usted
es una persona espiritual, corregirá a la persona con el espíritu de
mansedumbre. La mansedumbre es un fruto del espíritu, demostrado al estar libre
de una arrogante autonomía. ¿Por qué “restaurar”? “No sea que tú también seas
tentado” a no caminar de acuerdo a la Palabra y quedar atrapado en alguna falta
u ofensa. Este es un andar corrigiendo con mansedumbre. Es la actitud de una
gentil corrección como la siguiente: “La Palabra de Dios dice esto. Y porque te
amo, quiero que tengas lo mejor y yo sé que tu también quieres tener lo mejor,
entonces estoy corrigiéndote”. Usted corrige y restaura así a un uno “que ha
sido sorprendido en alguna falta”.
*II Timoteo 3:16: “Toda la Escritura es inspirada por Dios,
y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia.”
Gálatas 6:2:
Sobrellevad los unos las cargas [baros] de los otros, y
cumplid así la ley de Cristo.
Aquí está un versículo con el cual la gente tienen
dificultad porque dice: “Sobrellevad los unos las cargas de los otros”, y luego
el versículo 5 dice: “Porque cada uno llevará su propia carga”. Esto suena como
una contradicción. La dificultad está en la traducción.
En el versículo 2 la palabra “cargas” es la palabra griega
baros, que significa “una carga o presión que puede ser compartida o aligerada
por otro”. Tenemos que ayudarnos unos a otros. Eso es el amor. Si usted
restaura a alguien con mansedumbre, usted compartirá la Palabra de Dios con él
o ella. Usted le ayudará a llevar su carga. Y mientras usted hace eso, estará
cumpliendo con la ley de Cristo.
¿Cuál es la ley de Cristo? Muchas veces la gente habla de la
ley de Cristo, pero no conocen el lado práctico de la misma. Cristo dio esta
ley poco antes de su crucifixión.
Juan 13:34:
Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como
yo os he amado, que también os améis unos a otros.
Cuando usted anda en la ley de Cristo, ya no solamente ama
en respuesta a que alguien le esté
amando. Usted ama a los demás como Jesucristo le ha amado. Estos son dos
conceptos totalmente diferentes. Los creyentes han de amarse unos a otros con
el amor de Dios, como Cristo nos ha amado.*
El libro de Gálatas está dirigido a los creyentes, no a los
no salvos, no a los incrédulos. Usted no puede restaurar a un incrédulo. Él
necesita salvación, no restauración. Él tiene que nacer de nuevo. Pero
nosotros, los que hemos renacido estamos para sobrellevar los unos las cargas
de otros. Tenemos el privilegio de ayudarnos unos a otros siempre que podamos.
Eso es lo que la palabra “cargas” en Gálatas 6:2 significa. Dice: “Sobrellevad
los unos las cargas de los otros”. No dice: “Piénsalo”. Dice: “Hazlo”. No le
pide que lo lleve a cabo si es que a usted le gusta la manera en que luzco o la
manera en que me peino. Dice que si yo soy su hermano, usted debería ayudarme a
llevar mi carga. Y si usted es mi hermano o hermana, entonces de la misma forma
es mi responsabilidad ayudarle en amor a llevar su carga.
Gálatas 6:3:
Porque el que se cree ser algo, no siendo nada, a sí mismo
se engaña.
* La epístola de I de Juan también nos dice esto. I Juan
4:20 y 21: “Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es
mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a
Dios a quien no ha visto? Y nosotros tenemos este mandamiento de él: El que ama
a Dios, ame también a su hermano.”
En el contexto todavía estamos hablando de llevar cargas. El
versículo 3 se refiere a aquellos que sienten que son personas autosuficientes.
Ellos sienten que no necesitan ayuda para llevar sus propias cargas, y, a la
vez, ellos no ayudan a otros con las suyas. Eso es definitivamente contrario a
la Palabra de Dios. Este tipo de persona nunca cumple la ley de Cristo. Una
persona nunca es realmente autosuficiente. La Palabra dice que se engaña a sí
mismo, porque él verdaderamente necesita creyentes que le ayuden a llevar sus
cargas, baros.
Versículo 4:
Así que, cada uno someta a prueba su propia obra, y entonces
tendrá motivo de gloriarse sólo respecto de sí mismo, y no en otro.
Un hombre debe examinar su propia obra a fin de ver si ésta
es la responsabilidad que le corresponde y si ha cumplido con su
responsabilidad. Si lo ha hecho, entonces el versículo 4 dice que se gloriará
sólo en sí mismo [o “se regocijará en sí mismo” como dice la versión KJ], y no
en una “carga” compartida con otro, como en el versículo 2.
Versículo 5:
Porque cada uno llevará su propia carga [phortion].
La palabra “carga” aquí es phortion, no baros. En el versículo
2, “cargas”, baros, es un peso que puede ser compartido. Esta “carga” en el
versículo 5 es algo que no puede ser compartido con otra persona. Nadie más
puede asumirla o ayudarle con ella. Esa es la diferencia en estos dos
versículos. Dos palabras griegas totalmente diferentes se utilizan para estas
dos situaciones completamente diferentes. Por ejemplo, hay algunas cosas en mi
vida con las cuales otras personas me pueden ayudar. Pero también hay otros
pesos en mi vida que solo yo tengo que llevar. Cuando otra persona puede
ayudarme a llevar mis cargas, la palabra es baros. Pero en aquellas áreas donde
nadie puede ayudarme a llevar mis cargas, o mis responsabilidades, la palabra
phortion es aplicable.
¡La exactitud de la Palabra de Dios es asombrosa! No hay
contradicción entre el versículo 2 y el versículo 5 de Gálatas 6. ¿No es
maravillosa la exactitud de esta Palabra?
Versículo 6:
El que es enseñado en la palabra, haga partícipe de toda
cosa buena al que lo instruye.
“El que es enseñado en la palabra…” La palabra “en” debe ser
omitida. Y más correctamente diría: “Al que le es enseñada la Palabra…”
“Palabra” es logos en griego, la misma palabra usada en Juan 1. “Haga
participe” es “compartir con”, refiriéndose a apoyo
material y financiero. “Al que le es enseñada la Palabra de Dios comparta con
aquel que le enseña todas las cosas buenas”.
Versículo7:
No os engañéis…
En otras palabras, no se deje engañar. Cuando una persona es
engañada, el engaño tiene que venir del adversario, porque él es el gran
engañador.* Así que si usted está engañado, ha estado escuchando a la fuente
equivocada, porque usted no puede ser engañado por el Dios y Padre de nuestro
Señor Jesucristo. Dios no engaña; Él alumbra.
Versículo 7:
No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que
el hombre sembrare, eso también segará.
Una profunda y gran verdad que se encuentra aquí en la
palabra “burlado”. Se trata de un orientalismo gráfico relativo a los insultos.
En la cultura bíblica, si usted realmente quería insultar a alguien, usted le
tocaría en la mejilla. No era una bofetada, sino sólo un toque en la mejilla
con la mano izquierda, la mano de maldición. Esto era un gran insulto. Otra
gran insulto era escupir en una persona. Y otro tipo de insulto era literalmente
voltear o levantar la nariz. La palabra “burlado” aquí en Gálatas 6:7 es
“levantar la nariz a alguien en señal de desprecio”. No os engañéis; Dios no es
alguien a quien se le pueda levantar la nariz. En otras palabras, una persona
no puede burlarse de Dios. El orientalismo enfatiza esto: sin ninguna sombra de
duda, un hombre cosecha lo que siembra.
No trate levantarle la nariz a Dios en señal desprecio,
porque lo que realmente está en su corazón se manifestará, “pues todo lo que el
hombre sembrare, esto también segará”. Si usted no lleva la carga de nadie más,
nadie va a ayudarle a llevar la suya. Si yo soy su hermano y usted no está
dispuesto a ayudarme aun cuando tiene la capacidad de hacerlo, usted le está
levantando la nariz a Dios. ¿Cómo podemos decir que amamos a Dios cuando no nos
tratamos los unos a otros como hermanos? Hacemos todo lo contrario. Esto es a
lo que se refiere “todo lo que el hombre sembrare” en este contexto que está
hablando de nuestro andar. La marca de calidad de un cristiano es que realmente
ame a Dios y lo demuestre día tras día en su andar mientras siembra la buena
semilla, como cuando restauramos a una persona sorprendida en alguna falta y
compartimos las cargas de otros.
Versículo 8:
Porque el que siembra para su [propia] carne, de la carne
segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará
vida eterna.
“Sembrar” es plantar. Cuando yo le amo con el amor de
Cristo, estoy sembrando. Cuando usted anda con el amor de Cristo, está
sembrando. Y lo que siembra vuelve a usted, usted cosecha. Si usted siembra un
infierno, eso es lo que va a regresar a usted. Si usted da amargura, eso es lo
que va a recibir. Si usted da crítica, eso es lo que va a recibir. Si usted da
el amor de Cristo, eso es lo que va a
recibir. Usted cosechará lo que sea que esté dando. En el contexto, sembrar en
el espíritu es caminar por espíritu santo. Esto habla de un andar.
Versículo 8:
… el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida
eterna.
*Apocalipsis 12:9:” Y fue lanzado fuera el gran dragón, la
serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo
entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él”.
“Segar vida eterna”
va más allá que simplemente tener vida eterna. La vida eterna se obtiene por
gracia, no por obras.* Es un regalo. Pero aquí en Gálatas 6 “vida eterna” está
hablando de cosechar los resultados de nuestro andar, de nuestras obras. ¿Qué
es segar? Segar es una recompensa. Cuando usted lleva su maíz al mercado, usted
obtiene una paga por ello. Cuando usted trabaja un día o una semana en una
fábrica, le pagan. La siega o cosecha es la paga. Entonces como creyentes que
caminamos por el espíritu, también obtenemos nuestra paga. Pero ¿cuándo? “Vida
eterna” muestra que la paga viene en dos formas, ahora mismo y continuará desde
ahora por la eternidad. En su uso en el versículo 8, “vida eterna” incluye
todos los beneficios de andar en la Palabra, ahora y por toda la eternidad. El
cristianismo es tan dinámico porque no sólo tenemos el gozo de la vida
abundante ahora, sino que tendremos toda la eternidad para disfrutar de los
frutos de haber sembrado en el espíritu.
Yo les digo a todos aquellos que no quieren aceptar al Señor
Jesucristo y vivir en el camino de Dios, que no tienen ni idea de lo que se
están perdiendo. Esta es la única vida de gozo y bendición y paz que hay. Mi
amigo Rufus Mosely solía decir: “Este andar con Dios es tan fantástico que es
el cielo de camino al cielo, incluso si no hubiera cielo cuando lleguemos
allí”. Así que tome la decisión si va a caminar en el camino de Dios, el camino
de Su Palabra, o si va a caminar en el camino del mundo. Cada hombre y mujer
decide qué tipo de semillas él o ella quiere plantar.
Versículo 9:
No nos cansemos, pues, de hacer bien…
Debemos caminar en la Palabra y caminar en la Palabra y
caminar en la Palabra. No podemos cansarnos de hacer esto. Tenemos el gozo de
vivir por la Palabra de Dios ahora, y tendremos el gozo de cosechar las
recompensas de nuestro andar de calidad por toda la eternidad.
Versículo 9:
No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo [en
el tiempo apropiado] segaremos, si no desmayamos.
Dios dice que usted va a cosechar si no desmaya, si no se
cansa de hacer el bien. Desmayar es
renunciar y decir: “Oh, estoy tan cansado de ser bueno con la gente”. En ese
momento perdemos la grandeza de sobrellevar los unos las cargas de los otros.
La convicción en la Palabra de Dios debe estar en nuestras almas para servir
incluso cuando nuestras emociones nos asedian para no servir.
Versículo 10:
Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y
mayormente a los de la familia de la fe.
*Efesios 2: 8 y 9: “Porque por gracia sois salvos por medio
de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que
nadie se gloríe.”
Romanos 6:23:
Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en
Cristo Jesús Señor nuestro.
Hemos de hacer el bien a todos cuando se presente la
ocasión, “según tengamos oportunidad”. El resto del versículo dice que debemos
hacer el bien, “y mayormente a los de la familia de la fe”. Hemos de gastar o
invertir nuestro tiempo, energía y recursos haciendo el bien a los creyentes.
En contraste, no hacemos mal a nadie, sino que hacemos el bien a todo el mundo
cuando tengamos la ocasión. Este es el epítome de una vida de calidad para un
creyente. Esa es una vida llena de fruto espiritual.
Pablo termina la epístola a los Gálatas, señalando las
marcas físicas que él había recibido de los hombres.*
Gálatas 6:17:
De aquí en adelante nadie me cause molestias; porque yo
traigo en mi cuerpo las marcas del Señor Jesús.
La palabra “marcas” en el texto es la palabra griega stigma,
el sello o marca de un esclavo. En el Este, cuando un esclavo era comprado, él
tenía la marca de su amo, stigma, puesto en el lóbulo de la oreja o en la
frente. Pablo utiliza figurativamente las “marcas” para demostrar que su amo,
el Señor Jesús, fue dado a conocer por las características de calidad evidentes
en su propia vida. El stigma no quiere decir que Pablo había sido marcado
literalmente con un hierro de marcar. Una persona podría ser físicamente
marcada por todo el cuerpo, pero eso no muestra o quiere decir que ame a Dios.
Usted puede escribir en su frente: “Yo amo a Dios”, pero eso no significa que
usted realmente ame a Dios. ¿Qué es lo que tiene usted en su interior?
Pablo vivió por el espíritu y por lo tanto, manifestó el
fruto del espíritu. Él vivió una vida de dedicación llena de amor y servicio.
Por su denodado testimonio, Pablo fue arrojado en prisión y finalmente
ejecutado, pero nunca renunció a la verdad de Dios o Su Palabra. Esa es una
marca de calidad.
¿Qué tiene usted en su interior? ¿Cómo es que la nueva
creación, el Cristo en usted, se manifiesta en el mundo de los sentidos? ¿Está
usted dando fruto espiritual? ¿Sobrelleva usted las cargas de los demás?
¿Restaura con mansedumbre a aquellos que tropiezan?
¿Camina por el espíritu? ¿Es usted fiel a hacer el bien?
¿Hace el bien a todos, pero especialmente a los creyentes? Todas estas cosas le
dan a usted la maravillosa marca de una vida de calidad, de una vida vivida
para el Dios Todopoderoso.
Debemos caminar de acuerdo a la Palabra de Dios; debemos
permanecer comprometidos con Dios y Su Palabra. Parémonos firmes por la Palabra
de Dios, con humildad, con amor, con fidelidad. Entonces nuestras vidas
mostrarán claramente la marca de calidad. Cuando producimos en nuestras vidas
esa marca de calidad, entonces estamos mostrando el sello distintivo de Dios.
El más excelente sello distintivo de todos, está en nosotros.
*II Corintios 11:23-27
Traducción por Claudia Juárez Garbalena
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