PARTE II
De "ORDENA MIS PASOS CON TU PALABRA"
Por V.P. Wierwille
EL ORDEN DE DIOS PARA EL LIDERAZGO
Debido a que Dios es un Dios de orden, Él dio directrices
específicas en relación con el liderazgo entre los creyentes. El capítulo 4,
“Las Cualidades de un líder espiritual”, es un estudio del primer capítulo de
Tito. Tito 1 específica a los creyentes las características que una persona
debe demostrar antes de que esa persona sea designada como un líder. Dios no se
limita a declarar las cualidades requeridas para el liderazgo espiritual, sino
que estas cualidades son de nuevo enunciadas en el tercer capítulo de I
Timoteo, que es el centro de “Los requisitos o cualificaciones para la
ordenación”, estableciendo así y enfatizando estas cualidades necesarias.
Romanos 13: 1 dice que nosotros, los creyentes, hemos de
sujetarnos a “las autoridades superiores”. Mucha gente ha enseñado erróneamente
que estas “autoridades superiores” se refieren a personas en altos cargos
políticos. El capítulo 6, titulado “Las autoridades superiores de Romanos 13”,
contiene el conocimiento inspirador de que las autoridades superiores son los
líderes espirituales dentro del Cuerpo de Cristo.
Después de un período de tiempo, el liderazgo en el Cuerpo
cambia a medida que cada generación nace, vive y muere. Así nuestro Dios provee
ordenadamente una sucesión del liderazgo dentro del Cuerpo. En “La
Transferencia de Liderazgo” observamos cuando llegó la época de Josué. Dios
estuvo preparando a Josué durante un período de tiempo para tomar las
responsabilidades de liderazgo después de la muerte de Moisés.
Conocer y seguir los lineamientos de Dios en la selección,
ordenación, el respeto o estima y la transferencia del liderazgo es de gran
importancia. Dios no ha dejado estos temas en la oscuridad. Él claramente los
delinea en su Palabra para que podamos cumplir con Sus instrucciones y
beneficiarnos plenamente siguiendo Su camino.
LAS CUALIDADES DE
UN LÍDER ESPIRITUAL
Capítulo Cuatro
En la Palabra de Dios hay siete libros escritos por el
apóstol Pablo que se conocen como las Epístolas a la Iglesia: Romanos,
Corintios, Gálatas, Efesios, Filipenses, Colosenses y Tesalonicenses. Estas son
seguidas por lo que se conoce como las Epístolas Pastorales de Pablo: Timoteo,
Tito y Filemón. Y estas son seguidas por las Epístolas Generales hechas por
varios escritores: Hebreos, que fue escrita por Pablo, y después, Santiago,
Pedro y Juan.
En este estudio quiero observar algunas verdades
concernientes al liderazgo espiritual que están dirigidas a nosotros como hijos
de Dios en la epístola de Pablo a Tito. La razón por la cual estas verdades son
aplicables a nuestra vida es que nosotros, como Tito, somos seres humanos
renacidos del Espíritu de Dios que necesitan instrucción personal para nuestra
relación individual con Dios. El Dios que habló a los hombres y mujeres en los
tiempos bíblicos, sigue siendo el mismo Dios hoy. Por lo tanto, estas
escrituras son revelación dinámica para cada uno de nosotros, y en especial
para los que ocupan puestos de liderazgo en la Iglesia.
Pablo comienza esta epístola a Tito, identificándose a sí
mismo.
Tito 1:1
Pablo, siervo de Dios y apóstol de Jesucristo, conforme a la
fe de los escogidos de Dios y el conocimiento de la verdad que es según la
piedad.
“Pablo, siervo de
Dios…” Durante la Era de la Gracia, una persona no puede ser un siervo de Dios,
uno que sirve a Dios, hasta después de que él o ella han llegado a ser un hijo
de Dios. ¿Cómo podría usted servir a Dios si no es renacido? Usted no podía
servir o participar en su familia terrenal hasta que nació dentro de ella. Lo
mismo sucede con la familia de Dios. Usted debe ser renacido antes de que pueda
servir a Dios.
Tito es la única epístola en la Biblia en que la revelación
de Pablo comienza diciendo: “Pablo, siervo de Dios”. En ningún otro lugar Pablo
comienza una epístola identificándose como “un siervo de Dios”. Y esta carta
está dirigida a un solo individuo, a Tito, un líder en la Iglesia. Pablo
escribe muy personalmente porque al él tocar la vida de una persona, puede
afectar la vida de muchas otras personas.
La carta de Pablo continúa, “y apóstol”. Ahora, un apóstol
de Jesucristo es uno que es enviado por Dios para traer nueva luz a su
generación. Pablo trajo nueva luz a la Era de la Gracia. Pablo era un apóstol
“conforme a la fe”. Esta fe, es la familia de la fe. La fe que cada persona
recibe cuando él o ella renacen es la fe de Jesucristo. La epístola a Tito
continua diciendo: “conforme a la fe de los escogidos de Dios”, de los seleccionados
por Dios. Ser escogido por Dios trae a colación el tema de la predestinación.
El tema de la predestinación tiene una base muy simple,
llamada, la presciencia de Dios. Predestinación sin previo conocimiento haría a
los seres humanos peones de Dios. De hecho, algunas personas explican la
predestinación de esta manera, una enseñanza que es totalmente errónea. Nuestro
Dios no elige a algunos de nosotros para el cielo y a otros para infierno. Más
bien, Él sabe de antemano, por Su presciencia, las elecciones que vamos a
hacer. Cada persona dispone en su propia mente si él o ella quiere ser salvo e
ir al cielo o quedarse no salvo y aceptar las consecuencias. Cada uno decide si
creer a Dios o rechazarlo. Pero debido a que Dios sabe quién va a creer y a
renacer, esos individuos, fueron escogidos de Dios antes de la fundación, o
derribo,* del mundo registrado en Génesis 1.
“Pablo, siervo de
Dios y apóstol de Jesucristo, conforme a la fe de los escogidos de Dios y el
conocimiento de la verdad que es según la piedad.”
“Conocimiento” es
“el conocimiento correcto y preciso”. Y “piedad” es nuestra relación espiritual
vital con Dios porque conocemos la Palabra de Dios correctamente dividida.
Una traducción interlineal de Tito 1:1 es como sigue: “Pablo
esclavo de Dios, y apóstol de Jesucristo, de acuerdo a [la] fe de los elegidos
de Dios y al conocimiento de [la] verdad que [es] de acuerdo a la piedad” * *
“De acuerdo a” indica “el estándar de” y “piedad” es “devoción, santidad”. Qué
versículo tan maravilloso.
Versículo 2:
En la esperanza de la vida eterna, la cual Dios, que no
miente, prometió desde antes del principio de los siglos.
En el mismo momento en que usted renació, recibió vida
eterna. Esta vida eterna es lo que Dios tenía en mente antes de que Él creara
los cielos y la tierra. Dios, Quien no miente, ni tampoco puede mentir,
prometió vida eterna antes de la fundación del mundo. Ahora, el momento en que
usted renació recibió vida eterna. Pero ¿podían las personas tener vida eterna
antes del día de Pentecostés, antes de que fuera posible ser renacido? Sí, “la
salvación” estaba disponible antes del día de Pentecostés, pero no era posible
“renacer”. En los tiempos del Antiguo Testamento, las personas fueron salvas
cuando ellas creían en la venida del Señor Jesucristo. Dios contó su creencia
por justicia, como dice en Romanos 4:5-9.
Ahora, Pedro, Andrés, Santiago, Juan, Felipe, y el resto de
los doce apóstoles de Jesucristo, además de sus numerosos discípulos, no
pudieron renacer durante el período de los Evangelios porque el nuevo
nacimiento no estaba aún disponible mientras Jesucristo caminaba en esta
tierra. Pero ellos podían ser salvos por creer en Jesús como el Mesías, el Hijo
de Dios. Jesucristo vino para hacer posible el nuevo nacimiento. Se hizo
disponible después de que él ascendió y se sentó a la diestra de Dios.
Entonces, el plan de salvación estuvo completamente completo, por lo que Dios
fue capaz de hacer disponible el nuevo nacimiento en el día de Pentecostés.
*Efesios 1:4 “Según nos escogió en él antes de la fundación
del mundo [katabole derribo o caída], para que fuésemos santos y sin mancha
delante de él,
** Nuevo Testamento Griego- inglés (1877; reedición ed,
Londres: Samuel Bagster e hijos, 1970).
Una vez que algo llega a estar disponible, cualquier persona
que cumpla los requisitos puede tenerlo. Una vez que el nuevo nacimiento estuvo
disponible, todo aquel que así lo deseó pudo renacer. Otro ejemplo de esta
verdad de la disponibilidad es la diferencia entre “creer” (o “fe”, como la
palabra griega pistis se traduce a menudo) y “esperanza”. Creer pertenece a lo
que está disponible ahora. Esperanza anticipa algo que definitivamente estará
disponible en algún momento en el futuro.* Esperanza se refiere a algo que una
persona no puede tener ahora, pero que es parte del futuro, tal como el retorno
de Cristo. Nosotros esperamos el retorno de Cristo, que no está disponible
todavía.
Tito habla de la “esperanza de la vida eterna”. La razón por
la cual la palabra “esperanza” se utiliza aquí, es que la plenitud de nuestra
vida eterna está todavía en el futuro. Y la razón por la que tenemos esa
esperanza futura es que pertenecemos a Dios ahora.
Tito 1:2
En la esperanza de la vida eterna, la cual Dios, que no
miente, prometió desde antes del principio de los siglos.
Dios no miente; de hecho, Él no puede mentir. Y Él nos
prometió vida eterna. Así que podemos esperarla con certeza a lo largo de todas
las edades.
Versículo 3:
Y a su debido tiempo manifestó su palabra por medio de la
predicación…
Dios manifestó Su Palabra, Su logos, a través de la
predicación, o proclamación. Y este sigue siendo el más grande método de
difusión de la Palabra de Dios. Alguien tiene que levantarse y exponer la
Palabra de Dios, palabra por palabra y línea por línea. Esa es la proclamación,
y así es como Su Palabra se manifiesta de manera que usted pueda conocerla.
... manifestó su palabra por medio de la predicación que me
fue encomendada…
La traducción literal de la frase “que me fue encomendada”
es “que me fue confiada”. La responsabilidad de predicar la Palabra de Dios le
fue confiada a Pablo.
... [que me fue confiada] por mandato de Dios nuestro
Salvador.
Al apóstol Pablo se le encomendó la predicación de la
Palabra de Dios de acuerdo con el mandamiento de Dios. Dios dijo: “Pablo,
predica”. Pablo llevó a cabo esto porque era “el mandamiento de Dios nuestro
Salvador”.
*Romanos 8:24 y25 Porque en esperanza fuimos salvos; pero la
esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo?
Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos.
Dios es nuestro Salvador; pero Su Hijo, Cristo Jesús,
también es nuestro salvador ya que a través de sus logros se hizo posible para
nosotros reconciliarnos con Dios. La obra de Jesucristo cumplió la voluntad de
Dios para la humanidad.
Versículo 4:
A Tito, [mi] verdadero hijo en la común fe.
La común fe es la fe que es común a todos los creyentes.
Cuando renacemos del Espíritu de Dios y pertenecemos a la familia de Dios, esa
es la común casa de la fe. Usted la tiene; yo la tengo; todo el mundo que ha
nacido en la familia de Dios tiene esa común fe.
... Gracia [favor divino], misericordia y paz, de Dios Padre
y del Señor Jesucristo nuestro Salvador.
Ahora, un hombre puede tener gracia (el favor divino de
Dios) y vivir a regañadientes o quejándose. Él puede tener la misericordia de
Dios, y sin embargo, él mismo ser despiadado, inclemente. Él puede tener la paz
de Dios y vivir sin ninguna paz en él. Eso no sería culpa de Dios; eso sería
culpa del hombre al no reconocer lo que Dios le ha dado, y por que no ha
renovado su mente para vivir de acuerdo a ello.
La palabra “Señor” en la frase “del Señor Jesucristo” no
aparece en la mayoría de los textos críticos griegos, y las palabras “Jesucristo”
están invertidas. Así que la frase entera debe decir simplemente: “Cristo
Jesús”. El primer versículo de Tito dice “Jesucristo”; el versículo 4 dice
“Cristo Jesús”. Nosotros somos siervos de Jesucristo mientras le ministramos a
la gente, pero nosotros somos Hijos de Dios en Cristo Jesús. “Jesucristo”
enfatiza el andar de Jesús en la tierra, al humillado, a aquel que sirvió.
“Cristo Jesús”, enfatiza al exaltado, al Cristo glorificado, con quien hemos
sido exaltados.
Podemos hablar de la precisión de la ciencia, pero realmente
no hemos visto ninguna precisión hasta que nos fijamos en la perfección de la
incomparable Palabra de Dios. Esa Palabra está puesta como un diamante, pero la
gente la ha pasado de largo porque no ha podido comprender su profundidad. La
Palabra de Dios es demasiado grande, demasiado vasta y es estupenda.
Nosotros somos en Cristo Jesús lo que el unigénito Hijo de
Dios es. Cristo Jesús completó una
misión. La Palabra de Dios dice que cuando él fue bautizado, nosotros fuimos
bautizados con él. Cuando él murió, nosotros morimos con él. Cuando él fue
sepultado, nosotros fuimos sepultados con él. Cuando él resucitó, nosotros
resucitamos con él. Cuando él ascendió, nosotros ascendimos con él. Cuando él
se sentó a la diestra de Dios, nosotros nos sentamos con él. Esto es lo que
Jesucristo hizo por nosotros.
A veces se nos dice que debemos “cargar nuestra cruz”.
¿Quién sería capaz de soportar o llevar la cruz que Cristo cargó? Nadie sino el
unigénito de Dios. Cuando la Biblia habla acerca de tomar nuestra cruz y
seguirlo, se está refiriendo a asumir nuestras responsabilidades. Jesucristo
murió para que nosotros pudiéramos vivir. Él cargó los pecados de la humanidad
a fin de que usted y yo pudiéramos llevar el amor de Dios a la humanidad. No
tenemos que cargar nuestros pecados. Nadie lo hace. Jesucristo ya los cargó. Él
cargó la cruz del dolor para que pudiéramos cargar la cruz de la liberación. Él
llevó la cruz de la envidia para que pudiéramos llevar la cruz de responder gozosamente
con amor. Verá usted, él cargó todas esas cosas pesadas para que usted y yo
pudiéramos llevar todas las cosas buenas y gloriosas. Él murió para que
nosotros pudiéramos vivir. Él vino para que tengamos vida y para que la
tengamos en abundancia.
Versículo 5:
Por esta causa te dejé en Creta [habla Pablo], para que
corrigieses lo deficiente [cosas que estaban inconclusas o pendientes por
hacer]…
Las iglesias en Creta, una isla del Mediterráneo, eran
iglesias jóvenes. Y Pablo dijo a Tito: “Te dejé allá en Creta para poner en
orden las cosas que aún era necesario que se hiciesen”.
... y establecieses [u ordenases] ancianos en cada ciudad,
así como yo te mandé.
A Tito se le dijo que estableciera u ordenara ancianos.
“Ordenar” es establecer personas en posiciones de responsabilidad. La palabra
“anciano” denota a un líder que no es un recién llegado, un neófito, un novato,
alguien que es una promesa. Un líder, o anciano, se refiere a alguien que ha
sido sazonado, que es experimentado, porque ha tenido tiempo de arraigarse en
la Palabra de Dios. La palabra “anciano” describe a alguien que es mayor en
experiencia, [alguien que ha tenido una mayor exposición a la verdad de la
Palabra de Dios, la edad cronológica no es mencionada. No dice que una persona tenga
que ser tan viejo como Matusalén para ser un anciano; ser ordenado como un
anciano tiene que ver con la calidad de alguien como creyente, no está hablando
de la edad.
La palabra “anciano” en el Antiguo Testamento tiene el mismo
uso que la palabra “obispo” y “anciano” en el Nuevo Testamento. En otras
palabras, los ancianos de la época del Antiguo Testamento sirvieron en las
mismas funciones que los obispos y ancianos en el período del Nuevo Testamento.
La palabra “anciano” hace hincapié en la dignidad de la posición, mientras que
el “obispo” enfatiza la función del oficio.
“…Ordena o establece
ancianos en cada ciudad…” En griego literalmente significa “de ciudad en
ciudad” o “ciudad por ciudad”. La ordenación de un anciano no ocurrió en todas
las ciudades. No todas las ciudades en Creta tenían un grupo de creyentes. Y la
Palabra de Dios, a través de Pablo a Tito, fue ordenar a una persona
responsable de manejar, de hacer funcionar cada congregación local existente,
si había allí un creyente cualificado.
A continuación, la Palabra de Dios en Tito 1 procede a decir
cuáles son los requisitos de un anciano.
Versículo 6:
El que fuere irreprensible [anenkl‘tos, “sin culpa”]….
Esto no quiere decir “sin fallos”. Dice “sin culpa”. Ninguno
de nosotros nunca va a vivir sin fallos, sin pecados que se van arrastrando.
Pero nuestras faltas no deben ser de la magnitud para ser merecedores de
acusaciones; “nada atribuido o encontrado a uno que está a cargo” es el
significado en griego.
... marido de una sola mujer, y tenga hijos creyentes
[firmes] que no estén acusados de disolución [asÇtia, con carencia de modales y
moral] ni de rebeldía [anupotaktos, insubordinados, rebeldes, desobedientes,
testarudos, perversos].
Un líder debe tener una sola esposa y a sus hijos bien
educados. Si usted, como padre o madre de una familia cristiana, no puede
cuidar de su propia descendencia, usted no tiene derecho a dirigir a otras
personas. Si usted no puede dirigir a sus propios hijos y hacer que le
respondan, que reconozcan su autoridad, ¿cómo usted podría dirigir el Cuerpo de
la Iglesia de Dios?
Versículo 7:
Porque es necesario que el obispo sea irreprensible
[anenkl‘tos], como administrador [oikonomos] de Dios; no soberbio [authad‘s]…
Un administrador de Dios es una persona responsable de
administrar parte de la Casa de Dios. Y el administrador de la casa de Dios no
puede ser soberbio, obstinado y empeñado en hacer las cosas a su manera.
... no iracundo [orgilos]...
La palabra para “iracundo” es orgilos que puede ser
traducida como “tener una acumulación de emociones que se dejan infectar, que
se dejan pudrir o que se amarga hasta el punto de buscar venganza”. Así que una de las cualidades de
un administrador de la casa de Dios es que él o ella no se vuelven emocionales
hasta el punto de desear el castigo o la venganza.
... no dado al vino [m‘paroinos]…
Eso no significa que un obispo no puede beber un poco de
vino, pero sí significa que es templado, moderado, en beber vino. Él no es
propenso a abusar del vino. Eso es lo que dice la Palabra.
... no pendenciero [pl‘kt‘s]…
Un líder no debe ser contencioso o agresivo.
... no codicioso de ganancias deshonestas [aischrokerd‘s].
“Ganancias
deshonestas” se refiere al amor al dinero. No hay nada malo con el dinero
mismo. No es el dinero la raíz de todos los males. I Timoteo 6:10 dice que es
el amor al dinero la raíz de todos los males. ¿Por qué? Porque una persona que
ama el dinero nunca puede conseguir bastante de él, y el dinero se convierte en
un fin en sí mismo en lugar de un medio para una meta digna.
La palabra griega traducida como “codicioso de ganancias
deshonestas” literalmente significa “codicia deshonrosa o sacar ventaja”. Un
administrador de Dios no debe ser codicioso de ganancias deshonestas.
Los versículos 6 y 7 de Tito 1, detallan algunas de las
cualidades que un anciano u obispo deben evitar. Ahora, los versículos 8 y 9
enlistan las cualidades que un obispo debe demostrar.
Versículo 8:
Sino hospedador [philoxenos]...
Un anciano, o un obispo, es uno que ama ser hospitalario,
que es amable con los extraños, y que hace sentir bienvenidos los que entran en
su casa.
... amante de lo bueno [philagathos, de las cosas buenas]…
En otras palabras, un obispo debe ser un amante de lo que es
bueno. Muchas Biblias tienen la palabra “cosas” en el centro de referencia.
... sobrio [sÇphrÇn]...
El texto significa literalmente: “de una mente sana”. Los
matices añadidos de tener una mente sana
son ser discreto, sensato [cuerdo, equilibrado], que pone freno a los deseos e
impulsos, que es auto-controlado, [que tiene dominio propio].
. . . justo [dikaios], santo [hosios], dueño de sí mismo
[enkrat’s].
La palabra griega para “justo” significa “equitativo”,
“honesto” o “imparcial”. “Santo” significa “no contaminado por el pecado y la
maldad”. La palabra griega para “dueño de sí mismo” significa “que tiene un
fuerte dominio de sí mismo”. Por lo tanto un líder ha de ser imparcial, sin
mácula (incontaminado), y dueño de sí mismo o de sí misma.
Versículo 9:
Retenedor de la palabra fiel…
Retenedor de la palabra fiel significa que no le permitimos
a nadie que nos saque fuera de la Palabra de Dios; y que ni siquiera nos
permitimos a nosotros mismos salir fuera de ella. La Palabra fiel debe ser
retenida progresivamente antes de que pueda ser expuesta en enseñanza.
Versículo 9:
Retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para
que también pueda exhortar con sana enseñanza [creencia correcta] y convencer
[elenchÇ, condenar (hacer consientes de su pecado y culpabilidad), refutar] a
los que contradicen.
Una traducción
interlineal del griego dice: “Reteniendo la palabra fiel de acuerdo a la
enseñanza, a tal punto que pueda ser capaz tanto de alentar con la sana
enseñanza, como de convencer a aquellos que contradicen”.* La palabra “enseñanza” es “doctrina” y “sana”
es “incorruptible”. Los ancianos están para adherirse a la Palabra de Dios,
para que por medio de la doctrina incorrupta puedan exhortar a cualquier
persona que escucha, y puedan condenar [hacer consientes de su pecado y
culpabilidad] o refutar a aquellos que contradicen. ¿Cómo se puede condenar a
los contradictores? Por medio de la sana doctrina, por la enseñanza sin
errores. Un líder puede tanto estimular a la gente, como invalidar a los que
contradicen con la sana doctrina.
Versículo 10:
Porque hay aún muchos contumaces [anupotaktos], habladores
de vanidades [mataiologos] y engañadores
[phrenapates], mayormente los de la circuncisión [los legalistas de Judea].
Hoy tenemos el mismo tipo de contradictores. Algunos son
indisciplinados, insubordinados y rebeldes. Otros son habladores de vanidades,
es decir, su conversación son inútiles, sin provecho, y se caracterizan por
debates sin valor. Los contradictores engañan las mentes de las personas.
Versículo 11:
A los cuales [los que contradicen] es preciso tapar la boca
[epistomizÇ, amordazarlos]; que trastornan [anatrepÇ, que derriban o destruyen]
casas enteras, enseñando por ganancia
deshonesta [aischros kerdos, a base de ganancias deshonrosas o deshonorables]
lo que no conviene.
Las personas
rebeldes, los habladores de vanidades y engañadores causan los problemas en los
hogares; destruyen familias con el error. Y lo hacen por ganancias deshonrosas.
Un anciano debe ser capaz de amordazar a tales destructores.
Versículo 12:
Uno de ellos, [aun siendo] su propio profeta, dijo: Los
cretenses [son], siempre mentirosos, malas bestias [violentos, salvajes],
glotones ociosos [argos gast‘r, glotones perezosos].
Esto no es un cumplido para la gente de Creta. Uno de sus
propios conciudadanos describió a sus compatriotas como mentirosos, bestias y
glotones perezosos. Los creyentes no deben ser así; deberían ser exactamente lo
contrario, de acuerdo con la Palabra de Dios.
Versículo 13:
Este testimonio es verdadero…
Pablo dice que la observación sobre estos cretenses era
precisa. Así eran ellos. Eran mentirosos y bestias salvajes y glotones ociosos.
Por lo tanto, los líderes fueron a reprenderles con rigor, diciéndoles que
debían ir a trabajar, que dejaran de estar inactivos, que pararan de mentir, y
que dejaran de comportarse como bestias salvajes.
Versículos 13 y 14:
Este testimonio es verdadero; por tanto, repréndelos
[elen-chÇ, condénalos, refútalos] duramente [apo-tomÇs] para que sean sanos en
la fe [en la familia de la fe],
No atendiendo a fábulas judaicas [de los de Judea], ni a
mandamientos [muthos, mitos] de hombres que se apartan de la verdad.
* The Englishman’s Greek New Testament.
El líder estaba ahí para reprender a los cretenses
directamente, de frente, para que pudieran vivir sin errores en la familia de
la fe y para que ellos no prestaran atención a las fábulas de los de Judea o a
los mandamientos de los hombres que estaban llevando a las personas lejos de la
verdad.
Versículo 15:
Todas las cosas son puras para los puros, mas para los
corrompidos e incrédulos nada les es puro; pues hasta su mente [su
entendimiento] y su conciencia están corrompidas.
En el griego, está claro que este versículo 15 comienza un
nuevo tema. Literalmente, dice: “Todas las cosas [son] puras para los puros”.
Dios está todavía asesorando al líder para que él entienda lo contaminados que
estaban los cretenses. Ellos no eran puros. Ellos estaban llenos de manchas e
incredulidad, así que nada era puro para ellos.
Versículo 16:
Profesan [los corrompidos e incrédulos] conocer a Dios, pero
con [a través de] los hechos lo niegan, siendo abominables [bdeluktos,
detestables] y rebeldes [apeith‘s, que se les dice la verdad pero la rechazan],
reprobados [adokimos, indignos] en cuanto a toda buena obra.
Los impuros dicen que conocen a Dios, pero con sus acciones
lo niegan porque son detestables, rechazan la verdad, y son indignos para toda
buena obra.
Este es un hermoso capítulo en el que Pablo enseña a Tito la
base sobre la cual elegir a los líderes espirituales de Creta. Un buen líder es
verdaderamente un siervo, un hijo de Dios que elige servir a Dios a través de
ministrar a los hombres y mujeres. Qué grandes cualidades un anciano, o un
líder deben tener. Todos nosotros necesitamos pensar en estas cualidades y
construir la grandeza de este conocimiento en nuestras mentes. Seamos o no
ordenados como un anciano, cada uno de nosotros debe trabajar en desarrollar
las sanas cualidades establecidas en Tito 1: ser irreprensible, no soberbio, no
iracundo o en busca de venganza, ni con deseo de castigar, no intemperante, no
pendenciero (contencioso), no codicioso de ganancias deshonrosas, un amante de
la hospitalidad, un amante de lo bueno, con una mente sana, ecuánime, imparcial
y equitativo, no contaminado o manchado por el pecado y la maldad, y con
dominio de sí mismo. Debemos aferrarnos a la doctrina sin errores para animar,
exhortar y alentar a los oyentes, y para refutar a los que contradicen. Esta
gran sana doctrina de la Palabra de Dios tiene el poder de Dios detrás de ella;
la Palabra puede llevar las vidas de hombres y mujeres desde el valle de la
mera existencia y colocarlos en el más alto camino a la gloria.
Agradecemos a Dios por exponer estos lineamientos para el
liderazgo para que podamos examinar nuestras propias vidas y andar, y
establecer las normas de la Palabra para nosotros mismos.
Traducción por Claudia Juárez Garbalena
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