martes, 18 de noviembre de 2014

Capítulos 2 y 3 de
"La Iglesia Nueva y Dinámica"
Por Victor Paul Wierwille


El Compromiso incondicional

Romanos 10 contiene el compromiso incondicional.

Romanos 10:9,10:
que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.

Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.

Cuando un hombre confiesa con su boca que Jesús es el señor y cree en su corazón* que Dios levantó a Jesús de los muertos, Dios crea un nuevo espíritu en ese hombre que antes de esta confesión tenía solamente cuerpo y alma.**  En el momento en que usted cree en lo más profundo de su ser que Dios levantó a Jesús de los muertos, usted es salvo--tiene vida eterna dentro de sí.

Este es el milagro de la conversión, el nuevo nacimiento, un milagro de Dios mediante el cual un hombre o una mujer de cuerpo y alma se vuelve una nueva creación en él, teniendo así cuerpo, alma y espíritu.

Que un hombre crea en su corazón que Dios levantó a Jesús de los muertos es "creer para justicia". Solamente después de que una persona cree para justicia le es posible confesar que Jesús es el señor. En esta confesión yace la salvación que un hombre recibe porque él cree.

¿Qué quiere decir la palabra "salvación"? Quiere decir integridad o sanidad: mental, física, espiritual. Colosenses 2:10 define "integridad" como "completo". Dios nos ha hecho "completamente completos", teniendo todas las cosas necesarias en esta vida y en aquella que está por venir.

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*“Corazón es la figura literaria catachresis y quiere decir: “la parte más íntima de la mente”.

 **2 Pedro 2:12 y Judas 10 se refieren a los hombres de cuerpo y alma como "animales irracionales".
Justicia, por otro lado, es nuestra habilidad dada por Dios de estar y andar ante Dios sin ningún sentido de pecado, culpa o miedo. La justicia es nuestra por creencia única y exclusivamente. Nosotros no hacemos obras para obtener la justicia; pues si lo hiciéramos, sería algo ganado. No podemos hacer obras para obtener la justicia; simplemente aceptamos la justicia de Dios como un don. El compromiso incondicional da tanto justicia como integridad.
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Efesios 2:8,9:
Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;

no por obras, para que nadie se gloríe.

Efesios 4:7:
Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo.

Todos los creyentes renacidos tienen "la fe de Jesucristo" que es la medida dada a cada uno cuando cree.* Después de que una persona ha confesado con su boca al señor Jesús y ha creído en su corazón que Dios levantó a Jesús de los muertos, esa persona es un hijo privilegiado de Dios con acceso a todas Sus promesas. Todos los creyentes renacidos tienen el derecho legal y la oportunidad de recibir lo que Dios ha hecho disponible. Todos tienen la misma justicia, la misma cantidad de fe y la misma perfección ante Dios.

¿Cree usted que Dios es poderoso para hacer todo lo que ha prometido? Si usted lo cree, verá poderosas señales, milagros y maravillas en su vida. Usted debe creer que Dios no solamente es capaz sino también deseoso de hacer lo que El ha prometido.

Efesios 1:7:
en quien [Jesucristo] tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia.

Tenemos redención por su sangre según las riquezas de Su gracia. ¿Cree usted que Dios es rico en gracia? "Porque de tal manera amó Dios... que ha dado a su Hijo unigénito..." Eso es ser rico en gracia, ¿no le parece? A mí sí. Efesios dice que hemos recibido redención así que no tenemos que suplicarle a Dios que nos la dé. La única cosa que tenemos que hacer es recibirla.
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* Romanos 3:22 “la justicia de Dios por medio de la fe en [de] Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia”.
Romanos 12:3 “Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno”.
 Gálatas 2:20 “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí”.
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Colosenses 1:13,14:
el cual nos ha librado [tiempo pasado] de la potestad de las tinieblas, y trasladado [tiempo pasado] al reino de [por] su amado Hijo,

en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados.

Si Dios nos ha librado de la potestad de las tinieblas (eso es, la potestad de Satanás), ¿cómo podemos estar todavía bajo esa potestad siniestra? Si hemos sido librados, ¿para qué seguir buscando liberación? ¿Para qué esperar liberación cuando ya se ha hecho disponible? Satanás no tiene derecho legal alguno sobre un creyente porque todos los creyentes han sido librados de la potestad de Satanás por medio de Jesucristo. Cuando creemos podemos apropiarnos de lo que Dios logró para nosotros cuando nos rescató de la potestad de Satanás. Así que la próxima vez que se enferme, diga: "Un momento, dolor de cabeza [resfriado, o cualquier síntoma negativo que sea], no tienes poder alguno sobre mí. Fuiste derrotado hace más de mil novecientos años. Lo dice la Palabra y yo creo la Palabra; por lo tanto, vete de mí". Cuando tenemos salvación, tenemos integridad, incluso integridad física, si simplemente la aceptamos.

A excepción de la Palabra revelada de Dios, no tenemos nada en lo cual estar firmes para obtener nuestra integridad. Cuando estamos firmes en la Palabra tenemos solamente una manera de vivir: la de Cristo Jesús. En él tenemos integridad.

2 Corintios 5:7:
(porque por fe [creencia] andamos, no por vista).

La Biblia dice que hemos de creer primero, y entonces veremos. Estamos firmes en la Palabra y declaramos la Palabra. Si yo oro por los enfermos y nadie es sanado, continúo orando por los enfermos porque la Palabra dice que la sanidad está disponible. Si nadie creyera en recibir el poder proveniente del Espíritu Santo, yo seguiría enseñando acerca del Espíritu Santo de todos modos porque la Biblia amonesta en Efesios 5:18: “No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu”. Debemos andar creyendo las promesas de la Palabra de Dios; entonces nos está garantizado el cumplimiento de la promesa aun cuando es posible que no veamos los resultados inmediatamente.

Al pertenecerle a Cristo, usted es un hijo de Dios. En el momento en que usted se vuelve un hijo de Dios, pasa a ser heredero de todo lo que Dios ha hecho disponible.

Romanos 8:17:
Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo...

Entonces, ¿cómo puede usted, como cristiano, hablar negativamente? ¿Cómo puede continuar estando lleno de miedo? ¿Cómo puede vivir en su comunidad y actuar como si estuviera derrotado? Usted no está derrotado. Satanás ha sido derrotado y el poder de Dios está en usted hoy.


Romanos 8:11:
Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros.

¿Quiere usted que su cuerpo sea vivificado--hecho vivo, vital, vigoroso? La Palabra dice que si usted hace el compromiso incondicional de confesar a Jesús como su salvador y señor creyendo que Dios levantó a Jesús de los muertos, no sólo es usted vivificado espiritualmente sino que también su cuerpo físico es vivificado ahora mismo.

Ya que usted tiene adentro el espíritu proveniente de Dios, usted es justo; ya no está separado de Dios. Después de que Dios da todo esto, usted tiene una responsabilidad. El dice que usted tiene que renovar su mente.

Efesios 4:23,24:
y renovaos en el espíritu de vuestra mente,

y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.

Usted no solamente ha de ser renacido del espíritu proveniente de Dios, sino que tiene que cambiar su forma de pensar.

Filipenses 4:8:
Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.

Cambie lo que pone en su mente. Cambiar el alimento que usted está enviando a su mente es "renovar su mente". Piense esas cosas que son verdaderas, honestas, justas, puras, amables y de buen nombre.

Si por su libre albedrío usted acepta a Cristo como su salvador y renueva su mente de acuerdo a la Palabra, usted encontrará que cada palabra que le he escrito es verdad. Le desafío a estar firme en la Palabra de Dios, a declarar su autoridad en Cristo y a reclamar sus derechos.

Romanos 10:11:
La Escritura dice: ningún hombre que crea en él--que se adhiera a, se atenga a y confíe en él--será [jamás] avergonzado o desilusionado. [Traducción amplificada.]

Hagamos nuestro compromiso incondicional; confesemos a Jesús como señor y creamos que Dios le levantó de los muertos. Nunca seremos desilusionados.


Capítulo Tres
Cómo ser un cristiano

EL ALUMNO QUE BUSCA: Durante años he tratado de ser un cristiano. He tratado y he fracasado tantas veces que no voy a tratar de nuevo porque ya no me queda fe para tratar.

EL MAESTRO: ¿Qué es lo que trató usted y en qué ha perdido la fe?

EL QUE BUSCA: Supongo que traté de darle lugar a Dios en mi vida, pero he sido derrotado así que he perdido la fe en mí mismo. Vea usted, yo realmente quería ser un cristiano, tener la presencia, la guía y la ayuda de Dios en la vida. Tomé clases especiales, me uní a la iglesia, me esforcé en ser un cristiano; pero en mi corazón sabía que no había ningún cambio. Fui al altar una y otra vez y sin embargo no recibí nada. Le he implorado tanto a Dios y le he buscado tantas veces que me siento un fracaso total.

EL MAESTRO: ¿Se ha puesto usted a pensar alguna vez que la salvación es un don, que no es necesario que usted vaya a ningún lugar en particular para obtenerla? Usted podría hallar a Dios en cualquier parte, tanto como podría no dar con El en ninguna parte. ¿Se da cuenta de que recibir la salvación no depende de lo que usted haga sino de lo que Cristo Jesús hizo por usted? ¿Se da cuenta de que ser un hijo de Dios, recibir vida eterna, ser salvo, convertido, renacido, es recibir algo en vez de dar algo?

Usted se hace cristiano por medio de recibir un don que le viene directamente desde el corazón mismo de Dios. Usted, al igual que tantos otros, pensaba que recibir a Cristo dependía de lo que usted abandonara, de las cosas a las cuales renunciara, de cuántos pecados confesara. No es cierto.

Usted se hace cristiano creyendo que Dios levantó a Jesús de los muertos confesándole como señor en su vida.

EL QUE BUSCA: Dudo que sea tan sencillo como eso. Yo pensé y oí y se me enseñó que tengo que hacer ciertas cosas y renunciar a otras.

EL MAESTRO: Si eso fuera cierto, entonces usted estaría ganándose la salvación; estaría haciendo obras por ella. No hay nada en la Biblia que indique tal proceso. Mire en Isaías 53:6: "Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros".

Dios está describiéndole a usted así como al resto de nosotros. Usted se ha apartado por su camino. Es por eso que anda perdido. Pero Dios cargó en Jesús el pecado de todos nosotros. Usted no puede salvarse a sí mismo por sus buenas obras y esfuerzos. Dios simplemente cargó en Jesús los pecados suyos. Hasta ahora no se ha exigido nada de su parte, ¿verdad?

Fíjese en Juan 3:16 “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”.

Este es el Padre, Dios, dando a Su Hijo como sustituto por usted y pidiéndole simplemente que crea que Dios hizo esto por usted y que reclame a Jesús como su salvador. El no le pide a usted otra cosa sino que crea, y creer es actuar según lo que la Palabra dice que El hizo por usted.

No, usted no ha pecado tanto que Jesús no pueda salvarle. Fíjese en Su Palabra en Hebreos 7:25 : “por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos”.

Jesús salva perpetuamente, y como se puede dar cuenta usted, aún no se exige obra alguna de su parte excepto creer para recibir lo que El ha hecho.

Romanos 10:9 y 10 dice: “que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación".

Miremos cuidadosamente estos versículos. Si usted confiesa con su boca que Jesús es su señor, usted está actuando según su creencia. Aún no ha hecho obra alguna para su salvación, ¿no es cierto? Esto no es difícil hacerlo, ¿verdad? Su propio camino hasta ahora no ha sido un camino feliz, un camino de gozo y paz, ni ha sido un camino exitoso. Ha sido un camino de privaciones y derrota. Romanos 5:1 dice: "Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo". Somos justificados en él y tenemos paz para con Dios.

Ahora Dios dice que todo esto es suyo y que El quiere que usted cambie de ser el señor de su propia vida: que ceda y que confiese con su boca que Jesús es su señor.

EL QUE BUSCA: Me es fácil hacer eso. Yo sé que Dios envió a Jesús al mundo y que él fue levantado de los muertos. Es fácil confesar que Jesús es el señor.

EL MAESTRO: Si ha confesado que Jesús es el señor, ¿qué dice la Palabra que usted es?

EL QUE BUSCA: Que soy salvo.

EL MAESTRO: ¿Cree usted que Dios levantó a Jesús de los muertos y ha confesado que Jesús es el señor?

EL QUE BUSCA: Yo sí creo, y he confesado. Pero nunca pensé que la salvación fuera tan fácil de recibir. ¿Soy ahora un hijo de Dios?

EL MAESTRO: I Juan 3:2: “Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste... le veremos tal como él es”.

¿Cómo sabe usted que es renacido y que es un hijo de Dios?

EL QUE BUSCA: Porque la Palabra dice que lo soy. Yo creo que Dios levantó a Jesús de los muertos y le confesé como mi señor, así que la Palabra declara que soy un hijo de Dios.

Pero, ¿qué me dice de tener vida eterna?

EL MAESTRO: I Juan 5:13 “Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios”.

¿Cree usted en el nombre de Jesús?

EL QUE BUSCA: Sin duda que sí.

EL MAESTRO: Entonces, ¿qué tiene usted?

EL QUE BUSCA: Yo tengo vida eterna. Ahora sé que de acuerdo a la Palabra no tengo que esperar hasta que muera para averiguar si tengo o no vida eterna. Yo tengo vida eterna ahora.

Pero, ¿qué me dice de esta justificación de Dios que me hace posible estar en Su presencia sin ningún sentido de pecado o culpa o derrota? ¿Tengo eso también?

EL MAESTRO: Fíjese en 2 Corintios 5:21: “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él”.

Dios hizo pecado a Jesús para que usted pudiera llegar a ser la justicia de Dios en él. Si él se hizo pecado por usted, y si usted lo acepta como su salvador (su sustituto), usted es hecho justicia de Dios en él ahora.

EL QUE BUSCA: ¿Han sido dados todos los dones de Dios tan gratuitamente?

EL MAESTRO: Efesios 2:8-10 dice: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas".

EL QUE BUSCA: Nunca soñé que recibir a Cristo pudiera ser así de fácil. Ahora sé que soy una nueva criatura en Cristo, que tengo vida eterna ahora, y que soy justo ante Dios, y que Satanás ya no tiene más poder sobre mí si no le doy lugar.



¡Cómo le doy gracias a Dios por medio de Jesús, mi nuevo salvador y maravilloso señor!

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