jueves, 6 de noviembre de 2014

CAPÍTULOS 4 Y 5 DE
"LA BIBLIA ME LO DICE"
Por Victor Paul Wierwille


La vida sincronizada
      
Cualquier cosa que una persona cree se refleja directamente en lo que confiesa. Lo que una persona confiesa en lo más profundo de su ser es lo que manifiesta en su vida. Si una persona pasa por la vida confesando que tiene gran necesidad, definitivamente tendrá gran necesidad. Si confiesa enfermedad, continuará estando enfermo y afligido debido a la ley de lo que uno cree en lo profundo de su alma con toda seguridad aparece en su vida.
     
La “vida sincronizada” se enuncia sencillamente en esta fórmula: confesión de creencia produce recibo de confesión. Si confiesa con su boca al mismo tiempo que confiesa en su corazón lo que la Palabra dice, usted tendrá poder. Sus oraciones serán respondidas según aplique estas claves en su vida por medio de su acción. De este modo, los recursos abundantes del cielo le son hechos disponibles. Pero, asimismo, si usted simultáneamente confiesa con su boca y con su corazón los negativos de este mundo, manifestará estos negativos que lo lisiarán.
     
Si usted confiesa a Cristo como el señor en su vida, su confesión es una realidad para usted. En su corazón usted sabe que él es señor porque usted creyó que Dios lo ha levantado de los muertos. Cuando usted confiesa que es una nueva criatura en Cristo, las cosas viejas pasan y todas son hechas nuevas de acuerdo con su confesión. Si usted confiesa que es un hijo de Dios y la Biblia dice que es un hijo, entonces usted es un hijo de Dios. Si su confesión es que usted es un heredero del Padre, entonces todo lo que el Padre tiene llega a ser suyo porque está confesando exactamente lo que la Palabra dice.
     
La Palabra declara que el Diablo fue derrotado y está derrotado. Estipula que él no tiene derecho legal alguno sobre el cristiano.  Si Satanás no tiene poder alguno sobre el cristiano, ¿por qué quiere confesar que él tiene poder sobre usted? Cada vez que usted hace una confesión negativa está contradiciendo la Palabra de Dios. Si el poder del Diablo está derrotado, y ciertamente lo está, entonces su poder no puede tocarle cuando usted cree la Palabra. Pero, usted tiene que confesar que conoce el poder de Dios en su vida. Tiene que confesar lo que Dios dice en su Palabra y luego la Palabra llega a ser una realidad en su vida. Cuando quiera que usted se atreva a confesar que usted es lo que la Palabra dice que usted es, y actúe según lo que la Palabra enseña, encontrará que sus oraciones son respondidas.
     
Mientras yo no pueda coordinar mi boca y mi corazón en algún punto confirmado por la Palabra, no tengo poder alguno con Dios. Cuando confieso que Dios no responde a mi oración, que no le caigo bien, que tengo una enfermedad porque Dios me la dio, o que estoy atado por algún mal porque es la voluntad de Dios para mí que sea disciplinado así en la vida, o que tengo que sufrir para la gloria de Dios --entonces no estoy diciendo lo que la Palabra dice y evidenciaré en mi vida el resultado de mi confesión.
     
Salmos 18 contiene un bello símil que ilustra cómo coordinar nuestras mentes y nuestras acciones.

Salmos 18:33
Quien hace mis pies como de ciervas,
Y me hace estar firme sobre mis alturas.
   
Una cierva es uno de los animales más seguros sobre sus patas en el mundo. Cuando ella sube por el costado de una montaña con sus pequeños siguiéndola, toma sus patas traseras y las coloca exactamente en donde sus patas delanteras estuvieron primero para probar si hay piedras sueltas en la cuesta. Si no probara ese declive rocoso con sus patas delanteras, las piedras sueltas le causarían un resbalón y caería en el barranco. De este seguir exacto depende la vida tanto de la cierva como de sus pequeños.
    
“Quien hace mis pies como de ciervas”. El los hace. Esto es, El lo hace para que yo pueda aprender a andar por la Palabra de modo que mis “pies traseros” sigan a mis “pies delanteros (representando la Palabra)”. Así pues, donde la Palabra haya colocado sus pies, allí también pondré yo mis pies.
     
Si usted se mantiene firme sobre la Palabra de Dios y confiesa esa Palabra usted llega a ser lo que la Palabra de Dios dice. Esto es la vida sincronizada.
       
Romanos nos dice cuán queridos y cuán poderosos son los hijos de Dios.

Romanos 8:35-37
¿Quién nos separará del amor de Cristo?
¿Tribulación, o angustia, o persecución,
o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?
Como está escrito:
Por causa de ti somos muertos todo el tiempo;
Somos contados como ovejas de matadero.
Antes, en todas estas cosas
somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
         
No es sólo cuestión de que yo lo diga; Dios lo dijo. ¿Cree la Palabra de Dios? El dijo que usted es más que vencedor por medio de aquel que nos amó.

Romanos 8:38-39
Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte,
ni la vida, ni ángeles, ni principados,
ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,
ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada
nos podrá separar del amor de Dios,
que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

Esta es la Palabra de Dios declarada, confirmada. Cuando usted comienza a confesar esa Palabra, ésta llega a ser una realidad en su vida. Hasta ese momento usted será derrotado en todo aspecto por potestades y principados satánicos a causa de su confesión. Conozca la Palabra, confiese la Palabra y actúe según la Palabra. Eso es lo que se quiere decir por una vida sincronizada.
      
Determine ahora que usted nunca más volverá a hacer una confesión negativa.  Aprenda qué y cómo confesar. Confiese del corazón, con su boca, lo que ha sido confirmado por la Palabra. Confiese lo que la Biblia dice que usted es, no lo que usted piensa que es, no lo que su vecino dice que usted es, no lo que su mejor amigo pueda decir que usted es. Retenga lo que la Palabra dice.
      
Nosotros hemos sido rescatado de la potestad de las tinieblas: Satanás, la maldad y la injusticia.

Colosenses 1:13
El cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas,
y trasladado al reino de su amado Hijo.

La traducción literal de acuerdo al uso es: “el cual nos ha rescatado fuera de en medio del ejercicio o influencia operativa de las tinieblas (reino) y nos ha separado, trayéndonos como ciudadano a Su reino por medio de la obra de su amado Hijo”.
          
La próxima vez que la maldad o los negativos vengan a su mente, declare inmediatamente la Palabra y diga: “Yo confieso que he sido rescatado del poder de las tinieblas por mi señor y salvador Jesucristo”.  Continúe diciendo esto y pronto será una realidad en su vida. Si usted ha sido trasladado al Reino de Dios por medio de la obra de Su amado hijo, entonces no está en el reino del diablo. ¿Piensa usted que puede estar en el Reino de Dios y en el del Diablo al mismo tiempo?  El nos ha rescatado del poder del mal y estamos en el Reino de Dios.
        
Las personas piensan que tienen que luchar para llegar a ser buenas antes de que Dios los bendiga.Yo les aseguro que Dios nunca lo bendecirá debido a lo bueno que usted sea, sino más bien a causa de la creencia que usted tenga. ¿Cómo se deshace  usted de la oscuridad en un cuarto? La oscuridad desaparece tan pronto la luz entra. Así que cuando permitimos que la luz de la Palabra entre en nuestras vidas, la oscuridad se desvanece. No hay nada en la Palabra que diga algo sobre nuestros sentimientos, ella dice crea. Todo lo que Dios ha dado viene a usted por creencia sin respetar cuán bueno o cuán malo sea usted. Eso es amor. Eso es lo que Cristo vino a traer.
        
A medida que actuemos según las promesas de Dios, éstas llegan a ser reales para nosotros y son evidenciadas en nuestras vidas. Sincronice su creencia y su confesión según las promesas de la Palabra de Dios y manifestará una vida más que abundante en Cristo Jesús.



La ley de la creencia
     
Sé que la vida abundante está disponible hoy día para aquellos que entienden y aplican la ley de la creencia.
     
En lo que concierne a este asunto, quiero llamar su atención a Marcos 9. Esta es una historia bastante larga; pero si voy a enseñarle la ley de la creencia, usted tiene que poner la verdad de este pasaje en su corazón y su vida.

Marcos 9:14-27
Cuando llegó a donde estaban los discípulos,
vio una gran multitud alrededor de ellos,
y escribas que disputaban con ellos.

Y en seguida toda la gente, viéndole, se asombró,
y corriendo a él, le saludaron.

El les preguntó: ¿Qué disputáis con ellos?

Y respondiendo uno de la multitud, dijo:
Maestro, traje a ti mi hijo, que tiene un espíritu mudo,

el cual, dondequiera que le toma, le sacude;
y echa espumarajos, y cruje los dientes, y se va secando;
y dije a tus discípulos que lo echasen fuera, y no pudieron.

Y respondiendo él, les dijo: !Oh generación incrédula!
¿Hasta cuándo he de estar con vosotros?
¿Hasta cuándo os he de soportar? Traédmelo.

Y se lo trajeron; y cuando el espíritu vio a Jesús,
sacudió con violencia al muchacho, quien cayendo en tierra
se revolcaba, echando espumarajos.

Jesús preguntó al padre: ¿Cuánto tiempo hace que le sucede esto?
Y él dijo: Desde niño.

Y muchas veces le echa en el fuego y en el agua,
para matarle; pero si puedes hacer algo, ten misericordia
de nosotros, y ayúdanos.

Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible.

E inmediatamente el padre del muchacho
clamó y dijo: Creo; ayuda mi incredulidad.

Y cuando Jesús vio que la multitud se agolpaba,
reprendió al espíritu inmundo, diciéndole:
Espíritu mudo y sordo, yo te mando, sal de él, y no entres más en él.
c
Entonces el espíritu, clamando y sacudiéndole con violencia,
salió; y él quedó como muerto, de modo que muchos decían:
Está muerto.

Pero Jesús, tomándole de la mano,
le enderezó; y se levantó.
       
El hombre trajo a su hijo para obtener sanidad. El le informó a Jesús que sus discípulos no podían remediar la situación. Los discípulos deben haberse sentido estúpidos pues ésta era una demostración pública  y nadie en privado, mucho menos en público, quiere parecer un tonto. Estos eran los mismos discípulos que habían tenido antes gran victoria y éxito en sanar a los enfermos. Ahora habían llegado a un callejón sin salida. ¿Qué lo obstaculizó?
     
Jesús percibió el problema inmediatamente cuando el padre dijo: “si puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros, y ayúdanos”. Jesús tomó ese “si” que el padre había dirigido primero a los discípulos y luego a Jesús, y lo devolvió al padre, donde debía estar. “Jesús le dijo: si puedes creer, al que cree todo le es posible”. A mucha gente le gusta echarle la culpa de su incredulidad e inhabilidad para recibir a cualquier otro. Los discípulos eran las víctimas de la inculpación en esta situación. Los discípulos estaban atrapados en la trampa de este hombre, pero Jesús no. A mucha gente le gustaría que otros creyeran por ellos; sencillamente no quieren aprender a creer por sí mismos.  Muchas veces la gente sencillamente no sabe cómo creer. Jesús entendió la situación claramente y le dijo al padre del muchacho “Si puedes creer. Yo sé que mis discípulos creen, y el hecho de que ellos no pudieran eliminar la causa no es su culpa. Podrían creer hasta el día del juicio final por tu hijo sin ningún resultado; pero si tú puedes creer, entonces algo sucederá”.
    
Dondequiera que fuera posible, Jesús siempre exigió creencia. Cuando estudiamos los milagros de sanidad, encontramos que Jesús exigía la creencia de los padres para la sanidad de los niños. Por ejemplo, en Mateo 15:22 vemos que la mujer cananea tenía gran creencia para la sanidad de su hija que estaba atormentada por un demonio.
   
En el caso de personas dementes, que son mentalmente incapaces, no era exigida la creencia. Los siguientes son ejemplos de tales casos: Marcos 1:23 y sigs. y Lucas 4:33 y sigs.; Mateo 8:16 y sigs.; Marcos 1:32 y sigs.; Lucas 4:41.; Mateo 8:28 y sigs.; Lucas 8:26 y sigs.; Marcos 5:1 y sigs.; Mateo 9:32; y Hechos 16:16.
   
En el caso de levantar a un muerto, como está indicado en Marcos 5:35 y sigs. y Lucas 8:49 y sigs. leemos que Jesús le dijo al padre del niño muerto: “No temas, cree solamente”.  Cuando Jesús levanto a Lázaro de entre los muertos, el pasaje no dice que nadie haya creído excepto Jesús. En Hechos 9:36 y sigs. donde Pedro levantó a Dorcas de entre los muertos, él sacó a todo el mundo del cuarto y luego oró y le mandó que se levantase.
  
En todo pasaje bíblico la creencia es siempre exigida de parte de todo el que tiene necesidad, con las excepciones arriba mencionadas: ciertos tipos de desórdenes mentales, gente muerta y niños.
   
Hay poder en la creencia. En este mundo hay poder al cual usted y yo como creyentes renacidos tenemos fácil acceso. Este poder nos capacitará para sobreponernos a nuestros defectos y a nuestras dificultades, trayendo liberación victoria a nuestras vidas. Este poder proviene de Dios. El está presente en todas partes, lo que quiere decir que El está con usted ahora mismo. La clave envuelta es conocer y recibir Su poder, que es sobre lo que basa toda la vida abundante. La ley de la creencia trae resultados fenomenales para todos aquellos que aplican y practican los principios.
   
Usted puede creer correctamente o erróneamente. La creencia trabaja de ambas formas, y usted se trae sobre sí mismo todo lo que cree. Mateo 9 y Job 3 muestran los tipos de creencia y sus resultados.

Mateo 9:20-22
Y he aquí una mujer enferma de flujo de sangre desde hacía doce años,
se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto;

porque decía dentro de sí: Si tocare solamente su manto, seré salva.

Pero Jesús, volviéndose y mirándola, dijo:
Ten ánimo, hija; tu fe [creencia]te ha salvado.
Y la mujer fue salva desde aquella hora.

Job 3:25
Porque el temor [creencia] que me espantaba me ha venido,
Y me ha acontecido lo que yo temía.


El miedo, la preocupación y la ansiedad son tipos de creencia. Si usted se preocupa, tiene miedo y está ansioso, recibirá el fruto de su creencia negativa que es la derrota.
   
La ley de la creencia es igualmente efectiva tanto para el pecador como para el santo; sin embargo, el creyente, debido al espíritu proveniente de Dios dentro de él, puede producir más abundantemente. Si usted duda  su recuperación de la enfermedad, seguramente reducirá y  retardará su propio progreso. ¡La creencia correcta es saber constantemente que el poder y la presencia de Dios están en usted y con usted en toda situación! Como usted piense del problema con el cual está confrontado en este mismo momento determinará el resultado. Si duda su éxito, usted ha determinado, por su propia creencia, su resultado sin éxito. Aplique el método positivo de la ley de la creencia a cada situación en la vida, a cada problema que le salga al paso, pues  “…si puedes creer, al que cree todo le es posible”.
   
Decir una oración formal nunca lo libertará ni traerá resultados positivos a su vida. Usted no puede esperar, pensar o adivinar en este juego de la vida. Usted simplemente cree que Dios está en usted y que El está siempre con usted, aun hasta el fin de esta época.

1 Juan 4:4
…mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo.
   
La maldad del mundo nunca puede obligarle a usted a hacer un mal o algo impropio a menos que usted lo permita a través de su propia debilidad de carácter o falta de creencia.
  
Una vez que comience a practicar la ley de la creencia —creencia correcta, creyendo a Dios— encontrará que las cosas malas que han estado gobernando su vida pronto se desvanecerán. Dios siempre es el vencedor sobre el mal; pero depende de usted creerle a Dios y hacer de Su voluntad la suya propia.
   
En todas las Epístolas del Nuevo Testamento, nunca encontrará que los creyentes cristianos sean instados a tener fe: ellos ya tiene fe como creyentes, y son animados a creer a Dios y expresar lo que ellos ya tienen.

Romanos 12:3
…conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.
     

La palabra “creer” es un verbo que connota acción. Por lo tanto, creer la Palabra de Dios, tomar la Palabra de Dios literalmente y actuar según ella, trae resultados. Esta es la ley de  la creencia y ésta es la acción que traerá liberación y victoria a su vida en toda situación.“Si puedes creer, al que cree todo le es posible [disponible actualmente]”.

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