"EL HABLAR EN LENGUAS" Y "CÓMO HABLAR EN
LENGUAS".
Por Victor Paul Wierwille.
Capítulos 9 y 10 de
La Iglesia Nueva y
dinámica"
El Hablar En Lenguas
Capítulo Nueve
Nadie puede ir más allá de lo que se le ha enseñado, y un
maestro solamente puede enseñar lo que sabe. Si usted desea ayudar a otra
persona, primero usted mismo tiene que recibir ayuda; de otro modo sería como
un ciego que guía a otro ciego, y ambos van tropezando. Una de las áreas menos
entendidas en la Biblia es la relacionada con el Espíritu Santo, tanto el
Donador como el don de espíritu santo. Acabemos con nuestra ceguera. Estudiemos
la Palabra de Dios para entender Su voluntad.
Primero que nada aclaremos que Dios es Espíritu Santo.
Cuando una persona renace, Dios le da un don a Su nuevo hijo. Y puesto que Dios
es Espíritu Santo, El solamente puede dar lo que El es: espíritu santo. Para
ayudar a distinguir entre Dios el Donador y Su don, el Donador, Espíritu Santo,
se escribe siempre con mayúsculas, mientras que Su don, espíritu santo, se
escribe siempre con minúsculas.
Una persona recibe el espíritu santo cuando confiesa que
Jesús es el señor y cree que Dios le levantó de los muertos, tal como enseña
Romanos 10:9-10. El don de espíritu santo tiene 9 partes o manifestaciones en 1
Corintios 12 enumera estas manifestaciones: 1) palabra de sabiduría; 2);
palabra de ciencia; 3) fe; 4) dones de sanidades; 5) milagros; 6) profecía; 7)
discernimiento de espíritus; 8) lenguas; 9) interpretación de lenguas. En este
estudio queremos examinar específicamente la manifestación de hablar en
lenguas--cuándo se habla en lenguas y por qué se habla en lenguas.
Un creyente que opere la manifestación del espíritu llamada
lenguas será edificado espiritualmente, será fortalecido espiritualmente. Hay
dos situaciones en que él puede operar esta manifestación: en público y en
privado. 1) La mayor parte del hablar en lenguas de un creyente es en su propia
vida privada. Como tal, el hablar en lenguas en privado será una oración o
alabanza al Padre y, por lo tanto, nunca se interpreta. Se habla de esta
oración o alabanza como de "orar en el espíritu". 2) Un creyente puede hablar en lenguas
públicamente en una reunión de creyentes. Cuando una persona habla en lenguas
públicamente, siempre tiene que interpretar. Sin embargo, un mensaje público
nunca es una oración; es una comunicación proveniente de Dios dicha para la
gente presente. Al hablar en lenguas tanto en público como en privado se le
llama hablarle a Dios.
Cuando usted ora silenciosamente en el espíritu, usted está
hablando en lenguas. Cuando en una reunión de creyentes usted habla en el
espíritu en voz alta, también está hablando en lenguas. Estos usos diferentes
del hablar en lenguas se deben mantener separados el uno del otro. Tenemos que
aprender cómo operar el hablar en lenguas, y manifestarlo con exactitud según
la Palabra.
Consideremos el hablar en lenguas dentro de la Iglesia. En
la Palabra de Dios la "Iglesia" se refiere a los hijos de Dios
renacidos, los que están llenos con el poder proveniente del Espíritu Santo y
que operan las manifestaciones del espíritu. En la Iglesia el hablar en lenguas
con interpretación por un creyente es un mensaje proveniente de Dios o en
nombre de Dios dirigido al cuerpo de creyentes para edificación del grupo por
medio de exhortación y consolación. "Exhortar" significa
"alentar a un esfuerzo más digno". "Consolar" es
"brindar una serenidad apacible, una tranquilidad y aquiescencia a la
grandiosidad de las cosas que Dios quiere comunicar". El hablar en lenguas
con su interpretación edifica a la Iglesia por medio de exhortarles y/o
consolarles.
Esta edificación del cuerpo de creyentes por medio del
hablar en lenguas con interpretación es un mensaje directo proveniente de Dios,
como si Dios mismo estuviera en la reunión de creyentes. Dios le está hablando
a Su gente. Al hablar en lenguas e interpretar en una reunión de creyentes hoy,
recibimos el mensaje proveniente de Dios dirigido a esa reunión en particular.
Lo que El quiera para nosotros mañana, lo averiguaremos mañana. Nosotros no
sabemos ahora cuál es el mensaje específico para el futuro, pero sí sabemos
cuál es el mensaje para este día en particular si tenemos oídos para oír.
El hablar en lenguas en privado y el hablar en lenguas con
interpretación en público tienen dos maneras de edificar claramente diferentes.
El mensaje privado es una oración que edifica el espíritu del que habla. El
mensaje público es una comunicación que edifica las mentes de las personas
presentes, incluso la del que habla. Ahora bien, ¿es edificada en su espíritu
la persona que habla en lenguas e interpreta en una reunión de creyentes? No.
El hablar en lenguas en una reunión de creyentes por uno que también
interpreta, no edifica a ese creyente en el espíritu, pues el mensaje hablado
es de Dios a la gente, y la interpretación, en el idioma de la mayoría de la
gente presente, es para la edificación del cuerpo de creyentes. Un mensaje
público con su interpretación no nutre el espíritu del que habla, sino que más
bien, edifica las mentes de las personas reunidas.
La Palabra de Dios enseña explícitamente que cuando una
persona habla en lenguas en una reunión de creyentes, él tiene que interpretar
para edificar las mentes del Cuerpo. Sin embargo, hay hijos de Dios que hablan
en lenguas en una reunión de creyentes pero que no tienen suficiente creencia o
conocimiento como para inspirarles a que interpreten. Ellos son lo que yo llamo
"creyentes incrédulos". Ellos saben que pueden hablar en lenguas en
sus vidas privadas y algunos de ellos incluso hablan en reuniones de creyentes,
pero no creen para interpretar.
Si estos "creyentes incrédulos", que no creen para
interpretar, hablaran en lenguas en la Iglesia, bajo tales circunstancias, su
espíritu sería edificado. Su hablar no sería un mensaje de Dios a la gente,
porque si lo fuera, tendría que ser interpretado.
Para entender esto, usted tiene que entender acerca de la
presciencia de Dios. ¿Sabe Dios antes de que yo hable en lenguas en una reunión
de creyentes si voy a interpretar o no? Como Dios sabe que yo voy a interpretar
cuando hable en lenguas, El da un mensaje a la gente; y viceversa, si Dios sabe
que yo voy a hablar en lenguas pero que no voy a interpretar, El inspira una
oración que, repito, edifica el espíritu del que habla.
En el cuerpo de creyentes, el hablar en lenguas con
interpretación es siempre un mensaje proveniente de Dios o en nombre de Dios
dirigido a la gente, y su interpretación edificará al cuerpo de creyentes en
sus mentes renovadas por medio de exhortación y consolación. No solamente son
alentadas y consoladas las mentes de los creyentes, sino que 1 Corintios 14:22
dice que el mensaje dado es también una señal para los incrédulos. Estos
incrédulos no son los incrédulos que no son salvos, sino más bien los creyentes
incrédulos. La palabra "incrédulo" es una forma de apistia.* El
creyente incrédulo necesita esta señal de oír a alguien hablar en lenguas para
saber que hay poder en los creyentes, que los creyentes sí hablan en lenguas y
que los creyentes sí interpretan.
Tanto al orar privadamente a Dios en el espíritu como al dar
un mensaje en lenguas con interpretación en una reunión de creyentes se le
llama hablar en lenguas. La razón por la cual se confunden los dos usos es
porque la gente siempre está buscando la manera de romper la Palabra de Dios.
¿Por qué no buscar la forma de ver cómo la Palabra encaja en vez de hacerla
pedazos? Deberíamos creer en la integridad de la Palabra y permitir que la
Palabra hable. Luego armonizamos nuestras vidas y nuestra creencia según lo que
dice en la Palabra. Investigamos la Palabra para ver cómo toda la Palabra
encaja con precisión.
En la Iglesia, el hablar en lenguas lo tienen que hacer
creyentes que crean para interpretar, o no se estará usando con el propósito
específico que Dios quiso. Aquellos cristianos que hablan en lenguas pero que
no creen para interpretar en una reunión de creyentes simplemente están
diciendo una oración. Estas personas no han de hablar en voz alta en la Iglesia
sino que han de orar silenciosamente en lenguas para sí mismos y para Dios.
1 Corintios 14:2:
Porque el que habla en lenguas no, habla a los hombres, sino
a Dios; pues nadie le entiende, aunque por el Espíritu habla misterios.
El hablar es en una lengua desconocida para el que habla.
Como sabemos, "lenguas" quiere decir "idioma desconocido".
"Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios; pues
nadie le entiende... "La palabra "le" no figura en los textos
griegos y se debe descartar porque hace inexacta a la Biblia. Hablando de
cuando los apóstoles recibieron el don proveniente del Espíritu Santo en el día
de Pentecostés, Hechos 2:4-11 dice que los apóstoles hablaron en lenguas según
el Espíritu les daba que hablasen. Los inconversos que les oyeron hablar
entendieron las lenguas que estos doce apóstoles hablaron por inspiración.
Ellos dijeron que estos apóstoles estaban hablando "las maravillas de
Dios". Por lo tanto sabemos que el hablar en lenguas fue entendido en
Pentecostés--no por los hombres que hablaban, sino por aquellos que les oyeron
hablar.
El contenido de lo que usted habla en lenguas es asunto de
Dios, pero el hecho de hablar es responsabilidad suya. En el día de
Pentecostés, como siempre, lo que la persona habló era un idioma desconocido
para él, pero no necesariamente para los oyentes. En Pentecostés un grupo de
oyentes entendió lo que Pedro decía, otro entendió a Mateo, otro entendió a
Juan, y así sucesivamente con los otros apóstoles. Existe la posibilidad de que
un oyente entienda la lengua, porque es Dios el que da lo que se ha de hablar.
El Espíritu Santo, Dios, lo da, pero es usted quien por su propia voluntad
tiene que hablar.
_______________________________________________________________________
*Apistia.-- la incredulidad de uno que ha tenido alguna
instrucción y enseñanza, pero no lo suficiente como para creer plenamente.
Apeitheia.-- la incredulidad de uno que ha sido plenamente
instruido y enseñado, pero que rehúsa creer.
1 Corintios 14:2:
Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino
a [¿a quién?] Dios…
Otro aspecto en esta escritura es que los que hablan, hablan
a Dios. Esto no anula la verdad de que el mensaje total --lenguas con
interpretación-- va a ser un mensaje proveniente de Dios o en nombre de Dios
dirigido a la gente. Puede que algunos digan que es el hombre hablándole
solamente a Dios. Permítame hacerle una pregunta: cuando usted dice que le
habló al Presidente por teléfono, ¿qué quiere decir? Usted quiere decir que
cuando le habló a él, él también le habló a usted. Usted no fue el único que
habló. Esta verdad aquí en la Palabra es la misma: usted le habla a Dios y El
le habla a usted. Esa es la esencia.
Ahora bien, un punto que se debe estudiar y entender es que
el hablar en lenguas en la vida privada de oración de uno, edifica al que
habla.
I Corintios 14:4:
El que habla en lenguas... a sí mismo se edifica...
En una reunión de creyentes soy yo el que hablo en lenguas;
mas a medida que hablo, Dios da qué hablar. Luego yo doy la interpretación
proveniente de Dios, la cual edificará las mentes de los creyentes.
Hay dos maneras básicas en que usted puede edificar su
mente: 1) Estudie la Palabra y permita que more en abundancia en su mente. 2)
Participe en una reunión de creyentes donde se interpreta el hablar en lenguas,
pues la interpretación le dará a su mente conocimiento que exhortará y
consolará.
Cuando se da un mensaje en lenguas con su interpretación,
¿es edificado mi espíritu? No. Pero mi mente, al igual que las mentes de las
otras personas presentes, es edificada. La mente del cristiano tiene que ser
edificada, porque la mente --el pensamiento-- es lo que hace a una persona lo
que es. La Biblia dice en Proverbios 23:7: “Porque cual es su pensamiento en su
corazón, tal es él...”
Cuando un hombre de cuerpo, alma y espíritu habla en lenguas
en su vida privada de oración o en una reunión de creyentes y no cree para
interpretar, su hablar en lenguas será oración o alabanza a Dios, y edificará
el espíritu del hombre que habla. Es por eso que el versículo 4 de 1Corintios
14 estipula: “El que habla en lengua... a sí mismo se edifica...” Cuando
nosotros hablamos en lenguas sin interpretación, edificamos el espíritu que
está en nosotros, llamado el hombre interior.
Ahora, el problema con el cual nos encontramos es que
algunos dicen que el espíritu del Cristo en usted es perfecto, por lo tanto,
¿cómo puede este hablar en lenguas, edificar el espíritu? ¿Por qué necesita ser
edificado el espíritu de un cristiano?
El espíritu es igual que un bebé, el cual, aunque perfecto, de todos
modos necesita ser alimentado. Lo mismo sucede con su espíritu, usted lo
alimenta mediante el hablar en lenguas.
La ley fundamental involucrada en todo este asunto es que
Dios es Espíritu y solamente puede hablarle a lo que es espíritu. Casi todos
los grupos confunden la carne y el espíritu porque no mantienen claros sus
principios bíblicos. Yo sé que el espíritu es perfecto. Pero los cristianos
mismos se estancan espiritualmente. No mantienen su frescura porque muchos de
ellos no edifican sus espíritus mediante el hablar en lenguas. En su vida
privada de oración, su espíritu es edificado, crece mediante el hablar en
lenguas --no mediante la interpretación, no mediante la profecía.
La interpretación y la profecía edifican el cuerpo de creyentes,
no en sus espíritus sino en sus mentes.
1 Corintios 14:5:
Así que, quisiera que todos vosotros hablaseis en lenguas,
pero más que profetizaseis...
Es aquí donde generalmente la gente deja de leer para decir
que el hablar en lenguas en la Iglesia no es muy importante. Ellos preferirían
que un creyente profetizase. La mayoría de la gente que expone este argumento,
a su vez, nunca profetiza. ¿Ve usted el engaño sutil de Satanás? El quiere
empequeñecer la Palabra, hacer pedazos la Palabra. No hay nada que iguale el
hablar en lenguas en su vida privada. Esto le edificará espiritualmente,
mientras que hablar con denuedo en lenguas con su interpretación en una reunión
de creyentes edifica el cuerpo de creyentes.
I Corintios 14:5:
Así que, quisiera que todos vosotros hablaseis en lenguas,
pero más que profetizaseis [en la Iglesia]; porque mayor es el que profetiza
que el que habla en lenguas, a no ser que las interprete para que la iglesia
reciba edificación.
Cuando el creyente habla en lenguas e interpreta, la Iglesia
recibe edificación. ¿En el espíritu? No. ¿Dónde? En la mente. La interpretación
es siempre en el idioma de la mayoría de la gente presente. Es por esto que en
1 Corintios 14:3 “Pero el que profetiza habla a los hombres...” ¿Por qué? Porque
profecía es en el idioma de la mayoría de la gente presente. Así que, si la
congregación fuera alemana, la profecía tendría que ser en alemán.
I Corintios 14:3:
Pero el que profetiza habla a los hombres para edificación,
exhortación y consolación.
Por lo tanto, cuando usted habla en lenguas con
interpretación o profetiza, usted y los otros creyentes presentes son
edificados por medio de exhortación y consolación. ¿Quién es el que tiene que
estar bendecido en su vida privada? Usted, el creyente individual. Sin embargo,
en una reunión de creyentes, cada uno tiene que ser edificado.
I Corintios 14:12:
Así también vosotros; pues que anheláis dones [cosas o
asuntos] espirituales, procurad abundar en ellos para edificación de la
Iglesia.
La palabra "dones" no figura en los textos griegos
y debe ser descartada. La palabra "espirituales" es la palabra
pneumatikos que significa "cosas del espíritu". Debemos anhelar las
cosas del espíritu, ya sea privadamente para nosotros mismos espiritualmente,
o públicamente para las mentes de todo
el cuerpo de creyentes. ¡Hágase todo para edificación!
Capítulo Diez
Cómo hablar en lenguas
Ahora que usted sabe por qué se habla en lenguas y cuándo se
habla en lenguas, sé que le gustaría recibir en manifestación el poder de la
plenitud del Espíritu Santo. Sé que a usted le gustaría hablar las maravillas
de Dios y magnificar a Dios. Para hacer esto hay una cosa que usted tiene que
hacer y esa es: creer la Palabra de Dios. Sin duda usted cree la Palabra de
Dios pues lo que El ha prometido, no solamente desea hacerlo, sino que es capaz
de hacerlo. Yo le puedo asegurar, por la integridad de la Palabra de Dios, que
cuando usted hable en lenguas estará hablando las maravillas de Dios y
magnificando a Dios.*
Antes de hacer conexión con cualquiera de los recursos de
Dios usted tiene que saber, primero que nada, "qué está disponible".
Usted sabe que hablar en lenguas está disponible porque la Palabra de Dios dice
que todos los creyentes renacidos tienen el espíritu santo dentro de ellos, el
cual es la habilidad de hablar en lenguas. Luego usted tiene que saber cómo
recibirlo, lo cual se expone a continuación.
Permítame revelarle las claves y muy pronto usted también
estará hablando las maravillas de Dios. Hechos 2:4 dice: “y fueron todos llenos
del Espíritu Santo”. Todos fueron
llenos, nadie fue pasado por alto. Nadie es pasado por alto si ha oído la
Palabra y si la cree y luego actúa según ella. Dios es siempre fiel y en
consecuencia nadie puede ser pasado por alto. Haga exactamente lo que yo le
diga hasta el más mínimo detalle.
En 1 Tesalonicenses 2:13 Pablo le agradeció a Dios de que
“cuando recibisteis la Palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis
no como palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios”. Usted
también tiene que seguir la verdad de Dios según se declara en la Palabra de
Dios. Pero si usted piensa que es solamente Victor Paul Wierwille quien escribe
o le habla, nunca recibirá. Si usted tiene la certeza de que lo que yo le estoy
diciendo son las palabras que el Espíritu Santo ha hablado y está hablándole a
usted por intermedio mío, entonces usted también manifestará la grandeza del
poder de Dios. Si usted hace literalmente lo que yo le pido que haga, entonces
podrá manifestar la plenitud de la abundancia de Dios, el maravilloso poder de
Dios.
Recuerde que Hechos 2:4 dice: “y fueron todos llenos del
Espíritu Santo, y comenzaron [ellos] a hablar...” Ellos mismos fueron los que
hablaron.
_____________________________________________________________________
*Hechos 2:11
cretenses y árabes, les oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de
Dios.
Hechos 10:46: “Porque los oían que hablaban en lenguas y que
magnificaban a Dios”.
¿Alguna vez ha analizado usted la mecánica del hablar?
Usted, con sus propios órganos vocales tiene que producir el habla. La misma
mecánica que se utiliza para hablar español o cualquier otro idioma conocido es
la que se utiliza en el hablar en lenguas. Por ejemplo, si yo digo: "Yo
amo al Señor Jesucristo", ¿qué fue lo que hice mecánicamente? Moví los
labios, moví la lengua, moví la garganta, yo hice los sonidos y yo tuve que
pensar. Todo esto está involucrado en la mecánica del hablar.
Diga en voz alta: " Yo amo al Señor Jesucristo".
¿Qué fue lo que hizo? Movió los labios, la garganta y la lengua para hablar.
Usted formuló las palabras; usted las impulsó hacia afuera.
La única diferencia entre hablar en lenguas y hablar en
español es que cuando yo digo: "Yo amo al Señor Jesucristo", tengo
que pensar. Cuando hablo en lenguas no pienso las palabras que hablo. Dios da
las palabras a mi espíritu, y yo las formulo en mis labios. Yo no pienso las
palabras, pero ellas están allí cuando muevo los labios, la garganta, la
lengua.
Crea como para estar muy a gusto y tranquilo. Usted tiene
que mover los labios, la garganta, la lengua; usted impulsa el aire a través de
las cuerdas vocales para producir los sonidos. Usted tiene que formular las
palabras, pero las palabras que usted habla, como en Hechos 2:4, son según el
Espíritu le da que hable. El contenido de lo que usted habla es asunto de Dios,
pero el hecho de hablar es asunto suyo. Yo produzco los sonidos, pero las
palabras que yo hablo le son dadas a mi espíritu. Dios da lo que se ha de
hablar, y son palabras que magnifican Su Nombre, que hablan de las maravillas
de Dios. Esta es la grandeza de la manifestación de hablar en lenguas.
Si usted entiende la mecánica de hablar en español o en
cualquier otro idioma que conozca, entonces usted entiende la mecánica de
hablar en lenguas. Si usted es renacido del Espíritu de Dios, el poder está en
usted, pero es usted el que tiene que hablar--no Dios--usted lo hace. No tendrá
ninguna dificultad con Dios; la única dificultad que usted podría tener sería
en su propia mente y en su entendimiento de lo que tiene que hacer. Usted, no
el Espíritu, mueve los labios; usted mueve la lengua; mueve la garganta; usted
le da sonido a las palabras por el poder de Dios que hay en usted. Así pues
usted está declarando las estupendas maravillas de Dios. ¡Qué sencillo y bello
que es!
Hechos 2 es la orden del día para la Iglesia.
Hechos 2:38:
Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de
vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón [remisión] de los pecados; y
recibiréis [lambanö,* manifestaréis] el don del Espíritu Santo [pneuma hagion].
______________________________________________________________________
*Hay dos palabras griegas para "recibir" que se
usan con relación a recibir el espíritu santo. Dechomai quiere decir “recibir
el poder y la habilidad inherentes”. Lambanö quiere decir “recibir al grado de
manifestar exteriormente”
Esto es para la Era de la Iglesia en la cual usted y yo
vivimos. Cuando usted confiesa con su boca que Jesús es el señor y cree que
Dios le levantó de los muertos, usted tiene la remisión de pecados.*
La Palabra dice: "recibiréis". Usted ha de
manifestar en el mundo de los sentidos la prueba de que ha recibido
espiritualmente. Al manifestar, usted habla las maravillas de Dios; usted
magnifica a Dios.
Juan 7 nos dice una gran verdad que usted y yo necesitamos
entender cuando manifestamos el poder del Espíritu Santo.
Juan 7:37,38:
...Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: si alguno
tiene sed, venga a mí y beba.
El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior
correrán ríos de agua viva.
La palabra "interior" indica la profundidad del
alma de un hombre. "De lo más profundo de ese hombre correrán ríos [no
pequeños riachuelos] de agua viva". Cuando usted recibe en manifestación
el poder proveniente del Espíritu Santo, usted no recibe más sustancia
espiritual; usted simplemente recibe en evidencia, en manifestación en el mundo
de los sentidos, lo que usted ya tiene espiritualmente en su interior.
Manifestar el espíritu santo no quiere decir que se le ha dado a usted algo
nuevo; usted simplemente está manifestándole a sus sentidos lo que tiene
adentro. El don ya está en usted. Dios le dio la habilidad de hablar en lenguas
cuando usted renació. La acción de hablar en lenguas es su responsabilidad;
usted ya tiene el potencial. Si usted no habla en lenguas, no es porque Dios no
le haya dado la habilidad. Dios prometió por medio de Su hijo: "de su
interior correrán ríos de agua viva".
Esto es lo que Jesucristo habló y lo que dijo a los
apóstoles antes de ascender. De su interior, de lo más profundo de su ser,
correrían ríos de agua viva. Así que cuando usted comience a hablar en lenguas,
formule las palabras, hable las palabras y deje que broten burbujeantes, deje
que fluyan libremente, no gota a gota. Cuando usted comience a hablar en
lenguas, deje que fluya con un sonido tras otro. Eso es lo que dice la Palabra
y eso es lo que quiere decir.
Lucas 11:11:
¿Qué padre de vosotros, si su hijo le pide pan, le dará una
piedra? ¿o si pescado, en lugar de pescado, le dará una serpiente?
Suponga que usted tiene un hijo que tenga hambre y usted
tiene pan en la casa; si él se lo pidiera, ¿le daría usted una piedra? Estoy
seguro que no.
________________________________________________________________________
*Romanos 10:9: “que
si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que
Dios le levantó de los muertos, serás salvo”.
Lucas 11:12,13:
¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión?
Pues si vosotros [como padres], siendo malos, sabéis dar
buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el
Espíritu Santo a los que se lo pidan?
La palabra "pidan" es la misma palabra que
"exijan". ¿Sabe usted por qué puede exigir el pago de un cheque?
Porque el dinero que lo respalda ya se ha depositado en el banco. Todo lo que
tiene que hacer es presentarse a la ventanilla de pagos y pedir el dinero de
ese cheque. ¿Cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los
que se lo pidan [se lo exijan]? ¿Por qué podemos exigir el espíritu santo?
Porque ya se nos ha dado.
Quiero hacerles notar una cosa más. Los más grandes
cargamentos en la vida entran al puerto cuando los mares están serenos. Cuando
los mares están agitados, los barcos esperan mar adentro; pero cuando los mares
se aquietan, los grandes barcos de carga vuelven al puerto. Los más grandes
cargamentos de nuestra vida espiritual se reciben cuando nuestros mares
interiores están tranquilos. Una de las cosas que la Palabra de Dios ha hecho
para mí es darme paz interior para poder recibir la abundancia del poder de la
plenitud de Dios.
Gálatas 3:5:
Aquel, pues, que os suministra el Espíritu, y hace
maravillas entre vosotros, ¿lo hace por las obras de la ley, o por el oír con
fe?
¿Cómo ministro yo el espíritu santo a la gente? ¿Lo hago por
el oír con fe? ¡Sí! No hago esto por las obras de la ley.
Estoy ministrándole el espíritu santo a usted, estoy
enseñándole a usted exactamente qué hacer. Después de que haya leído todas las
instrucciones. Quiero que cierre los ojos y se siente tranquilamente. Recuerde
que cuando le haya ministrado el espíritu santo a usted, quiero que mueva los
labios, la garganta, la lengua. Haga usted los sonidos.
Siéntese tranquilamente y haga exactamente lo que yo le
digo. Recuerde que la Palabra de Dios dice en Job 29:23: “Y abrían su boca como
a la lluvia tardía”. Para beber usted tiene que abrir la boca. En Juan 20:22,
antes de la ascensión, Jesús le dio instrucciones a los apóstoles de inhalar.
El abrió su boca e inhaló.* Dentro de poco quiero que usted abra su boca e
inhale.
Mientras esté sentado, siga esta instrucción. Abra su boca e inhale. Usted no va a recibir
nada más espiritualmente; ahora usted va a manifestar la presencia del
espíritu. Simplemente inhale. Abra su boca. Mientras inhale, agradézcale a Dios
por haberle llenado con la plenitud del poder de Su espíritu santo. No le
suplique; agradézcaselo.
______________________________________________________________________
*Vea la explicación
de Juan 20:22 en la página 58.
Cuando comience a hablar en lenguas, mueva los labios, la
garganta, la lengua. Hable. Cuando haya terminado un sonido, hable otro. No
preste atención alguna a lo que está pensando. Formule las palabras; mueva los
labios, la garganta, la lengua; dígalo. Usted está magnificando a Dios no
importa cómo le suenen las palabras a sus oídos. La tarea suya es hablar en
lenguas; la tarea de Dios es dar lo que se habla.
Siga moviendo los labios, la garganta y la lengua. Formule
otro sonido. Usted tiene que formular sonidos diferentes con los labios. Dios
se los ha dado a su espíritu. Ellos están en su espíritu y vienen brotando a su
lengua; usted tiene que hablarlos. Usted está hablando las maravillas de Dios;
usted está magnificando a Dios; usted está hablando en lenguas. La
manifestación externa es su prueba en el mundo de los sentidos de que tiene a
Cristo adentro. Hágalo con denuedo. Deje que fluya; deje que entre en
efervescencia. "De su interior correrán ríos de agua viva". Siga
hablando. Dios está dándole las palabras a su espíritu; su espíritu las está
llevando hasta su garganta y usted las está impulsando hacia afuera.
"Padre, en el nombre de Jesucristo y por el poder de
Dios que está en mí, yo ministro ahora la plenitud de tu espíritu santo en manifestación
en la vida de este creyente". Inhale profundamente y ahora comience a
hablar en lenguas como yo le acabo de instruir.
¿No es Dios maravilloso?
Si usted puede hablar una palabra, puede hablar diez mil;
porque si puede hablar una palabra, usted tiene el poder, la habilidad dada por
Dios, de hablar más. Cada vez que hable recuerde que usted se está edificando a
sí mismo espiritualmente. Usted está hablando las maravillas de Dios; está
magnificando a Dios. Ahora usted tiene la prueba en el mundo de los sentidos de
que tiene a Cristo adentro, que es coheredero con él.
Dentro de poco quiero hable otra vez; que hable una vez más
para que por la experiencia pueda adquirir fluidez y confianza. Aprender otro
idioma usando la mente tomaría meses; pero el hablar en una lengua desconocida
sucede instantáneamente. Dios conoce las lenguas, así que El se las da a su espíritu y usted las
habla.
Cualquier persona que sepa aunque sea un poquito acerca de
idiomas sabe que "pi, pi, pi, pa, pa, pa" no sería hablar en lenguas.
Hablar en lenguas es hablar un idioma desarrollado. Ahora una vez más quiero
que usted hable en lenguas. Esté tranquilo. Mueva los labios, la garganta y la
lengua y comience a hablar otra vez. Siga hablando. Usted está hablando las maravillas
de Dios, magnificando a Dios. Ahora usted le ha probado a sus sentidos que
Cristo está en usted y que usted tiene el poder del espíritu santo. Esta es la
grandeza del maravilloso poder de Dios a usted como creyente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario