CRECÍA Y PREVALECÍA PODEROSAMENTE LA PALABRA DEL SEÑOR
Por Victor Paul Wierwille
Capítulo 9 de
"Poder para la vida abundante"
Cuando la Palabra de Dios prevalece, el poder de Dios se
manifiesta a sí mismo de una forma tremenda. Esto está documentado en Hechos 19
donde la Palabra prevaleciente revolucionó no sólo una comunidad sino también
una sección completa del mundo en un corto periodo de tiempo.
Hechos 19 dice que Pablo fue a Éfeso y encontró allí ciertos
discípulos. Él administró el poder del espíritu santo en manifestación, y “eran
por todos unos doce hombres”. El
versículo 8 comienza el pasaje que demuestra la dinámica de la Palabra de Dios
prevaleciente.
Hechos 19:8:
Y entrando Pablo en la sinagoga, habló con denuedo por
espacio de tres meses, discutiendo y persuadiendo acerca del reino de Dios.
Por tres meses Pablo fue a la sinagoga y les mostró la Palabra de Dios. Pero tres meses es todo
el tiempo que se quedó porque incrédulos maldijeron el Camino.
Versículo 9:
Pero endureciéndose algunos (muchos) y no creyendo,
maldiciendo el Camino delante de la multitud, se apartó Pablo de ellos y separó
a los discípulos, discutiendo cada día en la escuela de uno llamado Tiranno
Pablo fue a la sinagoga por tres meses, predicando y
enseñando la Palabra de Dios; pero cuando ellos rehusaron creer la Palabra de
Dios, Pablo separó a los creyentes. Él dijo: “Ustedes los que quieran creer,
vengan conmigo; nos vamos a la escuela de Tiranno. El resto de ustedes que no
quieran creer en la precisión de la Palabra de Dios, simplemente quédense aquí
en la sinagoga”. En realidad no fue Pablo el que separó esta sinagoga. Los
endurecidos y maldicientes con su incredulidad fueron los responsables por la
división de la sinagoga de Éfeso. ¡Y qué separación que fue!, pues el versículo
10 dice:
Así continuó por espacio de dos años, de manera que todos
los que habitaban en Asia (bíblicamente, “Asia” se refiere a una provincia),
judíos y griegos, oyeron la palabra del Señor Jesús.
En dos años y tres meses toda el Asia Menor oyó la Palabra
de Dios. En nuestro día y nuestro tiempo, con los gastos multimillonarios en
misiones extranjeras, publicaciones, periódicos, radios, estaciones de
televisión, y todos los otros medios de comunicación, este evento nunca se ha
repetido. Nunca hemos abarcado a toda el Asia Menor con la Palabra de Dios en
una generación. Pero el Apóstol Pablo y un puñado de creyentes cumplieron la
hazaña en dos años y tres meses. O Dios ha cambiado o Pablo y estos hombres que
estudiaron en la escuela de Tiranno habían hecho conexión con algo que
utilizaron en toda su capacidad.
Queda establecido en los relatos bíblicos que cada uno de
estos hombres actuaron con denuedo después de ser llenos del poder del espíritu
santo y de conocer la Palabra de Dios. A medida que estos hombres aprendían,
enseñaban la Palabra a algún otro, quien a su vez, enseñaba a otros individuos
de modo que toda el Asia Menor escuchó la Palabra de Dios en dos años y tres
meses. Esta campaña evangelística comenzó bajo el ministerio de un hombre.
El versículo 11 nos dice lo que pasó.
Y hacía Dios milagros extraordinarios por mano de Pablo.
Cuando Pablo creyó la Palabra, predicó la Palabra y enseñó
la Palabra, sucedieron milagros extraordinarios.
Esta conmoción que comenzó en Éfeso con la Palabra de Dios
prevaleciendo tuvo un efecto repercutidor. Personas a las cuales Pablo no les
había enseñado trataron de meterse en la acción también, pero sus acciones les
resultaron contraproducentes.
Versículo 13:
Pero algunos de los judíos, exorcistas ambulantes,
intentaron invocar el nombre del Señor Jesús sobre los que tenían espíritus
malos, diciendo…
En Hechos 19:13 gente con espíritus malos trataba de
expulsar espíritus malos. Este versículo le dará problemas a una persona hasta
que entienda que un espíritu malo más poderoso tiene el mando sobre los
espíritus malos menos potentes. Justamente como en el ejército cuando un
capitán le dice al soldado raso que salte, el soldado raso no pregunta cuán
alto debe saltar; simplemente salta. Esto es lo que hacían estos varios
espíritus diabólicos. Estos exorcistas trataban de expulsar espíritus
diabólicos por medio de otros espíritus diabólicos en el nombre de Jesús,
diciendo: “Os conjuro por Jesús, el que predica Pablo”.
Versículo 15:
Pero respondiendo el espíritu malo, dijo: A Jesús conozco, y
sé quién es Pablo; pero vosotros, ¿quiénes sois?
Estos hijos de Esceva, jefe de los sacerdotes, expulsaban
espíritus diabólicos por medio de otros espíritus diabólicos. Pero uno de estos
espíritus malos salió y le replicó a los hijos y dijo: “Un momento. A Jesús
conocemos, y sabemos quién es Pablo, pero vosotros, ¿quiénes sois?
Versículo 16:
Y el hombre en quien estaba el espíritu malo, saltando sobre
ellos y dominándolos, pudo más que ellos, de tal manera que huyeron de aquella
casa desnudos y heridos.
¿Pueden tan sólo ver a aquellos hombres aterrorizados
huyendo a la carrera? Una vez que los espíritus diabólicos fueron alborotados,
el hombre en quien estaba el espíritu diabólico atacó a estos hombres,
arrancándoles la ropa y golpeándolos de modo que ellos huyeron de la casa
desnudos y heridos.
Versículo 17:
Y esto fue notorio a todos los que habitaban en Éfeso, así
judíos como griegos; y tuvieron temor todos ellos, y era magnificado el nombre
del Señor Jesús.
Versículo 18:
Y muchos de los que habían creído venían, confesando y dando
cuenta de sus hechos.
Versículo 19:
Versículo 19:
Asimismo muchos de los que habían practicado la magia…
¿Sabe usted lo que es la magia? La magia es una parte del
campo completo de la Percepción Extra Sensorial; por ejemplo: las tablas de la
ouija las cuales se venden hoy en día en todo lugar para que los niños jueguen
con ellas porque queremos que los niños se inicien correctamente en el mundo de
los espíritus. Les decimos que es tan sólo un bonito juego para divertirse. En
realidad es un jueguito para abrir sus mentes a la posesión diabólica la cual
más tarde controlará y usará al niño según la propia voluntad del espíritu.
Hoy en día muy poca gente conoce la diferencia entre un
espíritu malo y un espíritu bueno así que aceptamos lo que se nos enseña y
decimos que Dios los da todos. Cometemos solamente un error básico -¿cuál dios?
La Biblia dice que hay dos dioses-uno es el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo
y el otro es el dios de este mundo llamado Satanás. Más adelante les mostraré
esto en la Palabra de Dios, línea por línea y palabra por palabra.
Hechos 19:19:
Asimismo muchos de los que habían practicado la magia
trajeron los libros y los quemaron delante de todos; y hecha la cuenta de su
precio, hallaron que era cincuenta mil piezas de plata.
Piense cuánto serían 50.000 piezas de plata en monedas de
nuestros días. El versículo 20 muestra la plenitud del gozo y la grandeza del
ministerio en Éfeso.
Hechos 19:20:
Así crecía y prevalecía poderosamente la palabra del Señor.
¿Qué crecía? No la opinión del hombre. La Palabra del Señor
crecía y la Palabra del Señor prevalecía. Cuando esa Palabra de Dios prevalece,
empiezan a ocurrir cosas en nuestras vidas, en nuestra comunidad y en nuestra
sociedad. Pero mientras el crecimiento de la Palabra de Dios sea impedido,
mientras la gente no entienda la plenitud de la Palabra de Dios, nunca podrá
prevalecer. Dios quiso que Su Palabra prevaleciese. Dios nos dio Su Palabra
para que nosotros podamos guiar a la gente de las tinieblas a la luz gloriosa
del evangelio de redención y salvación para hacer conocer Su voluntad.
Toda el Asia Menor oyó el Evangelio por el ministerio de un
hombre. Cuando la Palabra vuelva a ser real, los movimientos de evangelización
avanzarán de nuevo. La gente será salva sin necesidad de periódicos, sin la
radio, sin la televisión, sin la cooperación de todas las iglesias de una
comunidad. Cuando comenzamos a vivir la Palabra, la Palabra comienza a
difundirse en nuestra vida diaria. Es la Palabra de Dios que nos da fe para
nacer de nuevo.
Romanos 10:17:
Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de
Dios.
La fe no viene por el oír lo que Vanidades o Bohemia o
Panorama o Selecciones tengan que decir. La fe viene por el oír de una cosa -la
Palabra de Dios. La Palabra de Dios edifica creencia de modo que un hombre
pueda nacer de nuevo del Espíritu de Dios y ser lleno del poder del espíritu
santo. La Palabra de Dios es Fiel. Lo que Él ha prometido, Él es capaz de
llevar a cabo. Su Palabra es la misma ayer, y hoy, y por los siglos. Crea esa
Palabra, hable esa Palabra, y ella produce hoy en día los mismos resultados que
produjo en cualquier momento de la historia de la civilización desde que fue
dada la Palabra. La Biblia dice que debemos permanecer en la Palabra y que
debemos permitir que esta Palabra permanezca en nosotros. En la medida en que
permanezcamos en la Palabra, esta Palabra toma el lugar del Maestro en nuestras
vidas.
Yo nunca he visto un hombre, mujer, o niño o niña cuya alma
no haya vibrado cuando esta Palabra de Dios comenzó a descubrírseles. ¿Por qué?
Porque la Palabra de Dios revela misterios, como dice en Romanos 16:25 y 26. La
Palabra nos hace sabios para la salvación como nos dice 2 Timoteo 3:15. De
acuerdo a Hechos 17:11 debemos escudriñar la Palabra de Dios en busca de la
verdad. No escudriñamos ninguna fuente secular en busca de la verdad. Debemos
buscar en la Palabra de Dios porque la Palabra de Dios es la Voluntad de Dios.
Una vez que conozcamos Su Voluntad y dejemos
que prevalezca en nuestras vidas, entonces veremos el poder de Dios en
manifestación.
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