EL ESPÍRITU
SANTO Y EL FRUTO DEL ESPÍRITU
Capítulo 25
de "Poder para la vida abundante"
Por V.P.
Wierwille
La última
preparación que hizo Jesucristo antes de su ascensión fue instruir a sus
apóstoles sobre la venida de lo que nosotros llamamos Pentecostés, el día en
que fue fundada la Iglesia. Con el establecimiento de la Iglesia, se dio la
promesa del Padre. Hechos 1 relata estos acontecimientos.
Hechos 1:4,5
y 8:
Y estando
juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa
del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí.
Porque Juan
ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu
Santo dentro de no muchos días.
Pero
recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me
seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de
la tierra.
A la Iglesia
se le dio una gran habilidad con la venida del poder inherente del espíritu
santo. Antes de estudiar la Palabra de Dios para ver lo que se quiere decir por
el espíritu santo, clarifiquemos primero la diferencia entre el Donador,
Espíritu Santo, y el don, espíritu santo.
En esta
cuestión está involucrada una ley. Dios no puede dar puré de papas con salsa o
libros o casas. Dios puede dar solamente lo que El es. Puesto que Dios es
Espíritu Santo, El tiene que dar esto como Su don. En el día de Pentecostés el
dio espíritu santo. Las mismas palabras se usan en el texto crítico griego y en
el arameo; y estos Textos no han diferenciado entre el Donador y Su don. Ahí es
donde ha entrado la confusión. Dios es Espíritu Santo con E mayúscula y con S
mayúscula; Su don, que fue dado en el día de pentecostés, fue pneuma hagion,
que es espíritu santo, y siempre debe ser traducido con una e minúscula y con s
minúscula. Dios dio lo que El es-Espíritu y Santo; Su don es el poder desde lo
alto, espíritu santo.
Puesto que
este don es espíritu, no es posible verlo, oírlo, olerlo, gustarlo o tocarlo.
¿Cómo entonces puedo saber por mis sentidos lo que recibí cuando Dios puso Su
espíritu en mí y me hizo un ser de cuerpo, alma y espíritu? Por la Palabra de
Dios. La Palabra de Dios me dice lo que he recibido y entonces yo lo pongo en
mi mente deliberadamente y empiezo a actuar sobre el conocimiento de Su
Palabra. A medida que actúo, veo las manifestaciones del espíritu en el mundo
de los sentidos.
El Espíritu
Santo da un don a un creyente que recibe, pero este don, que es uno, tiene
nueve partes o manifestaciones. No hay más ni menos que nueve manifestaciones
del espíritu. Estás son expuestas en 1 Corintios 12.
1 Corintios
12:7-10:
Pero a cada
uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho.
Porque a
éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia
según el mismo Espíritu;
a otro, fe
por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu.
A otro, el
hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro,
diversos [diferentes] géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas.
El don
proveniente del Espíritu Santo fue dado en el día de Pentecostés, y está tan
fácilmente disponible en nuestros tiempos como lo estuvo para los apóstoles
pues todos nosotros pertenecemos a la Iglesia de Dios. El don viene con la
aceptación por parte de un individuo de Cristo como su señor de acuerdo con
Romanos 10:9. El Libro de Hechos y las epístolas paulinas hacen referencia
constantemente al poder del espíritu santo, o si no, demuestren el poder que
aquellos hombres de Dios sabían que tenían. La razón por la que vemos tan poco
(si es que vemos algo) de la manifestación del espíritu hoy en día es porque
nunca se nos ha enseñado. Tenemos el don, espíritu santo, pero las
manifestaciones tiene que ser operadas por nosotros; y sobre esto la mayoría de
los creyentes no saben nada.
Las
manifestaciones se dividen por su uso en tres grupos: (1) manifestaciones de
inspiración; (2) manifestaciones de información; (3) manifestaciones de
impartir poder. Las características de las manifestaciones sugieren los hombres.
Lo que sigue será una definición breve de lo que hacen las nueve
manifestaciones para quienes las operan.
Ӏ. Las
manifestaciones de proferimiento, de hablar, de adoración, de inspiración.
1. Hablar en lenguas-presentar un
mensaje de Dios en un idioma desconocido al que habla lo cual edificará el
espíritu. El hablar en lenguas es para uso en la vida privada de oración, a
menos que el mensaje sea interpretado en una reunión de creyentes.
2. Interpretación de
lenguas-interpretar el hablar en lenguas en una reunión de creyentes. Edifica,
exhorta y consuela al cuerpo presente, a medida que Dios da la expresión al que
habla y el que habla la presenta.
3. Profecía-presentar en una
reunión de creyentes un mensaje proveniente de Dios en el idioma de los
presentes, un mensaje que les edificará, exhortará, y consolará.
ӀӀ. Las
manifestaciones de revelación, de información, de instrucción, de conocimiento.
1. Palabra de ciencia-recibir
información proveniente de Dios sobre cualquier situación dada sobre la cual el
creyente por sus cinco sentidos no puede saber.
2. Palabra de sabiduría-recibir
instrucción por parte del creyente sobre qué hacer con la información que él ha
recibido por medio de palabra de ciencia.
3. Discernimiento de
espíritus-recibir información por parte de un creyente sobre la presencia,
ausencia e identidad de espíritus; si los espíritus son malos, pueden entonces
ser echados fuera en el nombre de Jesucristo.
ӀӀӀ. Las
manifestaciones de acción, de poder, de impartir.
1. 1. Fe (creencia)-manifestar
la fe de Jesucristo lo que hace posible que un creyente haga suceder lo imposible por la orden del
creyente según la revelación de palabra de ciencia, palabra de sabiduría y/o discernimiento
de espíritus.
2. Milagros-efectuar en el nombre
de Jesucristo fenómenos que exceden la ley natural.
3. Sanidad-ministrar sanidad en el
nombre de Jesucristo para restaurar, curar, hacer sano o entero, o para
reconciliar físicamente. Esta manifestación no es oración por los enfermos.
Es urgente,
si vamos a tener el poder que Jesucristo hizo disponible, que estudiemos la
Palabra de Dios y empecemos a poner en evidencia las nueve manifestaciones del
espíritu santo.
El don,
espíritu santo, no es el fruto del espíritu del que habla Gálatas 5, en la
misma manera en que fruto no es una manifestación o un don. El fruto es el
resultado de la manifestación del espíritu. Primero una persona tiene que
recibir espíritu y luego tiene que manifestar el poder del espíritu en el mundo
de los sentidos para que finalmente sea producido el fruto.
Gálatas
5:22,23:
Mas el fruto
del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
mansedumbre,
templanza; contra tales cosas no hay ley.
Si hemos
renacido y estamos manifestando el don del espíritu santo estamos produciendo
amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza.
Nuestro evidenciar el fruto del espíritu indica la calidad de nuestro andar
cristiano.
Con el
conocimiento de nuestro derechos filiales y teniendo la mente renovada,
combinado con la operación de las manifestaciones del espíritu santo
produciendo fruto del espíritu, ciertamente somos más que victoriosos*.
¡Ciertamente que podemos ser dínamos de poder! No necesitamos esperar más
porque tenemos el poder para manifestar la vida abundante ahora.
*Wierwille,
Victor Paul, Recibiendo el espíritu santo hoy (American Christian Press, New
Knoxville, Ohio 45871, EE.UU.)
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