miércoles, 26 de septiembre de 2012


SE PUEDE CAMBIAR DE LA MANO DE DIOS
Convertirnos en las personas que Dios quiso que fuéramos al crearnos, es un proceso de adentro hacia fuera.
¿Alguna vez prometió solemnemente abandonar un mal hábito, para caer de nuevo al poco tiempo en el mismo?
Los sentimientos de culpa pueden llevarle a prometer a no actuar de la misma manera otra vez. Usted decide hacer lo correcto, pero el día siguiente el ciclo se repite al ceder a las mismas tentaciones.
La derrota le deja preguntándose: ¿Qué pasa conmigo? ¿Por qué no puedo vencer esto? La desesperación por el fracaso repetitivo le produce resignación y confusión. Usted quiere saber: Señor, ¿por qué no puedo cambiar?
Todos hemos querido honrar a Dios, pero hemos vuelto a los viejos hábitos pecaminosos casi de inmediato. ¿No se supone que la vida cristiana es más liberadora y victoriosa que esto? Después de todo, la Biblia dice. "Si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas" (2 Co 5.17). ¿Por qué, entonces, el pecado habitual se apodera de nosotros? ¿No se supone que Cristo cambia todo esto? Si somos nuevas criaturas, ¿por qué seguimos actuando mal? Al igual que un buque encallado, nos sentimos como si estuviéramos totalmente atascados.
Entonces, ¿cómo podemos quedar libres de las conductas pecaminosas? Primero, tenemos que examinar cómo se produce el cambio en la vida cristiana.
La salvación es una obra instantánea de Dios, que sucede en el momento que recibimos al Señor Jesús como Salvador.
Romanos 10:9,10,11  9que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. 10Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. 11Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado.
Pero a partir de ese momento, uno entra en un proceso continuo de transformación llamado santificación. El propósito del Señor es moldearnos a la imagen de Cristo, pero este proceso requiere de nuestra cooperación. Eso es lo que quiere decir la Biblia cuando expresa:
"Ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor" (Fil 2.12).
Si descuidamos esta responsabilidad, nos encontraremos luchando con los mismos problemas una y otra vez. Pero si nos sometemos al Espíritu Santo, Él ejercerá su influencia en cada aspecto de nuestras vidas. Los viejos hábitos pecaminosos se disiparán, y serán reemplazados por una nueva conducta agradable a Dios.
El camino a la transformación.
Convertirnos en las personas que Dios quiso que fuéramos al crearnos, es un proceso de adentro hacia fuera. Ya que nuestros pensamientos gobiernan nuestras emociones, decisiones, acciones, actitudes y palabras, cualquier transformación duradera debe comenzar con la mente.
Si lo único que queremos es modificar nuestra conducta, nunca experimentaremos la victoria a largo plazo. Lo que necesitamos es una nueva manera de pensar.
Esto puede lograrse solamente por lo que la Biblia llama la renovación del entendimiento
Romanos 12.2. 2No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
No es una transformación repentina, sino un proceso que dura toda la vida. En el momento de la salvación, el Señor no borra todos nuestros patrones negativos y pecaminosos de pensamiento, así como no elimina automáticamente nuestras imperfecciones físicas. Si usted tenía una cicatriz en su brazo antes de recibir a Cristo, lo más probable es que todavía la seguirá teniendo.
Somos un reflejo de todo lo que hemos estado pensando durante años. Desde el principio, se nos enseñó a responder a las situaciones de cierta manera, con un patrón de respuesta particular, y esto tiene que ver con cada aspecto de nuestras vidas. En algunos casos, podemos ver cómo las expresiones de las personas revelan la manera como se han desarrollado sus mentes a lo largo de su vida, grabando en sus rostros su continua preocupación, dolor y sentimientos de culpa.
Mírese en el espejo. ¿Ve usted el gozo de Cristo en sus ojos? ¿O delata su aspecto los efectos destructivos del pecado? La buena noticia es que, no importa cuáles hayan sido sus pensamientos en el pasado,
Dios puede enseñarle a pensar de manera diferente. Él le da su Espíritu para guiarle mediante un proceso que produce una restauración real y un cambio permanente.

Dónde nacen los pensamientos.
Entonces, ¿qué es lo que desencadena los patrones negativos de pensamiento? El Señor nos ha dado sentidos físicos para que podamos interactuar unos con otros y con nuestro mundo. La capacidad de ver, oír, tocar, saborear y oler, es un regalo maravilloso de Dios que afecta el desarrollo de nuestros pensamientos y lo que pensamos. Sin embargo, debido a que continuamente estamos siendo influenciados por el mundo que está a nuestro alrededor, a veces no utilizamos esa capacidad de manera que honre a Dios. Experimentamos la vista, sonidos, olores, sabores o sentimientos que nos dan un placer momentáneo, y comenzamos a pensar: "¿Qué más podría haber?" Y así comienza la espiral descendente; nuestros sentidos desencadenan pensamientos que provocan patrones destructivos de conducta.
Santiago 1.14, 15 dice: "Cada uno es tentado cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte".
Por eso, debemos tener discernimiento en cuanto a lo que vemos y escuchamos. Es también la razón por la que el apóstol Pablo nos dice que debemos despojarnos del viejo hombre, que está viciado, y ser renovados en el espíritu de nuestra mente —para vestirnos del nuevo hombre creado a imagen de Dios
Efesios 4:22-24). 22En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, 23y renovaos en el espíritu de vuestra mente, 24y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.
Una segunda fuente de pensamientos pecaminosos es el Enemigo de nuestras almas. ¿Alguna vez ha estado usted pensando en algún plan o tarea, solo para que una idea perversa e impía le surja en la mente? Usted podría preguntarse: "¿De dónde vino eso?" Son los intentos de Satanás de proyectar sus ideas en nuestras mentes y torcer la verdad, incitándonos a desobedecer a Dios. Su propósito es destruir nuestro carácter y descarriarnos para no hacer la voluntad de Dios.
Nuestra manera de responder determinará si cederemos a sus tentaciones, o si nos mantendremos firmes contra él. ¿Pensaremos, como dice Pablo, en "todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre" (Fil 4.8), permitiendo que nuestras mentes y corazón sean transformadas por estas cosas? ¿O morderemos el anzuelo?
No importa de qué manera nuestras mentes sean bombardeadas por las tentaciones, debemos recordar que, como creyentes, no tenemos que ser esclavizados por el pecado. No somos víctimas, sino hijos de Dios todopoderoso.
Tenemos dentro de nosotros una potente influencia positiva que es más poderosa que el enemigo: el Espíritu Santo. Porque somos morada del Espíritu de Dios, tenemos el poder para extinguir las flechas de fuego del enemigo (Ef 6.16). Por la presencia del Espíritu Santo, somos también capaces de conocer la mente de Cristo, llevar cautivos nuestros pensamientos a Él, y vencer toda tentación
1 Corintios 2.16; 16Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo. 10.13 13No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.;
 2 Co 10.3-5). 3Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; 4porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, 5derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo,
La renovación de nuestra mente.
Dios nos llama a ser vigilantes y cuidar de nuestras mentes en todo momento. Si no lo hacemos, los valores y los propósitos mundanos se introducirán sutilmente e influenciarán nuestra manera de pensar. Cada vez que nos permitimos ser conformados al mundo, el enemigo consigue un punto de apoyo en nuestras mentes. Y cuanto más nos sometemos a esos pensamientos, más fuerte se vuelve su control.
2Corintios 10:3,4,5    3Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; 4porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, 5derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo,
Tenemos que elegir sabiamente qué pensamientos aceptaremos, y cuáles rechazaremos. No basta resistir las mentiras del enemigo; debemos también, y de manera deliberada, llenar nuestra mente con la verdad de la Palabra de Dios. Jesús usó esta técnica cuando Satanás lo tentó en el desierto (Mt 4.1-11). Respondió cada reto con las Sagradas Escrituras, diciendo: "Escrito está…" Cuando tenemos un versículo listo en nuestros labios que refute una mentira de Satanás, tenemos la verdad espiritual más poderosa posible y la victoria .
Tal vez usted siente como si estuviera en una cuerda de un tira y afloja entre Dios y el pecado, siendo halado todo el tiempo en dos direcciones opuestas. No se castigue cuando fracase. Más bien, confiese su falta y arrepiéntase lo más rápidamente posible 1 Juan 1.99Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad..
En esos momentos, recuerde que usted está involucrado en un largo proceso, y que no tiene el poder de renovar su propia mente.
Esforzarse más y hacer promesas a Dios solo le desanimará, porque con sus propias fuerzas nunca será capaz de cambiar.
La transformación verdadera es obra del Espíritu Santo, y eso toma tiempo. Por tanto, sométase a la dirección de Él, preste atención a sus advertencias, y obedezca su voz y usted no será avergonzado o defraudado.
Romanos 10:11   11Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado.
Comience hoy. Como creyentes, podemos esperar que este proceso de transformación continuará hasta llegar al cielo; sin embargo, lo importante es que comencemos hoy.
Así como su batalla se inició al ceder a la tentación, también su camino a la victoria puede comenzar con un acto de sometimiento a Dios. Por el poder del Espíritu Santo, comience a decir no a los pensamientos que no tienen cabida en la vida de un creyente, y a decir sí a los que sí tienen cabida, mediante la meditación en las Sagradas Escrituras su creencia en ellas y en el autor, Dios y actuar de acuerdo a ellas.
Si usted llena su mente y corazon con la verdad de la Palabra de Dios, y cree, actua de acuerdo a ella: tendrá discernimiento, comunión con Dios y podrá identificar más fácilmente los pensamientos y los sentimientos que desencadenan una respuesta pecaminosa en usted y con la poderosa ayuda de Dios podrá cambiarlos por la Verdad de su Palabra y asi caminar andar en esa transformación que nos hara vivir en vida nueva, agradando a Dios con nuestra creencia en El. Amen. Amen.
jca


lunes, 17 de septiembre de 2012


AMISTAD
¿Tienes amigos? ¿Quiénes son? ¿Cómo comenzó la amistad? ¿Dónde están? ¿Estan contigo por conveniencia o por amor, o desaparecen por miedo…?
¿Qué los hace ser tus amigos? ¿Qué es amistad? Son muchas las preguntas que uno puede tener al pensar en este tema. En este artículo voy a tratar de responder algunas de ellas.
Cuando lees la Biblia en tu mente, ¿Quién se te viene primero a la mente cuando piensas en “un amigo” o “amistad”? Yo primero pensé en Dios y Moisés:
Éxodo 33:11ª
“Y hablaba Jehová a Moisés cara a cara, como habla cualquiera a su compañero.”
Un verdadero amigo habla cara a cara, no se escuda en otros, o lo que dicen otros. El pregunta a su amigo para saber, porque es amigo, no tiene  miedo a ser excluido de...  porque alguien que se dice amigo, pero que es contrario y tiene miedo determino otra cosa.
 Cuando leí este verso me preguntaba cómo es que una amistad se da. Cada vez que te cambias a una nueva ciudad/pueblo/estado o te unes a otra iglesia pasas por la misma cosa de nuevo –hacer amigos. Ves gente nueva, observas lo que hacen, cómo hablan, buscas las cosas que estimas mucho en un amigo, luego te juntas con ellos para ser amigos.
En la Biblia, la única referencia que encontré para ver como se da una amistad está en  1Samuel 18:1:
“Aconteció que cuando él hubo acabado de hablar con Saúl, el alma de Jonatán quedó ligada con la de David, y lo amó Jonatán como a sí mismo.”
Cuando veo a las amistades en mi vida debo decir que simplemente ha sido así –viendo la relación después de un tiempo me di cuenta que nos habíamos vuelto amigos. No había escogido aquel amigo, simplemente había algo ahí que no había encontrado con los otros, un gusto mutuo.
¿Qué es una amistad, cómo se manifiesta, cómo tiene que ser un amigo? “¿Cómo tiene que ser un amigo?” – “amigable”. Al principio me quedé en shock con la simplicidad de esta respuesta. Pero debo decir que esa es realmente la esencia de esto.
La Biblia da múltiples respuestas a esta pregunta y voy a poner los versos y dejarlos hablar por sí mismos:

Da de tus propios bienes
1 Samuel 18:4
“Y Jonatán se quitó el manto que llevaba, y se lo dio a David, y otras ropas suyas, hasta su espada, su arco y su talabarte”

Confía, incluso en el peligro
1 Samuel 20:1
“1 Después David huyó de Naiot en Ramá, y vino delante de Jonatán, y dijo: ¿Qué he hecho yo? ¿Cuál es mi maldad, o cuál mi pecado contra tu padre, para que busque mi vida?”

Ten disposición de ayudar
1 Samuel 20:4
“Y Jonatán dijo a David: Lo que deseare tu alma, haré por ti.”

Ama a tu amigo como a ti mismo
1 Samuel 20:17
“Y Jonatán hizo jurar a David otra vez, porque le amaba, pues le amaba como a sí mismo.”

Imparte fe, señala hacia Dios. Asi se comporta un amigo, no lo abandona
1: Samuel 23:16-18
“Entonces se levantó Jonatán hijo de Saúl y vino a David a Hores, y fortaleció su mano en Dios. Y le dijo: No temas, pues no te hallará la mano de Saúl mi padre, y tú reinarás sobre Israel, y yo seré segundo después de ti; y aun Saúl mi padre así lo sabe.  Y ambos hicieron pacto delante de Jehová; y David se quedó en Hores, y Jonatán se volvió a su casa.”

De muestra de compasión en tiempos de aflicción.
Job 6:14ª
“El atribulado es consolado por su compañero”

Ama en todo tiempo
Proverbios 17:17
“En todo tiempo ama el amigo, Y es como un hermano en tiempo de angustia.”

Se amigo y más cercano que un hermano
Proverbios 18:24
“El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo; Y amigo hay más unido que un hermano.”
Da buen consejo
Proverbios 27:9
El ungüento y el perfume alegran el corazón, Y el cordial consejo del amigo, al hombre.”
Aguza y se aguzado
Proverbios 27:17
“Hierro con hierro se aguza; Y así el hombre aguza el rostro de su amigo.”

Ayuda uno al otro
Eclesiastés 4:9-10a
“Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo. Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero !hay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante.”
Ayuda incluso si no tienes ganas
Lucas 11:8
“Os digo, que aunque no se levante a dárselos por ser su amigo, sin embargo por su importunidad se levantará y le dará todo lo que necesite.”

En la Biblia encontramos una personalidad resaltante, alguien que va al extremo de la amistad e incluso ofrece Su vida:

Juan 15:13
“Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos.”

Por supuesto que sabemos que fue nuestro Señor y Salvador Jesucristo el que dio su vida por nosotros. Nos llama Sus amigos. ¿Qué significa eso para nosotros?
Juan 15:14-15
“Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer.”

Este verso es el vínculo entre Dios hablando a Moisés “cara a cara, así como un hombre habla a su compañero” y Jesucristo siendo nuestro amigo –hablando abiertamente, siendo franco, amigable, confiando, devoto, comprometido, estando más cerca que un hermano, amando al amigo, incluso si eso significa dar la vida.

Santiago 2:23
“Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios”

Dios nos dio libre voluntad. Está en nosotros por Cristo, es Dios en Cristo en uno  con quién hacemos amistad:
Santiago 4:4
“¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.”
Las relaciones se tratan de amor y perdón. Aprendimos muchas cosas al pasar por ellas más que al evitarlas.
Santiago 4:8ª
“Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros.”

O como El Mensaje lo pone, más “amigablemente”: “di un sí a Dios y Él no se tardará en estar ahí”.

A Abraham también se le llamó amigo de Dios y está escrito sobre él que caminó con Dios. No caminó ante Él o estaba millas atrás de Él sino con Él y eso hace la diferencia.
Gran lección para aquellos que nos ponemos el titulo de amigo de, y luego desaparecemos por miedo, falta de criterio y de enseñanzas sanas de la sana doctrina de las Palabra de Dios, no torcida o acomodada a mi conveniencias, también por falta de carácter cristiano, o inducido por lo que dictamina algún obispo sin ser ejemplo y sin siquiera tener el valor para comprobarlo.
TITO 1:6-11
el que fuere irreprensible, marido de una sola mujer, y tenga hijos creyentes que no estén acusados de disolución ni de rebeldía.
7Porque es necesario que el obispo sea irreprensible, como administrador de Dios; no soberbio, no iracundo, no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas,
 8sino hospedador, amante de lo bueno, sobrio, justo, santo, dueño de sí mismo, 9retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen. 10Porque hay aún muchos contumaces, habladores de vanidades y engañadores, mayormente los de la circuncisión,
11a los cuales es preciso tapar la boca; que trastornan casas enteras, enseñando por ganancia deshonesta lo que no conviene.

Mi mamá me enseñó a tratar a mis amigos de la forma en que yo deseo que me traten.
Yo sé que no toda amistad es como la de David y Jonatán . Pero te animo a ser genuino (por dentro y por fuera) sin esperar nada a cambio, amando incondicionalmente y perdonando unos a los otros, caminando en los pasos de nuestro amigo y Salvador, Jesucristo. Amén. Amen.
jca