domingo, 25 de enero de 2015

LA LUZ DE LA VIDA
Capítulo Trece de "Ordena mis pasos con Tu Palabra"
Por V.P. Wierwille

A través de la Palabra de Dios vemos la importancia de la luz, tanto de la luz física, como de la luz espiritual. En el primer capítulo del Génesis, cuando Dios estaba preparando esta tierra para nosotros, la primera cosa que dijo fue: “Sea la luz”.

Génesis 1:3:
Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz.

Y una de las últimas cosas que Dios revela en el libro de Apocalipsis también tiene que ver con la luz. El escenario es el nuevo cielo y la nueva tierra.

Apocalipsis 22:5:
No habrá allí más noche; y no tienen necesidad de luz de lámpara, ni de luz del sol, porque Dios el Señor los iluminará; y reinarán por los siglos de los siglos.

La grandeza de todo lo que Dios alguna vez hizo y de todo lo que Él hará entre el momento de Génesis 1:3 y Apocalipsis 22:5 es hacer la luz disponible para el hombre, porque Dios es Luz.

I Juan 1:5:
Este es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él.

A lo largo de Su Palabra está registrado que Dios es Luz. Ahora, ¿cómo puede alguien decir que tiene la luz si no conoce al Dios verdadero, la fuente de la luz? Nadie puede decir que tiene luz, hasta que conozca a Dios. Dios es luz, y si alguien alguna vez va a tener luz, tiene que tener una relación con Dios, debe conectarse con la fuente.

Ya que Dios es Espíritu*, y por lo tanto no puede ser visto, la única manera en que nuestros sentidos pueden aprender acerca de Dios es yendo a Su Palabra escrita, que está en el reino de los sentidos. Si Dios es luz, Su Palabra es luz. La luz de la Palabra de Dios da a conocer a Dios Quien es Luz. Sin la luz de la Palabra de Dios, la gente nunca conocerá a Dios, y continuará caminando en oscuridad. Ellos pueden decir: “tenemos luz”, pero esto no puede ser verdad. El hecho de que alguien diga que tiene luz está a veces muy alejado de la realidad de que la tenga.

I Juan 1:7:
Pero si andamos en luz, como él está en luz**, tenemos comunión unos con otros…



*Juan 4:24: “Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que [le] adoren”.
** El Manuscrito de 1850 (“thirteenth century”) omite las palabras “andamos” y “como él está en la luz”. Las palabras restantes permiten al verbo “andar” por elipsis: “Pero si [andamos] en luz, tenemos comunión”. El Manuscrito de 1851 (“tenth century”) dice:" Pero si andamos, como Él es, en la luz tenemos comunión”.

Si yo vivo o “ando” en la luz, Dios y yo tenemos comunión. Si usted anda en luz, Dios y usted tienen comunión. Y mientras tenemos comunión con Dios, Quien es nuestra Luz, tenemos una vida llena de luz.

Cuando los creyentes ven la grandeza de la luz de Dios y realmente la viven, sus vidas son bendecidas, sus familias son bendecidas, sus comunidades son bendecidas. Entonces cuando los creyentes se encuentran esparcidos por todo el mundo bendiciéndolo, el mundo ve la luz, porque Dios es Luz y Su luz está en los creyentes.

II Timoteo 1:7:
Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía [de miedo], sino de poder, de amor y de dominio propio.

Dios no nos ha dado espíritu de cobardía, “sino de poder, de amor y de dominio propio”. Dios hace a las personas poderosas, amorosas y con una mente sana. Dios hace ganadores, no fracasos. Dios está en el negocio de liberar a las personas, no de derrotarlos. Él da a la gente mentes sanas, mentes con juicio. Y nosotros, como gente de Dios que hemos recibido mentes sanas, debemos renunciar a nuestros antiguos caminos errados.

II Corintios 4:1 y 2:
Por lo cual, teniendo nosotros este ministerio según la misericordia que hemos recibido, no desmayamos.

Antes bien renunciamos a lo oculto y vergonzoso [a lo deshonesto y secreto]…

¿Sabe usted cuáles son las cosas vergonzosas y ocultas? Y estas no incluyen fumar detrás de un granero. Las cosas vergonzosas y ocultas son planes deliberados de personas para promover su deshonestidad con el fin de engañar deliberadamente a otros acerca de la Palabra de Dios. ¿Cómo alguien puede llegan a este lamentable estado?

… no andando con astucia, ni adulterando la palabra de Dios…

Ellos caminan en una conducta inescrupulosa y falsificando la Palabra de Dios, éstas son las cosas ocultas y vergonzosas.

Teniendo este ministerio, no desmayemos; no nos cansamos de nuestro privilegio y responsabilidad. Porque hemos recibido misericordia, hemos renunciado a lo oculto y vergonzoso y a falsificar o manipular la Palabra de Dios engañosamente. A causa de lo que Dios ha hecho por nosotros, limpiamos nuestras vidas y tratamos la Palabra de Dios con verdad.

… sino por la manifestación de la verdad recomendándonos a toda conciencia humana delante de Dios.

En vez de andar con astucia y manipulando la Palabra de Dios engañosamente, nos recomendamos a nosotros mismos a toda conciencia humana, en la creencia de lo que es correcto. La conciencia no es más que patrones de hábitos de pensamiento que las personas establecen en sus vidas. Sus conciencias les molestan debido a un patrón de hábito que han establecido. Cuando usted se viste de la mente de Cristo y entrena su conciencia en la doctrina de la Palabra de Dios, entonces su conciencia le guiará con esa Palabra. La Palabra de Dios será el patrón de hábito para mantener su vida cotidiana en el camino correcto.

Versículo 3:
Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, entre los que se pierden está encubierto.

Este “evangelio” es el evangelio de la liberación de Dios. La palabra “encubierto” es “velado”. En una boda se puede decir que hay alguien bajo del velo de la novia, pero no es hasta que la novia llega al altar y que el velo se retira de su cara que se puede realmente ver el rostro. Así es el velo del evangelio entre los que se pierden. El evangelio está encubierto, velado a los perdidos. Ellos no pueden verlo lo suficientemente bien como para creerlo. El versículo 4 le dice quién es el responsable de este velo y quiénes son los perdidos.

Versículo 4:
En los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos…

Satanás ha cegado a aquellos que se pierden al mantenerlos lejos de la luz verdadera. Él está en el negocio de cegar el entendimiento de la gente, de esa forma ellos no pueden ver claramente la Palabra de Dios. Algunas veces, él demuestra su propia luz falsificada tan brillante que ciega a la gente, o, a veces él hace que todo lo contrario a la Palabra de Dios luzca seductoramente hermoso. Pero el gran propósito detrás de obras de Satanás es cegar a la gente y mantenerlos lejos de la luz verdadera.

Versículos 4 y 5:
… para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios.

Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor, y a nosotros como vuestros siervos por amor de Jesús.

Satanás ciega los ojos de algunos que no creen, para que el Evangelio de Cristo no ilumine sus vidas.

Versículo 6:
Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo [“en la faz de”, es una figura de dicción que significa “a través de la obra que Jesucristo hizo”].

Nosotros somos la realidad viviente de la presencia del poder de Dios mientras procuramos dividir correctamente la Palabra y traemos a libertad a hombres y mujeres. Nosotros caminamos para que la luz de la gloria de Dios en nosotros pueda ser vista por los demás.

Ahora bien, esto no significa que estamos exentos de cometer errores. De hecho, la Palabra de Dios nos enseña que vamos a cometer errores. Pero cuando cometemos un error, no es de una forma deliberada o elaborada y astuta dividiendo mal la Palabra. Nuestros errores son simplemente una cuestión de falta de conocimiento o por no hacer lo mejor. Tal vez la próxima semana sabremos más de la Palabra de Dios, y luego vamos a cambiar. De esto es de lo que se trata la vida.

Versículo 7:
Pero [Porque] tenemos este tesoro [la luz del conocimiento de la gloria de Dios] en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros,

Este gran tesoro que tenemos es “la luz del conocimiento de la gloria de Dios”, de la cual se habla en el versículo 6. Este, que es el tesoro más valioso de Dios, se encuentra en vasos de barro. Estos “vasos de barro” son nuestros cuerpos. Tenemos este precioso tesoro en nuestros cuerpos físicos. Dios contrasta así de dramáticamente al vaso de barro con la excelencia de Su poder. ¡Qué contraste! Qué dinámica yuxtaposición o unión.

Con este conocimiento de la gloria de Dios, podemos llegar al punto en la vida que confiamos totalmente en Dios para que cuide de nosotros y para que nos guíe. Nosotros proclamamos la grandeza de la Palabra a nuestros amigos, a nuestros seres queridos, y todos los demás con quienes entramos en contacto. A cada lugar que vamos, hablamos la Palabra. ¿O tiene usted algo mejor de qué hablar? No. Entonces, hable sobre lo mejor, la Palabra de Dios. Si hay algo que el mundo realmente necesita hoy, eso es la Palabra de Dios. La gente no necesita programas para recibir ayudas, no necesitan programas de rehabilitación, no necesitan armamentos. Ellos necesitan la Palabra. Todas estas cosas pueden tener alguna utilidad, pero sin la Palabra de Dios, la verdadera y básica necesidad del hombre, no puede ser satisfecha. Sólo la Palabra de Dios brinda verdadera satisfacción. Debemos pararnos firmes y proclamar Su Palabra. La luz de la gloria de Dios es el tesoro que tenemos y que queremos compartir. Sólo tenemos una vida por vivir y una vida para dar, y bien podemos dar nuestro mejor por Su máxima prioridad.

Veamos un par de usos de la palabra “luz” en la Palabra, comencemos en Mateo 5 con el fin de obtener una mayor comprensión y apreciación de Dios como luz y de nosotros como Su luz en el mundo.

Mateo 5:14-16:
Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.

Ni se enciende una luz [una lámpara] y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero [un pilar], y alumbra a todos los que están en casa.

Así alumbre vuestra luz [no sus negativos, no sus dudas, no sus miedos, no sus preocupaciones] delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.

Nosotros somos la luz del mundo. Supongamos que no siempre vivimos de acuerdo a los caminos de la Palabra. Supongamos que no actuamos como hijos de luz. ¿Nos quedamos allí? No, regresamos a comunión con Dios* y regresamos a vivir Su Palabra e irradiamos Su luz.

Juan 8:12:
Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.

Jesucristo es la luz; él fue la Palabra de Dios encarnada. La persona que sigue a Dios en Cristo Jesús, no andará en tinieblas, sino que “tendrá [absolutamente] la luz de la vida”. Jesucristo es la luz; y usted es luz cuando vive la Palabra de Dios y testifica sobre ella. La gente debe hacer conexión con la luz de Dios a través de Su Palabra para tener vida. De lo contrario, están en oscuridad, muertos en delitos y pecados.

Efesios 5:8:

Porque en otro tiempo erais tinieblas [estabais ciegos], mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz.

Dios es Quien que nos ha librado de la ceguera. Él es Quien se llevó la oscuridad de nuestras almas. Dios es Quien nos ha hecho lo que la Palabra dice que somos. Debido a lo que Jesucristo hizo, andamos como hijos de luz, porque somos hijos de Dios.

I Tesalonicenses 5, hablando de la venida de Cristo, contiene esta gran verdad.

I Tesalonicenses 5:5:

Porque todos vosotros sois hijos de luz e hijos del día; no somos de la noche ni de las tinieblas.

Así es. Ustedes no pertenecen a las tinieblas, ustedes no son de la noche. Ustedes son hijos de luz, ustedes son hijos del día. Y si la gente quiere ver la luz, ellos tendrán que mirarlos. Así que denles un poco de luz para que puedan ver, porque ustedes tienen el conocimiento de la Palabra para compartir con la gente, y esa Palabra es luz para ellos.

Filipenses 2:13 y 14:
Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.

Haced todo sin murmuraciones [sin quejas] y contiendas [sin discutir].


I Juan 1:9: “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”.


El texto dice literalmente: “Porque es Dios, Quien trabaja en ustedes”. Dios está trabajando dentro de usted. Murmurar o quejarse, es decir: “Mira, he sido testigo por tres días y no ha pasado nada”. ¿Acaso Dios ha muerto? ¿Recuerda usted a Noé? Él dio testimonio por algún tiempo, de hecho, ¡él testificó por 120 años! Y no se rindió. Si él se hubiera rendido a la revelación que Dios le dio, él se habría perdido aquel viaje en barco. A veces las personas tienen dificultad para pararse firmes por el Dios verdadero incluso momentáneamente. Usted no tendrá ese problema si conoce la Palabra y cree la Palabra. ¿Cuál es el resultado cuando usted no se queja o discute acerca de hacer la voluntad de Dios?

Versículos 15 y 16:
Para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo;

asidos de la palabra de vida…

Usted brilla como luminar en el mundo. No ponga su luz que proviene de la verdad debajo de un almud. Camine en la luz. Hable acerca de ella. Este asido a la Palabra de Vida.

La Luz de la Vida es la Palabra de Dios. La Palabra da luz, haciendo posible que hombres y mujeres renazcan del Espíritu de Dios, que sean llenos del espíritu santo, que caminen en la grandeza de la Palabra de Dios y brillen como luminares. Nosotros proclamamos esa Palabra de Vida.

Dios nos ha llamado a ser Sus luminares, a irradiar Su Palabra en todo el mundo. Así que camine con la cabeza en alto y sus hombros atrás, camine con gozo en su alma, porque tiene la luz de Dios en usted. Donde quiera que usted esté, con Dios en Cristo en usted, ahí está ese resplandor, esa misma luz que brilla intensamente en usted. Levántese y manténgase erguido, no por lo que usted es, sino por lo que Dios le ha hecho ser. Usted tiene la luz de la vida que no puede ser extinguida y que necesita brillar en estos tiempos torcidos y perversos para atraer a la gente a la Luz.




Traducción por Claudia Juárez Garbalena

domingo, 18 de enero de 2015

EL DISEÑO DE DIOS PARA LA CREACIÓN
Capítulo Dos de "Ordena mis pasos con Tu Palabra"
Por Victor Paul Wierwille

Descripción: https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiP5dw1fcYBBOOVby42X5s2W_RIqEHJumWcS45tHGYF4MB7bjfmgQlB9nzdV1OSMKqYh06giJDNwfOBOI70aw7UryDCGtxkrbKOk7g2egBdSj2jOJHZi3ttvWJJ1dSJSWjVAE_pvAIs86Jo/s1600/Omnipotente.jpg


Solamente  Dios concibió, diseñó y ordenó la vida, todo en ella, desde el hombre para la tierra y la tierra para el universo entero. Sólo Su mente pudo concebirla; sólo Su poder pudo crearla; y sólo Su capacidad pudo haberla logrado.

Luego Dios, por medio de su Hijo Jesucristo, fue capaz de engendrar hijos espirituales. Aquellos de nosotros renacidos del Espíritu de Dios somos estos hijos que Dios engendró por las obras de Cristo. Y formamos una familia que se llama la familia de Dios, con Dios como nuestro Padre.

La interrelación del Padre con su familia es la entraña o el corazón mismo del cristianismo. El cristianismo es el recorrido de un Padre con su familia. Dios es nuestro Padre; y nosotros somos Sus hijos. Somos miembros de Su familia y de Su Casa. Y Él ha preparado un formidable hogar, donde a lo largo de toda la eternidad nosotros, la familia de Dios, podamos estar juntos.

El verdadero cristianismo no es una religión. Las religiones están hechas por el hombre; El cristianismo es lo que Dios obró en Cristo Jesús cuando la filiación espiritual vino a ser disponible a la humanidad.

No solamente el cristianismo no es una religión, tampoco es una filosofía. La filosofía es la sabiduría del hombre. La palabra alemana para "filosofía" es WeltweisheitWelt significa “mundo”; Weisheit es “sabiduría”. La filosofía es “sabiduría del mundo”. El cristianismo no es la sabiduría del mundo, sino una relación divino-humana.

Y no solamente el cristianismo no es una religión o una filosofía, tampoco es una teología. La teología es la “ciencia de Dios”. El que el hombre explique a Dios, es como si el Modelo T* tratara de explicar a Henry Ford. El hombre no puede alcanzar a describir la plenitud de la naturaleza y la capacidad de Dios. Así que el cristianismo no puede ser una ciencia de Dios, sino más bien la unión de Dios con Sus hijos.

A veintitrés millas al noroeste de Campamento Gunnison, en Colorado, hay un pequeño pueblo conocido como Irwin, anteriormente llamado Rubí Camp.**

En la primavera de 1879 ocurrió algo muy emocionante en Ruby Camp. El conductor de un carruaje de mercancías que traía suministros desde el ferrocarril llegó temprano una mañana. Trabajadores descargaron su carruaje, pero él no quería partir hasta la mañana siguiente. Puesto que el conductor no tenía nada que hacer ese día en particular, excepto esperar, le dijo a algunas personas que estaban alrededor de él, que estaba pensando en escavar un poco para ver si encontraba una mina. Las personas con las que habló pensaron que podrían divertirse con él y le aconsejaron: “Si usted quiere encontrar una mina, vaya por ese barranco y comience a excavar; usted encontrará una mina”.

El conductor del carruaje siguió la sugerencia de la gente que pensó hacerle una broma. A menos de 400 yardas (365.76 metros) de donde se encontraba esa mañana, él comenzó a cavar. Para el asombro de todos, comenzó a ver el afloramiento de una veta de plata. Mientras continuaba la excavación, se encontró con lo que más tarde llamó el “Bosque Queen Mine" (“Mina Reina”). Poco tiempo después de que descubrió esta mina, el hombre la vendió por 50.000 dólares. Dentro de los dos siguientes años, los compradores sacaron de esa veta de plata, metal con valor de un millón de dólares.

Cientos de mineros habían caminado antes sobre esa mina, pero nadie se había dado cuenta del enorme tesoro que había tan a la mano. Ninguno la encontró excepto este hombre, que la nombró “Forest Queen”.

* El Ford Modelo T es el automóvil más famoso de la historia. Era un automóvil de bajo costo producido por Ford Motor Company de Henry Ford desde 1908 a 1927. Con el mismo se introdujo la producción en cadena, popularizando la adquisición de los automóviles. (Nota de traductor).

**He leído un diario de H.C. Cornwell, que cubre los años 1879 a 1886 en Ruby Camp, un campamento minero. La plata minada no era en realidad un sulfuro de plata. Tenía una forma de cristal que cuando se aplastaba era de un color rojo sangre; de ahí el nombre “Ruby Camp” (“Campamento Rubí”).



El Bosque Queen Mine es como la Palabra de Dios. Los tesoros de la Palabra de Dios han estado disponibles desde hace siglos. La razón por la cual la gente nunca encuentra sus tesoros es que nunca cavan, nunca buscan en el lugar correcto. Una persona no puede saber la grandeza de Dios por sus cinco sentidos. Con el fin de entender las cosas espirituales una persona debe tener el espíritu de Dios dentro.* Ahora, la Palabra de Dios es el documento más extraordinario en todo el mundo. A pesar de que la Palabra escrita de Dios está en el reino de los sentidos, un hombre que cree puede recibir el espíritu santo y empezar a entender el reino espiritual.

En su gran mayoría, las personas nunca ven la grandeza de la Palabra de Dios, ya que son personas “naturales”, personas sin el espíritu de Dios. El hombre natural nunca va a entender la Palabra de Dios; él simplemente no puede entenderla. Yo no criticaría a un ciego por su análisis de una gran obra maestra de arte, ¿acaso podría? Entonces, ¿por qué criticar a un hombre natural por su ciego intento de analizar las verdades espirituales en la mayor obra maestra de todos los tiempos, la Palabra de Dios?

W.W. Kinsley, en Describiendo la obra maestra de la Palabra de Dios, escribió lo siguiente:

Lo más profundamente que han sido estudiados los fenómenos naturales por los científicos y por los filósofos científicos, lo más gloriosamente han sido expuestas las verdades…de que Dios mismo se ha ocupado a través de edades incalculables en  preparar el advenimiento del hombre, que el hombre ha sido el gran propósito de Su esfuerzo, el máximo Thule** de Su pensamiento creativo en este planeta; y que toda aquella prolongada preparación no podría haber sido simplemente para proveer una existencia animal efímera y poco planeada; que este paciente enfoque no podría haber tenido una consumación tan intrascendente y poco digna.***

No fue una casualidad ciega lo que hizo el Autor de la vida. Explore el reino mineral; explore el reino animal; explore el reino vegetal. De lo más bajo a lo más alto, hay marcas que llaman nuestra atención específicamente a una realidad magníficamente concebida en lo que observamos. Grandes diseños, una gran inteligencia nos confronta dondequiera que miramos en el reino de la creación. Siempre podemos ver un propósito inteligente detrás de este reino, que fue producido por algún tipo de poder constante.


*I Corintios 2:14 Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.

** “Thule” Meta remota, objetivo o propósito final. Límite de cualquier viaje. (Dictionary.com). Nota de traductor.

*** E.W. Kenyon, El padre y Su familia, 11ª Edición. (Seattle: Gospel Publishing Sociedad de Kenyon, 1964), pág. 18, citando W.W. Kinsley.



Tome un microscopio, incluso uno de baja potencia. Coloque bajo su lupa una lente, por ejemplo. Podría ver algunas imperfecciones en el cristal, aunque tal vez sean sólo unas cuantas. A continuación, coloque la misma lente bajo un microscopio de alta potencia. Usted encontrará que mientras más alta potencia tiene el microscopio, más grandes serán las imperfecciones vistas en el cristal. Hay imperfecciones en cualquier cosa hecha por el hombre.

Este ejemplo de la lente demuestra un principio. Lo más potente que sea el microscopio para observar las obras del hombre, lo más imperfecto que parece el objeto, por otro lado, lo más potente que sea el microscopio usado para mirar algo que Dios ha formado o hecho, lo más perfecto y ordenado que se aprecia. Lo más detallado que es el escrutinio de la Palabra de Dios, lo más obviamente que aparece su belleza y perfección. Sólo el hombre que utiliza un pobre microscopio, no logra ver nunca la grandeza de la Palabra de Dios. Él no la observa para ver su perfección.

La Palabra de Dios es para todos los creyentes el diseño de la creación. El plan de Dios para la vida hasta el último toque final, se establece elaboradamente en la grandeza de Su maravillosa Palabra. Sin embargo, una persona debe nacer de nuevo para entenderla y debe estar dispuesta a renovar su mente a la verdad de la Palabra, en lugar de aceptar las opiniones del hombre, de religiones, filosofías y teologías.

I Corintios 2:14 dice: “Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios….” Si el hombre natural no percibe las cosas espirituales de Dios, entonces él no las tiene. No importa cuán sincero luzca el hombre natural, no importa cuán altamente educado pueda ser, o qué tan sensible sea, o que tan inteligente y tolerante sea, él sigue siendo un hombre natural; y el hombre natural, simplemente no puede percibir las cosas del Espíritu de Dios  “porque le son locura: y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente”.

El hombre de los cinco sentidos puede aprender mucho sobre el universo en el que vive, pero él no puede aprender nada sobre el Creador de ese universo. El hombre natural puede ver el diseño estructural en el universo, pero nunca será capaz de ver la inteligencia detrás de toda la creación: Dios. Una persona puede mirar un reloj y observar que debe haber algún tipo de inteligencia detrás de él. Un hombre natural puede hacer lo mismo con el universo. Pero el hombre natural no puede ver a La Inteligencia misma, porque debe tener un espíritu para entenderla.

La pregunta es “¿Cuál es el propósito de la creación?” Esta debe ser la primera pregunta contestada cuando una persona verdaderamente quiere entender a Dios en relación a sí mismo o al mundo en relación a sí mismo o al universo en relación a sí mismo. El resonar más fuerte de las teologías nunca nos ha dado una razón para la creación. La Teología, ya que carece de un fundamento, simplemente suspende una enorme estructura de pensamiento y de opinión en el aire. La Teología nos ha dado varios argumentos cosmológicos de la existencia de Dios, pero no nos ha dado la simple respuesta declarada en la Biblia.

Los teólogos, en su mayor parte, han encontrado más placer en la teología abstracta que en el trato personal con Dios. Han encontrado más alegría en la metafísica que en la revelación divina. La mayoría de los teólogos han fundado sus posiciones sobre las opiniones de los hombres más que en la Palabra de Dios. Teologías y filosofías necesitan una constante revitalización con el fin de sobrevivir. La Verdad es eterna. ¿Alguna vez ha conocido a una persona que considere la posibilidad de revisar las tablas de multiplicar? ¿Por qué no? Porque ellas no tienen necesidad de revisión. Las teorías, incluyendo la de Darwin, deben constantemente ser revisadas y actualizadas. Los tres primeros capítulos de Génesis han sido objeto de burla por siglos, y sin embargo, es sólo en estos tres primeros capítulos que se da la verdadera respuesta a la pregunta “¿Cuál es el propósito de la creación?” Para ver el propósito del universo, debemos ir al primer capítulo de Génesis.

Génesis 1:14
Dijo luego Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche; y sirvan de señales para las estaciones, para días y años.

Sin esas luces en el firmamento, la tierra no tendría días y noches, o las estaciones y los años.

Versículo 15:
Y sean por lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra. Y fue así.

La tierra no se hizo para dar a luz al universo o incluso a sí misma; las “lumbreras en la expansión de los cielos” fueron hechas para dar luz a la tierra.

Versículos 16 y 17:
E hizo Dios las dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para que señorease en el día, y la lumbrera menor para que señorease en la noche; hizo también las estrellas.

Y las puso Dios en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra.

Note que la tierra es el foco central de Dios en Su plan creativo. Hasta este punto en Génesis 1, todo fue hecho para la tierra.

Versículos 18 y 19:
Y para señorear en el día y en la noche, y para separar la luz de las tinieblas. Y vio Dios que era bueno.

Y fue la tarde y la mañana el día cuarto.

El gran universo estrellado fue diseñado para apoyar, sostener y respaldar a la tierra. Y entonces, ¿para qué fue diseñada la tierra? Génesis 1 revela que la tierra fue hecha para apoyar, sostener y respaldar la parte física del hombre.

Génesis 1:28-30:
Y los bendijo Dios [a Adán y Eva], y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.

Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer.

Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde les será para comer. Y fue así.

La tierra fue diseñada para sustentar físicamente al hombre. Dios hizo la tierra para el hombre. Los cuerpos celestes, los animales, el fruto de los árboles, todos estos fueron  hechos para el hombre. La razón de la tierra es el hombre. Y entonces, ¿cuál es la razón de la existencia del hombre? Dios.

Efesios 1:4-6
Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él,

en amor* habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad,

para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado.

Dios creó al hombre para Sí Mismo, para que pudiera tener compañerismo**, para que pudiera tener hijos con quien comunicarse.

El Salmo 8 contiene una maravillosa revelación de la posición que Dios ha dado a Sus hijos en Su plan.

Salmos 8:5
Le has hecho [al hombre] poco menor que los ángeles, y lo coronaste de gloria y de honra.

La palabra traducida como “ángeles” es Elohim, la palabra hebrea para “Dios”. Entonces lo que Salmos 8:5 realmente nos está diciendo es que Dios hizo al hombre un poco menor que Él Mismo. Esta es la tan excelente posición la cual el hombre estaba destinado a tener. Esto demuestra la grandeza del hombre como el pináculo de la creación de Dios.


*La Biblia King James en inglés incluye estas palabras “en amor” como parte del versículo 4, lee así: “Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él en amor…”
**“Companionship” en inglés que quiere decir: amistad. Una vida en común juntos. Vinculo que existe entre compañeros. Suele utilizarse para nombrar a la buena correspondencia y la armonía entre los compañeros.


Hace muchos años, cuando estaba leyendo el libro de E.W. Kenyon El padre y su familia, quedé totalmente absorto en la consideración de su visión acerca de la creación, y me gustaría compartir con usted ahora un pasaje de su libro. Él señaló el registro de un astrónomo muy conocido que estaba discutiendo con su hijo la influencia de los astros sobre la tierra. Lo siguiente es lo que dijo el astrónomo a su hijo.

He notado que en ciertos momentos la Tierra es elevada fuera de su órbita o trayectoria por un cuerpo invisible que está más allá del alcance de nuestro más potente telescopio. Si alguna vez se construye un telescopio más grande, desearía que fueras a buscar en los cielos para averiguar qué es lo que afecta así a este planeta nuestro.*

Luego continúa diciendo Kenyon:

Cuando el gran Observatorio Lick fue erigido con su potente telescopio, este hijo viajó atravesando el mar y el continente, y una noche clara viró el gran telescopio en el espacio oscuro en los cielos donde este invisible e inexplorado planeta, había extendido su mano poderosa y mantuvo control sobre la Tierra.

Después de observar un rato, de repente apareció un pequeño punto de luz; era una estrella balanceándose en su órbita gigante a gran distancia en la frontera del Universo.

Él vio el planeta que había afectado de manera tan extraña a la tierra. Estaba a millones de millas más allá de la estrella más lejana que el ojo humano había visto jamás.

Esta estrella gigante haciendo su recorrido en su gran órbita, viene con regularidad cada cierto número de años lo suficientemente cerca de nuestro planeta, por lo que puede, con su poderosa mano de gravitación a través del inmenso espacio asir nuestra pequeña tierra y sacarla de su órbita.

Como un velero en el océano responde al más leve toque del timón, nuestra Tierra responde al tacto de ese centinela distante y vira rápidamente fuera de su curso; luego, cuando la influencia del planeta pasa, de nuevo la tierra vuelve a su trayecto y va y viene rítmicamente en su camino.

Esto establece un hecho: que no es tan solo un planeta, ni el sol, ni la luna, ni las estrellas, sino que todo el vasto universo tiene influencia sobre este pequeño planeta nuestro.

Cómo estremece el corazón darse cuenta de que esta Tierra nuestra, tan pequeña que mil de ellas podrían perderse en el sol, es el centro y la razón para el Universo.

El Padre y Su Familia, de Kenyon, página 22.

Esta noche, esta antigua Tierra nuestra está siendo sostenida tan segura en el abrazo de esos innumerables y desconocidos planetas, como un niño es sostenido en los brazos de su madre.

Los cielos son esta noche simplemente un perfecto reloj de la Tierra; ningún reloj construido por el hombre puede jamás darnos el tiempo perfecto; pero aquellos que conocen el recorrido de las estrellas, saben que cada estrella, o sol, o planeta pasará en un cierto punto dado en el vasto espacio con un horario programado.

Una estrella puede no haber sido vista en miles de años, pero ella aparecerá en alguna intersección de los cielos ni un segundo antes ni un segundo después de su horario programado.

¡Oh las maravillas del Arquitecto, los prodigios del Creador, el poder del Sustentador de este gran universo nuestro!

Si la Tierra es la razón de los cielos estelares, ¿cuál es la razón de la Tierra? Antes de que las Estrellas de la Mañana cantaran su primer himno al corazón del solitario Padre Dios, antes de que se sentaran las bases de la Tierra, antes de que los primeros rayos de luz pasaran a través de la oscura expansión, el corazón del gran Dios Creador tenía un anhelo, profundo, poderoso, eterno.

Este deseo fue la pasión primordial de tener hijos. El corazón de Padre del Creador anhelaba tener hijos e hijas.

Este anhelo apasionado tomó forma, y Dios planeó un universo para este Hombre Suyo, y en el corazón de ese universo diseñó un Hogar. No hay tiempo con Dios.

El tiempo pertenece al día y a la noche, al sol y la luna.

El Dios Omnipotente no se vio obstaculizado por días, ni noches, ni años.

Cuando El Amor asentó las bases de este universo poderoso, Él planeó, Se propuso que todo él fuera el Hogar de este Hombre Suyo.

Este sería el lugar de nacimiento del Hombre, el Jardín de las Delicias del Hombre, la Universidad del hombre donde aprendería a conocer a su Padre Dios.*

* Kenyon, El Padre y Su Familia, páginas 22,23.

Dios dijo que la tierra es la razón del universo. El hombre es la razón de la tierra. Y Dios es la razón para el hombre. ¿Por qué hizo Dios todo esto? La razón es muy simple: Dios quería hijos que le amaran, y Él quería hijas que le amaran a Él, no por compulsión, no por necesidad, sino por el deseo en ellos de hacerlo así. Dios amó tanto que Él dio, así que en correspondencia  podemos amarlo y vivir nuestras vidas para Él. El corazón de Dios esta anhelante de hijos. Él ha añorado hijos e hijas que lo amen libremente. Antes de que Dios tuviera hijos, Él tenía ángeles para ministrarle a Él como siervos. Pero Él aun quería tener hijos. Entonces con Su maravillosa y guiadora mano de amor, Dios preparó la tierra y los cielos para Sus hijos.

Si esto es verdad, y creo que es cierto de acuerdo a la Palabra de Dios, entonces el hombre es lo más maravilloso de toda la creación de Dios. Y todo en la tierra y en el universo es para la persona que es hijo de Dios. Los incrédulos también participan de las bendiciones del universo y de la tierra, pero estas bendiciones no fueron diseñadas para los incrédulos. Las bendiciones se han diseñado para los hijos de Dios. Si Dios quería de esta forma tener hijos, y amó de tal manera a sus hijos e hijas que pasó años en esta preparación para ellos, qué lugar tan maravilloso esos hijos deben mantener en Su corazón y en Su eternidad. Usted, como un creyente, como un hijo o hija de Dios, es la culminación del sueño de Dios porque usted es un hombre de Dios, una mujer de Dios. La tierra fue hecha para usted. Usted fue creado por Dios. Él es su Padre que le ama. Este es el proyecto de la creación de Dios.

 Traducción por Claudia Juárez Garbalena