domingo, 12 de enero de 2014

“BIENAVENTURADO EL VARÓN QUE SOPORTA LA TENTACIÓN;
“Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman. Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie; sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte”. Santiago 1:12-15
El enemigo tiene tres poderes legales:
  • Poder para tentar
  • Poder para perseguir
  • Poder para acusar
El enemigo tiene poder, pero no tiene autoridad. El único que le puede dar autoridad al enemigo es usted. Estamos en un conflicto entre dos reinos, por lo tanto, Dios le ha permitido al enemigo ciertos poderes legales.
Tentación: la más baja forma de ataque  La fuerza de toda tentación equivale
al deseo que está dentro de usted.
La palabra “tentación” significa: “seducir, desobedecer a Dios y hacer lo malo”.
Dios no tienta a nadie porque la tentación tiene que ver con seducirlo a cometer lo malo. Dios no quiere que desobedezca Sus principios ni que haga lo malo. Cuando hay un deseo malo en su interior, vendrá la tentación. Usted será tentado en el área que todavía no ha muerto. Satanás no sabe lo que hay en su interior, pero si conoce la manera cómo reacciona ante ciertas cosas; si no reacciona, no está en usted, pero si reacciona, eso está en usted.
“No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo”. 1 Juan 2:15-16
La tentación se basa en los deseos de los ojos, los deseos de la carne y la vanagloria de la vida. La palabra “deseo” se refiere a “deseos malos y pervertidos”. Toda tentación está fundada en engaños y mentiras. Deseo=  G1939  ἐπιθυμία  epidsumía de G1937; (específicamente por lo prohibido): codicia, codiciar, concupiscencia, desear, deseo, pasión.
16(1) Los deseos de la carne son el intenso apetito del cuerpo; los deseos de los ojos son el intenso apetito del alma estimulado por los ojos; y la vanagloria de la vida es el orgullo, la jactancia y la exhibición vanas de las cosas materiales, de la vida presente. Estos son los componentes del mundo.
16(2) La palabra griega denota la vida física, refiriéndose a la vida que vivimos; es diferente de la palabra traducida vida en 1:1-2, la cual se refiere a la vida divina.
El diablo siempre le va a decir que el pasto luce más verde al otro lado, pero no caiga en esa trampa. La fuerza de cada tentación es equivalente al deseo que hay en usted. Si no tiene deseos, la tentación no le afectará.
La clase de personas que se le acerquen le mostrarán lo que hay en usted, porque los espíritus se atraen los unos a los otros.   
Cuando Satanás trae la tentación de continuo,
es porque el deseo está en usted.
El  plan del enemigo es desgastarlo por medio de la tentación. Satanás no tiene trucos nuevos. El vence a los cristianos por medio de la persistencia. El diablo seguirá trayendo cosas a su vida que lo harán reaccionar.
Todos somos tentados a diario. Ser tentado no es pecado, pero caer y entregarse a la tentación sí es pecado. Necesita saber cómo pararse firme y resistir la tentación. La tentación está en todos lados, por eso debe orar y buscar de Dios.
Venciendo la tentación
Jesús fue tentado, pero Él usó la Palabra para vencer al enemigo. Cada vez que la tentación viene, declare la Palabra.  
El poder de la tentación está en su carne. La persona que crucifica la carne está muerta a la tentación; por lo tanto, el diablo no lo puede tocar. Una señal de que alguien ha sido liberado, es la falta de ese deseo que antes lo controlaba.
“Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos”. Gálatas 5:24
Para vencer la tentación, necesitamos hacer lo siguiente:
  • Crucificar la carne
  • Quitar el deseo
  • Resistir la tentación
Usted será tentado a abandonar, pero dígale a Satanás que usted no es un desertor. ¡Usted es un guerrero! ¡Resista la tentación, levántese y pelee! Tiene las armas para pelear, sólo necesita usarlas.
Persecución: el segundo nivel de ataque
La persecución viene cuando usted vence la tentación. Cuando somete la tentación, Satanás entiende que no lo puede detener. Y cuando eso ocurre, lo que sigue es la persecución.
Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo”. Mateo 5:10-11
“Persecución” significa que uno es erróneamente acusado. Usted puede ser perseguido por dos motivos: 1) por justicia o 2) por hacer lo correcto. Por eso, cuando la gente comience a hablar mal de usted y lo persigan, en lugar de quejarse párese firme y camine en santidad, justicia y verdad.
“Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros”. Mateo 5:11-12
¿Cuántos de ustedes están siendo perseguidos, ahora mismo, en su hogar, trabajo o escuela? Regocíjese porque hay una bendición y una recompensa viniendo del cielo para usted. Gócese porque grande es su recompensa en el cielo. Regocíjese y alégrese en la persecución porque eso le está ayudando a recibir su recompensa.
Acusación: el nivel más alto de ataque
“Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche”. Apocalipsis 12:10
La acusación es el nivel más alto de ataque. Satanás nos acusa de día y de noche. La acusación es el último recurso del enemigo en su contra.  Esto sucede cuando ve que las personas se levantan contra los hombres y mujeres de Dios. El propósito de la acusación es atacar la credibilidad. Siempre existirá una persona que se pare contra otra para desacreditarla. Cuando la credibilidad de un Pastor es atacada, puede perder parte de su iglesia. Esto sucede cuando hay falta de discernimiento en la iglesia.
La acusación viene cuando usted se convierte en una amenaza contra el enemigo. Si no es una amenaza para el enemigo, nada le sucederá. La auto defensa es una obra de la carne. Cuando usted mismo se defiende, está diciendo que está vivo en su carne, y que le duele.
Adán cayó al nivel más bajo, pero Jesús venció. Adán cayó comiendo. Jesús venció ayunando. Cuando usted vence la tentación, Satanás trae personas para que lo persigan, y cuando eso no funciona, él lo acusa. Pero Jesús es su defensor.
Hoy, le animo a que se levante, pelee y venza  todo ataque del enemigo. En el nombre de Jesús, entregue su vida a Dios y permita que Él lo guíe. Permita que Dios quite todo deseo malo de su corazón. ¡Deje que Él sea su roca y su defensor!
¡Oh! Qué hermoso es confiar en el Dios Vivo, pues Él ha dicho: “nunca te dejaré, nunca te desampararé” (Hebreos 13:5).
Espera con hambre grandes cosas de Dios, y grandes cosas obtendrás. ¡La capacidad de Dios no tiene límites, su capacidad es igual a su voluntad, El no solo es deseoso de hacer sino también es capaz! ¡Alabado sea por siempre  Su glorioso Nombre! ¡Alabado sea en todas las cosas!
El Dios Viviente es nuestra suficiencia.  “Bendito sea el hombre que en Él confía” (Salmos 34:8).
Ore cuando camine, cuando caiga, y cuando se levante. Y la respuesta siempre viene en camino. Miles y decenas de miles de veces han sido respondidas mis oraciones. Una vez que estoy persuadido de que algo está de acuerdo a Su Voluntad y es para la gloria de Dios, me pongo a orar hasta que recibo la respuesta.

Lo más importante de todo, es no desistir nunca hasta que se obtiene la respuesta Está de por medio una promesa de Jehová inmutable, y en ella me recuesto y descanso. El gran error que se comete entre los hijos de Dios es que no perseveran en la oración; no se mantienen orando; no son persistentes.
Si desean darle la gloria a Dios en todas las cosas, deberían permanecer orando hasta que lo consigan.

¡Oh!, ¡cuán bueno, amable, elegante y condescendiente es Aquel con quien tenemos que tratar! ¡Él nos ha ofrecido, sin merecerlo, muchísimo más de lo que pedimos o entendemos! Él ha oído nuestras oraciones decenas de miles de veces.
 Somos perdido por naturaleza, y salvos por la gracia de Dios. Aunque por naturaleza sea pecador, no viva en pecado. Deteste el pecado; y amo la santidad, si, cada vez amo más la santidad.”
He hallado muchas circunstancias desalentadoras´, pero siempre  mantenga y ponga su confianza en Dios. ¡En las palabras de las promesas de Jehová ha descansado mi alma!          Oh, qué bueno es confiar en Él; ¡Su Palabra nunca vuelve vacía!
“Él da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas” (Isaías 40:29).
Salmos 23: ´El Señor es mi Pastor; nada me faltará´.
 “Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa de Jehová moraré por largos días.”
Un pobre en una ocasión fue convidado como huésped en la casa del Rico. Allí fue él y se sintió muy feliz, se quedó contento. Todo lo que anteriormente había naturalmente deseado su alma se encontraba en la casa, “me quedaré aquí para siempre, nunca más me iré de este lugar.” Esto nos muestra lo que los hijos de Dios hallan, cuando ponemos en todo a Cristo Jesús; no simplemente tenemos que decir: “Mi copa está rebosando; me encuentro lleno de felicidad.” Sino que además, añadimos: “Esto es casi más de lo que puedo abarcar. Encuentro todo tan agradable, tan sumamente agradable y perfecto, en este camino que hay que hay recorrer, que no puedo escoger otro nunca más.      ¡Permaneceré en la casa de mi Padre para siempre!´

Esta es la posición a la que se nos ha traído como creyentes que somos en Cristo! Si ciertamente andamos de acuerdo a los caminos del Señor, y verdaderamente llevamos nuestros corazones rendidos a Dios, este es el resultado que alcanzaremos.
Lo encontraremos todo tan sumamente agradable, tan precioso, incluso comparándolo con esta vida, que no tendremos ningunas ganas de salirnos de los caminos del Señor.
En nuestra condición natural humana, procuramos momentos de felicidad; pero no alcanzamos esa felicidad nunca. Nada, sino desilusión es lo que cosechamos, porque después de unas pocas horas, toda esta felicidad mundana desaparece.

Pero en la posición que se nos ha ofrecido por la fe sola en el Señor Jesucristo, no solo se nos concedió “momentos felices” durante unos pocos días, o unos cuantos meses, o unos pocos años, sino por toda la eternidad. Por eso en nuestros corazones decimos: “Permaneceré en este camino; me siento repleto en este camino; nuca saldré de esté camino.”
Y no solamente eso, sino que, además, en esa felicidad eterna ´la misericordia y el bien me seguirán todos los días de mi vida”.
Seré desde ahora un hombre feliz hasta la eternidad, y me mantendré en la presencia de mi Padre; no abandonaré Su casa nunca más, porque en ella he hallado tanta, tanta preciosidad en ser un hijo de Dios.´

¿Para considerar este pensamiento?
Hubo un día en el cual yo morí, literalmente morí´,  muerto para el mundo, sus felicitaciones o censuras –muerto para la aprobación o la vergüenza aun hasta de mis hermanos y amigos– y desde entonces:   
LLEVO ESTUDIANDO PARA PRESENTARME APROBADO SÓLO ANTE DIOS.
 Lamentaciones 3:22-23 “Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana, grande es tu fidelidad.”
Aunque todas las cosas vayan mal, el precioso Jesús  Amigo nuestro es “el mismo ayer, y hoy, y por toda la eternidad”.
Aunque seas el más grande, el más antiguo, el más ardiente pecador, aunque hayas cometido pecados una, y otra, y otra vez, abiertamente y con conocimiento, si en este momento te pones en las manos de Cristo, tú serás por sus méritos perdonado, puesto que hay poder en la sangre de Cristo que quita de encima los más grandes pecados.
¡Oh cuán maravillosamente´¡cuán misericordiosamente, cuán tiernamente, cuán graciosamente nos ha tratado el Señor en Cristo Jesús! Y todo lo que ha hecho y está haciendo, será fiel para perfeccionarlo en nosotros hasta que acabe por fin este peregrinaje terrenal – Él nunca nos abandonará ni se olvidará de nosotros, y un poquito más, y entonces nos recogerá en nuestro hogar para estar siempre con él y con el Padre.-

¡Oh cuán brillante es el glorioso panorama que nosotros los pobres, miserables pecadores tenemos a través de la fe en Cristo Jesús! Y que al final seamos recogidos a casa por toda la eternidad para estar siempre con el Señor, y ver cara a cara Aquel amado que entregó su vida por nosotros, permitiéndosenos besar sus pies, ¡permitiéndosenos besar sus manos!

¡Oh cuan brillante es la panorámica que nos aguarda! Alabado sea Dios y gracias en el maravilloso nombre de nuestro señor Jesucristo. Amen.