lunes, 24 de marzo de 2014

62  -  HEBREOS 12:2  PUESTOS LOS OJOS EN JESUS
Nuestro enemigo conoce, que nuestra fuerza, luz, paz y gozo provienen de “fijar nuestros ojos en Jesús”, y en ocupar nuestros corazones con Él. De ahí su gran y único deseo de mantenernos distraídos para que no le contemplemos así. 
Hebreos 12:1 Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante,
Heb 12:2  puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.

Esto nos lleva de vuelta al secreto de una vida santa. Se resume en una sola palabra: Contemplar.  1. Katoptrizomenoi   
Aparece una vez, 2ª Corintios 3:18: Mirando…como en un espejo.                           Esto es, el espejo Oriental – el reflejo del metal pulido. Los demás verán en ellos el reflejo en la faz de la persona. Llegan a ser transformados, y Cristo –el espejo – a quien contemplan, se refleja sobre y en ellos, y así, sin esfuerzo alguno, se van volviendo más y más, conforme a Su imagen. 
Mirando a cara: G4383    πρόσωπον    prósopon  de G4314 y ὤψ ops (semblante, apariencia, de G3700); frente, (como estando hacia la vista), i.e. el semblante, aspecto, apariencia, superficie; por implicación presencia, persona: acepción de persona, apariencia, aspecto, cara, faz, presencia, presente, rostro, vista.     G3700  ὀπτάνομαι  optánomai forma (voz media) prolongado del primario (voz media) ὄπτομαι óptomai; que se usa por él en ciertos tiempos; y ambos como alternos de G3798; mirar fijamente (i.e. con ojos bien abiertos, como a algo asombroso; y por lo tanto diferente de G991, que denota simplemente observación voluntaria; y de G1492, que expresa meramente visión mecánica, pasiva o casual; mientras que G2300 y todavía más enfáticamente su intensivo G2334, significa  una inspección ferviente pero más continua; y G4648 observa de una distancia) : mirar, mostrar, aparecer, ver.
2.  Theomai    Significa contemplar, observar como en una película, es decir, con interés, entusiasmo y deleite. Juan 1:14: y vimos Su gloria, gloria como del unigénito del Padre. Aparece también en Hechos 1:11 hablando de aquellos que le vieron irse al cielo.
 3. Theoreo      Significa contemplar como desde un estrado, relativo a los juegos Olímpicos y los grandes festivales. Contemplamos a Cristo desde un lugar privilegiado.

Esta palabra la empleó Cristo en Juan 17:24: Padre…que ellos contemplen mi Gloria que me has dado. Los santos tienen que verse con Él en los lugares celestiales, la más alta posición: y tienen que contemplar, como en un gran festival, el despliegue de esa gloria delante de sus ojos.            Efesios 1:3  Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo,
4.  Epopteuo
Significa contemplar como lo hace un iniciado. Alguien que ha sido plenamente admitido con aquellos que poseen el conocimiento de los misterios. Pedro la emplea en su 2ª Epístola 1:16: …habiendo visto con nuestros propios ojos (epoptai) Su majestad (en el monte de la Transfiguración. Vers.16 y 17) (Escritos de E. W. Bullinger  
Conclusión:
Salmos 34:5: Los que miraron a Él fueron alumbrados.      En hebreo significa dirigir los ojos hacia, mirar con profundo interés, añoranza, respeto y afecto.
Dios no asoció nunca nuestro andar en santidad  a la fe, sino a la esperanza. La Esperanza es el secreto de una vida santa, y no la fe. Aquel que tiene esta ESPERANZA en Él – en Cristo – a sí mismo se purifica, así como Él es puro. Este es el testimonio de la Palabra de Dios.
Consideremos esto:     En 2ª Timoteo 1:15, dice: Ya sabes esto, que me abandonaron todos los que están en Asia.
2Tim 4: 3 y 4 tenemos: Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina…y APARTARÁN DE LA VERDAD EL OÍDO, y se volverán a las fábulas.  
¿Qué es entonces lo que el siervo de Dios tiene que hacer?  Predica la Palabra (vers.2). Haz obra de evangelista (vers.5).
EL "TESORO", EL "VASO" Y EL "PODER".
   (2ª Corintios 4:7).  Tenemos este Tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros. No nos predicamos a nosotros mismos. Esta es la carga y lo que lleva consigo envuelto el contexto inmediato.

I. El “Tesoro”.      De acuerdo al vers.4, el tesoro es la iluminación con las buenas nuevas conectadas con la gloria de Cristo.
En el vers.6, es la iluminación en conexión con el conocimiento de la gloria de Dios
El Tesoro por tanto es ésta Divina Iluminación; y es el don de Dios. Justo como cuando Dios ordenó que la luz se separase de las tinieblas, así fue como Dios hizo brillar en nuestros corazones la iluminación del conocimiento de Su gloria, en la persona de Cristo.              
Su gracia es de hecho un Tesoro, pero la Gloria realza su valor. El Señor proporciona tanto la gracia como la gloria. Muchos de los que han oído y conocido el Evangelio de la gracia de Dios, saben muy poco sin embargo de este Evangelio de la gloria. La razón por la cual esto sucede se debe, a que la gracia tiene que ver con nosotros mismos, sin embargo la gloria concierne solo a Cristo.
Nosotros, con nuestro natural egoísmo, estamos poco dispuestos a pensar en las cosas que conciernen solo a Cristo. 
Aquel que vino en gracia volverá en gloria. Las buenas nuevas conciernen a ambas cosas. Es la gloria de su gracia (Efesios 1:6).  Efe 1:6  para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado,
Y la excelencia y el testimonio de este tesoro se han depositado en vasos de barro.   
II. El “Vaso”. 
Entre los hombres, un tesoro valioso siempre se guarda en un recipiente valioso, pero no sucede así con este tesoro particular. Se ha depositado en vasos de barro mortales. Los ojos de Dios se hallan puestos en Su tesoro. Su propósito es declarar y dar a conocer el tesoro, no el vaso. En este caso, no es tanto el vaso, conteniendo el tesoro, sino el tesoro rellenando al vaso y declarando su gloria  a través del contraste con el vaso.
Se muestra V. (8 y 9) cómo el vaso es humilde y se mantiene humilde, para que el tesoro y el poder puedan ser vistos como siendo de Dios, y no de nosotros. 
Estamos atribulados en todo, Mas no angustiados En apuros, Mas no desesperados;  Perseguidos, Mas no desamparados; Derribados, Pero no destruidos.

La total inutilidad y fragilidad de la criatura se declara abiertamente y es puesta de manifiesto; y claramente se nos muestra que es enteramente una cuestión de la sola condescendencia de parte del Dios Todopoderoso que envió el mensaje; y que lo envió a través de quien Él quiso.
Por eso en 1ª Corintios 3 vemos al Apóstol Pablo preguntando: ¿Qué, pues, es Pablo?...sino solo lo que a cada uno concedió el Señor. Y de nuevo en 1ª Corintios 1:26  tenemos otra escritura que, nosotros creemos, está empañada por una común y mala interpretación: Mirad hermanos vuestra vocación, (la de los ministros) que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles – 
Por el contexto sabemos que está hablando de los predicadores y sus predicaciones (vea el vers.23), mostrando cómo lo débil de Dios es más fuerte que los hombres: es decir, en la elección que hizo Dios de los débiles e inútiles instrumentos para ser testigos Suyos, se manifiesta y magnifica Su fuerza y gran poder.            
Es la vocación, o llamamiento que Dios les ha hecho. La forma de la palabra vocación significa el acto Divino del Llamamiento; es decir, habiendo escogido lo necio de este mundo para avergonzar a lo sabio;  y lo débil del mundo para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios (para llamarte a ti) sí, y lo que no es,  para deshacer lo que es (1ª Corintios 1:27, 28). ¿Y por qué ha hecho Dios ésta elección?  ¿Por qué ha escogido lo necio, lo débil y lo vil como instrumentos para llevar a cabo Su obra y proclamar Su mensaje? Pues para que, según se añade, ninguna carne se jacte o gloríe en Su presencia (1ª Corintios 1:29). 
¿Y por qué ha escogido Dios depositar este maravilloso Tesoro en vasos de barro? Él nos dice que, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no nuestra.   
V. 26 leeremos así: Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios. ¿Por qué? Por causa DE ÉL MISMO – y no del ministro que Él llamó; no del pobre, débil y vil, sí, del necio instrumento y agente que Él pueda venir a utilizar – sino DE ÉL, y POR ÉL, estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual, ha sido hecho DE DIOS en vosotros sabiduría, y justificación  y santificación y redención; y entonces, una vez más, la razón para este principio de actuación vuelve a repetirse: Para que, como está escrito, aquel que se gloría, gloríese en el Señor (1ª Corintios 1:31). Y esto nos lleva a considerar ahora: 
III. El “Poder”.       El vaso que contiene este Tesoro es un débil vaso de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros. 

Parece decirnos avisándonos que es posible que haya mucho de humana sabiduría, aprendizaje carnal, elocuencia, en el vaso; y que se ponga mucha atención y admiración de parte de aquellos que escuchan por aquel mero instrumento; es posible que haya mucha adulación a la persona (Judas 16), pero la atención debería fijarse solo en el poder, poder de lo alto, “pneuma hagión” de Dios. 
Este es el peso y contenido del Libro de los Hechos de los Apóstoles. Allí lo que debemos ver son los hechos y obras del Espíritu Santo. Observe al vaso de barro Pedro, quien, en su debilidad había renegado de su Señor; sin embargo, cuando fue investido con este poder, pudo con denuedo acusar al pueblo. Hec.2:36 (Hechos 3:13); y de nuevo, vosotros negasteis al Santo y al Justo (vers.14). Aquí tenemos una manifestación del poder operando a través de un pobre y débil vaso. 
2ª Corintios 10:4, 5 que, las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas EN DIOS para la destrucción de fortalezas; derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios.    Es precisamente cuando nos damos cuenta de la debilidad del vaso que vemos la necesidad de este poder. 

Esta es la única cosa necesaria hoy en día. Hay demasiado aprendizaje y sabiduría humana; demasiada energía carnal utilizándose e ideando todo tipo de nuevos métodos para influenciar a los hombres; pero todo es en vano sin este poder desde lo alto.   Se aplican muchos esfuerzos, se emplea mucha ingenuidad, nuevos trucos e invenciones son utilizados, mucho aparato se usa, para persuadir a los hombres, y para lo que podríamos denominar la persuasión de los cristianos; pero sin la excelencia de este poder, que es de Dios, todo será en vano y de corta duración, en vez de ser eterno; y todo será de poco provecho, aun del tiempo. 
Se precisa de Su poder. Todo lo demás puede estar listo y preparado, toda la destreza humana puede estar presente, y listas también las ideas y sabiduría del hombre; pero, si no tenemos el poder de lo alto, todo eso es en vano y no vale de nada.   
Y todo este poder Divino sin embargo es suficiente para todo: su excelencia y eminencia está enfatizada. Sobrepasa a todas las posibilidades humanas, y excede a todas las imaginaciones del hombre.


Es el poder de lo alto que causa que la Palabra de Dios opere de manera efectiva en el corazón; y convierta al pecador para que pueda ver lo que antes no podía. Entonces podemos entender el por qué Dios ha depositado este tesoro, y es utilizado solamente en, estos vasos de barro: Es para que sea visto y reconocido que el poder es de Dios, y no de nosotros.                      (Basada en escritos de Bullinguer – jca)

jueves, 13 de marzo de 2014

61 - PACIENTEMENTE ESPERÉ EN DIOS
Salmo 40:1- 4  Pacientemente esperé a Jehová, y se inclinó a mí, y oyó mi clamor. Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos. Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios. Verán esto muchos, y temerán, Y confiarán en Jehová. Bienaventurado el hombre que puso en Jehová su confianza, Y no mira a los soberbios, ni a los que se desvían tras la mentira.                        
Salmos 40: 1 dice “pacientemente” aquí es s un hebraísmo que significa . “esperé esperando” y se refiere a esperar actuando. Y si hemos llegado a esta afirmación es porque conocemos que en este verso la palabra paciencia tiene su origen en el griego Patteo que significa actuar declarando La Palabra pisando sobre las circunstancias
No se trata del concepto de la palabra paciencia que siempre hemos tenido, no se trata de esperar de brazos cruzados, se trata de esperar actuando. Se trata de una espera sincera en Dios y en sus misericordias. Se trata de una espera que dará frutos en nosotros.

Santiago 1:3 dice “ La prueba de vuestra fe produce paciencia .. mas tenga la paciencia su obra completa para que seáis cabales y perfectos.. y nos os falte cosa alguna”.  
Santiago 1:3, Porque la paciencia crece mejor cuando el camino es escabroso! 1:4.¡Dejenla crecer! ¡No huyan de los problemas! Porque la paciencia cuando alcanza su máximo desarrollo, uno queda firme de carácter, perfecto, cabal, capaz de afrontar cualquier circunstancia.    (La biblia al dia, paráfrasis)

Nuestra fe es probada cuando en medio de distintas circunstancias, actuamos de acuerdo a lo establecido en La Palabra
Durante el tiempo de su espera, el salmista se encontraba en el Pozo de la desesperación, del lodo cenagoso. Cuando nos dice “de la desesperación” sabemos que se trata de un lodo que por su naturaleza no era el lugar para estar confiado. El salmista tampoco estaba en el lodo seco (firme) sino que este lodo era cenagoso y esto nos habla de la dificultad que vivía. Si el lodo está firme podemos pasar con nuestra carga y pisar firmemente y no se hace tan difícil de llevar, pero cuando el lodo está resbaladizo la prueba es doblemente difícil., el peso de nuestra carga puede llegar a hundirnos en este lodo cenagoso.
 Salmo 40:4 dice “Bienaventurado el hombre que puso en Jehová su confianza, y no mira a los soberbios a los que se desvían tras la mentira”.

Para que uno pueda esperar pacientemente, necesariamente tenemos que tener fe en lo que esperamos o en quien esperamos.
Solo aquellos que en medio de su espera han puesto la confianza en Dios recibirán los recursos del cielo para llegar victoriosos al final de la espera. La Biblia dice:
“Isaías 40:30-31 Los que esperan en Dios, tendrán nuevas fuerzas, correrán y no se cansarán, caminaran y no se fatigaran” y es porque todo esto, es evidencia de que esperar en Dios implica seguir caminando, seguir corriendo, seguir volando por encima de las circunstancia, pero solo si esperamos en Dios seremos merecedores de sus bienaventuranzas .

“Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán”.

La confianza en Dios es la característica de los bienaventurados. Si tienes fe en Dios ninguna aflicción externa puede impedir que te llamen Bienaventurado.
En momentos de pruebas lo último por hacer es ir en busca de consejos, dice el verso 4 “ no corrió tras la mentira” . En este contexto corrió tras la mentira, es ir tras lo que dice el mundo. El varón que confía en Dios no mira, no atiende y no desvía su mirada del autor y consumador de su fe.
En medio de nuestras necesidades y en medio de nuestros momentos más difíciles, si confiamos en Dios , sus misericordias empezarán a obrar en nuestras vidas. Cada día en medio del lodo cenagoso te sostendrán.

Salmo 143:8 dice "Hazme oír por la mañana tu misericordia, porque en ti he confiado".
La palabra misericordia en griego tiene varios significados, hoy veremos dos de ellos:
El primero es ELEOS : Manifestación externa de la compasión que asume la necesidad en aquel que la recibe.    eleos (ἔλεος, G1656), «es la manifestación externa de la compasión; da por sentado la necesidad en aquel que la recibe, y recursos adecuados para afrontar la necesidad de parte de aquel que la exhibe.
El segundo es Okitirmos : Compasión piedad hacia los males de otros.  oiktirmos (οἰκτιρμός, G3628), compasión, piedad hacia los males de otros.
Por tanto, las misericordias de Dios, son recursos adecuados para afrontar la necesidad que tengas.

Hay dos cosas que obran mientras esperamos pacientemente:
1.   La fe y la confianza que pone el hombre en Dios, mientras sigue proclamando su palabra sobre sus circunstancias.
Declarar como dice el Salmo 93:8 "Cuando yo decía mi pie resbalaba tu misericordia me sustentaba". Cuando declaramos su Palabra entonces la paz es la experiencia resultante en el corazón del hombre.
2     Las Misericordias de Dios. La misericordia es la actitud de Dios. Es la actitud que actúa a nuestro favor. Dice este salmo que estamos estudiando hoy, que 
Salmos 40:1. "Dios se inclinó a él y oyó su clamor y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso” .    
 Salmos 118:5 Desde la angustia invoqué a Jehová y me respondió poniéndome en lugar espacioso.
“Salmo 143: 11 y 12 Y por la misericordia disiparás a mis enemigos y destruirás a todos los adversarios de mi alma porque yo soy tu siervo”. 

El salmista conocía el significado de esta palabra por esto dice en Salmo 40: 11 “ La misericordia y la verdad (que es La Palabra) me guarden siempre”.
Salmo 40:10: Este hombre pudo estar en el pozo del lodo cenagoso pero en su corazón en ningún momento dudó de Dios. “No encubrí tu justicia dentro de mi corazón”. Alimentó su alma con La Palabra de Dios y de la abundancia de su corazón habló su boca dijo en este mismo verso         “ He publicado tu fidelidad y salvación. No oculté tu misericordia y tu verdad”
Cada circunstancia que Dios permite en nuestras vidas es para su Gloria y tiene un propósito
Digamos pues, como dijo el salmista : "Aunque afligido yo y necesitado Jehová pensará en mi"
El resultado de su fe, fue estar en un lugar más alto y seguro donde Dios mismo le colocó , Dios puso sus pies sobre la peña que es Cristo
Salmo 40 2 Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos. Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios.


RECORDAR QUE DIOS NOS HA DADO ESPIRITU PODER, QUE ACTUA EN LOS QUE CREEN Y QUE PACIENTEMENTE ESPERAN EN EL:   
2 Timoteo 1:7 (RV-1960)
 Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.

Algo interesante en este versículo es que la palabra traducida como “dominio propio”.         Aquí las palabras “dominio propio” corresponden a la palabra griega söphronismos, una palabra griega que se usa sólo aquí en toda la Biblia.
Esta palabra griega tiene como raíz a la palabra söphron, que es la unión de la palabra sözo: “sanar, salvar, liberar, poner a salvo y a resguardo del mal” y phrën: “pensamientos, sentimientos, aquello que se produce en la mente”.
En la unión de estas dos palabras tenemos que söphronismos nos da la idea de una “mente sana, capacidad de pensar o de dirigir los pensamientos de un modo sano, seguro, recto”.     No se trata sólo de “dominio propio”, es una capacidad para pensar de forma sana y correcta, tal como piensa Cristo mismo:

1 Corintios 2:16 (RV-1960)    Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.

Este versículo nos dice que tenemos la “mente” de Cristo. Aquí “mente” es en griego nous, que se refiere al lugar de donde se producen los pensamientos. Según este versículo, aquellos que tienen el don de espíritu santo de Dios (los cristianos renacidos), tienen la mente de Cristo, o sea, tienen la capacidad potencial de pensar como Cristo, esto es porque somos miembros de un Cuerpo espiritual cuya cabeza en Cristo (Ro. 12:5; 1 Co. 12:12). Estando conectados espiritualmente con Cristo, tenemos la capacidad de recibir de sus pensamientos y así pensar de una manera sana y correcta.
 2 Timoteo 1:7  Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.
Otra cosa a notar aquí es la palabra “cobardía”. Es la palabra griega deilia, que sólo se usa aquí en la Biblia. Significa “cobardía, timidez, falta de fuerza o valor mental o moral”.

 Pablo le dice a Timoteo que Dios no nos ha dado un espíritu de cobardía, del espíritu de Dios no pueden salir pensamientos que nos impulsen a actos de cobardía, si existen estos pensamientos en nosotros, parten de nuestra naturaleza humana y no de Dios.

Aquí esta “cobardía” está puesta en directo contraste con el poder, el amor y la capacidad de pensar de un modo sano y correcto. En otras palabras, cuando nos asalta la cobardía, nuestros actos carecen del poder de Dios (porque Dios actúa cuando tenemos fe en Él), carecen de amor (son actos egoístas) y no parten de una manera sana de pensar, por lo que producen resultados contrarios a la voluntad de Dios.
Ahora veamos el contexto en que Pablo le dijo esto a Timoteo:
 2 Timoteo 1:6-8 (RVA)
 (6) Por esta razón, te vuelvo a recordar que avives el don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos.
 (7) Porque no nos ha dado Dios un espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.
 (8) Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, prisionero suyo. Más bien, sé partícipe conmigo de los sufrimientos por el evangelio, según el poder de Dios.

En el versículo 6, hay que notar que la palabra “don” es en griego charisma. Esta palabra puede referirse a diferentes tipos de dones, pero rara vez se refiere al don de espíritu santo, que por lo general es referido con la palabra griega dorëa. Leyendo versículos como Ro. 12:6; 1 Co. 12:4; 12:31; 1 Pe. 4:10 podemos ver que la palabra carisma suele referirse a dones o capacidades para servir en distintas funciones dentro de la Iglesia. Teniendo en cuenta esto y todo el contexto de la epístola a Timoteo, entiendo que el “don” a que hace referencia aquí Pablo es una función de servicio de Timoteo, un don para la enseñanza y predicación del Evangelio.

 Pablo en esta carta a Timoteo advierte que los tiempos van a ponerse difíciles. Históricamente este fue un tiempo de dispersión de cristianos, de mucha persecución y guerras. Pablo habló estas cosas, probablemente poco antes de la destrucción del templo en Jerusalén, el cual fue un tiempo muy difícil en el cual vivir, sobre todo para los cristianos.

En 2 Ti. 4:6-8 leemos que Pablo ya sabía que iba a morir pronto, por lo tanto, esta carta quizá son las últimas instrucciones de Pablo a Timoteo para que Timoteo siga adelante con la predicación del Evangelio luego de la muerte de Pablo. Por esta causa, era muy importante que Pablo alentara a Timoteo a no dejarse vencer por la adversidad que se vendría y, en este contexto, le dice que avive el fuego del don que había en él, porque Dios no le había dado espíritu de cobardía. En otras palabras, Pablo le está diciendo que debía utilizar su capacidad para enseñar y predicar más que nunca y no dejarse vencer por la adversidad que vendría.

 Dentro de Timoteo estaba la lucha entre su naturaleza de pecado (su humanidad) y su naturaleza espiritual (el don dado por Dios).
Si él actuaba conforme a sus pensamientos carnales, se dejaría vencer por el temor y dejaría de predicar el Evangelio para vivir quizá con mayor comodidad y tranquilidad, a salvo de las persecuciones. 

Pero si se paraba firme por Dios, él iba a actuar con poder, con amor y con pensamientos que son conforme a la voluntad de Dios y así predicaría el Evangelio sin avergonzarse, con todo valor sería copartícipe de los sufrimientos de Pablo en pro del Evangelio. 
No era una decisión fácil, de hecho, es una decisión que muy pocos están dispuestos a tomar.
 Hoy en día, nuestro diario desafío es el mismo que tuvo Timoteo: o nos dejamos ganar por la cobardía de nuestra naturaleza humana y servimos a nuestros propios vientres, nuestras propias ambiciones, actuando egoístamente para vivir con comodidad y tranquilidad, o nos paramos firmes por Dios y le servimos utilizando los dones que Él nos dio, edificando a otros con el poder y el amor de Dios, tomando decisiones sanas que son conforme a la voluntad de Dios.

 Cada día es un día de decisión y podemos decidir avivar el fuego del don o dones que Dios nos ha dado para servir, o podemos echarle el agua de la cobardía a nuestros dones y vivir como creyentes tibios, que le cantan a Dios los fines de semana en una congregación y esperan que con eso solo cambiar al mundo y recibir una gran recompensa en la era venidera.

La decisión no es fácil, y de seguro habrán dificultades en el camino y habrán persecuciones por parte de aquellos que no quieren vivir conforme a la voluntad de Dios, pero Dios estará apoyándonos con Su poder y amor y sabrá recompensar nuestros esfuerzos.

 1 Pedro 3:14-18 (RV-1960)   (14) Mas también si alguna cosa padecéis por causa de la justicia, bienaventurados sois. Por tanto, no os amedrentéis por temor de ellos, ni os conturbéis,   (15) sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros;  (16) teniendo buena conciencia, para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, sean avergonzados los que calumnian vuestra buena conducta en Cristo.  (17) Porque mejor es que padezcáis haciendo el bien, si la voluntad de Dios así lo quiere, que haciendo el mal.  (18) Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu;

Hebreos 12:1-3 (RV-1960)
 (1) Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante,
 (2) puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.
 (3) Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar.

La única forma de poder tener el valor y fortaleza de tomar las decisiones correctas para servir a Dios, es que tengamos los ojos puestos en Jesús y aprendamos de Su ejemplo. Él dio su vida por el gozo puesto delante de él, el gozo de darle al Padre una familia de cristianos que son salvos sólo por creer en Jesús como Señor. Ese mismo gozo debiera ser también nuestro gozo. Nosotros no tenemos que dar nuestras vidas para que otros sean salvos por fe, pero tenemos la responsabilidad de predicar la buena noticia de que Jesús dio su vida para que todo el que en él cree sea salvo y que así las personas conozcan la verdad de Dios para salvación.

¡Que el gozo de ver a las personas ser salvas y conocer la verdad de Dios para tener una íntima relación de amor con Él sea nuestra constante motivación en nuestra vida!


 ¡A Dios sea la gloria por siempre en Cristo! Amén.                                              jca