viernes, 4 de septiembre de 2015

72 - AGUIJONES DE LA VIDA   Y COMO TRATARLOS

Las actitudes de las personas ante las circunstancias adversas, por un lado, los que viven siempre insatisfechos, con la queja permanente en la boca y que acaban (bañados) de amargura.  Por el contrario, en el otro polo encontramos a personas cuya reacción ante las tormentas de la vida, los aguijones es sorprendentemente positiva: azotadas por los más duros embates luchan contra uno o varias experiencias, son capaces de disfrutar del más ,pequeño detalle y de mantener un espíritu admirable de superación. Su ejemplo nos estimula y su ánimo es contagioso!

Para nosotros, como creyentes, la capacidad de superar un trauma no depende sólo ni en primer lugar del buen uso de mis recursos interiores —La fuerza que está en mí»-, sino de la fuerza sobrenatural que proviene de Dios y que transforma mis debilidades en fortalezas. 2 Co. 12:9. «Mi gracia te es suficiente. Porque mi poder se perfecciona en la debilidad». Y por ello Pablo puede llegar a exclamar: «Porque cuando soy débil, entonces soy fuerte» (2 Co. 12:10).

Cuando logramos aceptación o creencia en la integridad de la Palabra de Dios, El mérito no está en nuestro propio esfuerzo, sino en la gracia de Dios, nosotros pondremos de nuestra parte todo lo posible, haremos bien en esforzarnos. pero la gracia es el requisito imprescindible para la victoria sobre nuestras debilidades.

¿Qué significa aceptar?
Aceptar no es resignarse: Para muchos la aceptación es la conclusión a la que llegas cuando «ya no puedes hacer nada más». Entonces «no queda más remedio que aceptar». Es una rendición sin‘condiciones_después de una ardua lucha.

EI fatalismo nace de la convicción de que: •no podemos hacer nada para luchar contra nuestro destino, Por supuesto; el creyente no está de acuerdo con esa idea.  Somos responsables por lo que hacemos con lo que hemos recibido.
Una de las peores actitudes en la lucha contra situaciones circunstancias de la vida  es la resignación fatalista generadora de tanta pasividad como amargura.
El que se que da cruzado de brazos tiene muchas posibilidades de acabar agriando su vida y la de los que le rodean. De ahí la importancia de no  confundir estar contento con estar contentado
Por eso el  ser feliz o desdichado no depende tanto de las circunstancias, sino de nuestra actitud ante estas circunstancias. Nuestra actitud determinara los resultados.

1.- Aprender a ver diferente
2.- Aprender a pensar diferente
3.- Aprender a vivir diferente
1 – APRENDER A VER DIFERENTE: «He aprendido a contentarme cualquiera sea mi situación   (Filip. 4:11)
El elemento clave para llegar a ver diferente es el contentamiento.  Pablo pronuncia una lección sobre el contentamiento. y lo hace desde la cárcel de Roma y en peligro  de muerte: no se dirige a sus lectores de una posición de tranquila comodidad.
La naturaleza del contentamiento
¿Qué quería decir Pablo al afirmar «he aprendido a contentarme»? La palabra original -autarkeia nos da mucha luz sobre su significado implica no depender de, estar por encima de las circunstancias:
Su énfasis está en la autonomía. en no quedar ligado a los acontecimientos o problemas.
Si no se logra un mínimo de contentamiento, nuestro ánimo va a depender por completo de las circunstancias  buenas o malas y entonces la vida se convierte en un auténtico problema  emocional con bruscas oscilaciones.

El secreto del contentamiento por tanto. radica en lograr cierta «independencia» de los acontecimientos vitales y no quedar atrapados por ellos.

El contentamiento del apóstol pablo no es con las circunstancias o con el contexto de tener o no tener en abundancia o de tener escasez sino con la voluntad de Dios, por la figura Elipsis, dice he aprendido a contentarme, elipsis, con la voluntad de Dios cualquiera sea mi situación, que era lo importante para el apóstol Pablo, la voluntad de Dios cualquiera fuera su situación en abundancia o en escasez aprendió ser autárquico con la voluntad de Dios, y no suficiente en si mismo, porque eso es muy limitado y nadie es suficiente en si mismo pero con Dios con toda palabra que procede de la boca de Dios, El es el que suple toda necesidad, cuando ha sido autárquico por la voluntad de Dios, entonces ha aprendido a contentarse.

AUTARQUES significa, suficiente, fuerte contando con lo suficiente, como para no necesitar ayuda apoyo independiente de las circunstancias externas.

Se trata de encontrar a distancia correcta entre lo que nos sucede y cómo nos afecta.

La Introspección. La introspección, valga esta sencilla comparación, es como la sal en la comida: un poco es conveniente porque nos ayuda a escuchar nuestras voces interiores y desarrollar capacidad de reflexión. 
No podemos hurgar todo el tiempo en nuestro interior nos lleva a extraviarnos en un laberinto de sensaciones, sentimientos y dudas angustiantes  introspección sólo surgen « qués?».porque?

Superar una adversidad o problema no es tanto solucionarlo, sino ser capaz de contemplarlo «desde arriba». Esta nueva visión es el primer paso para experimentar la paz aun en medio de la tormenta.
Cuando logro subir al lugar alto y contemplar desde una distancia correcta, se abre a ‘mis ojos una perspectiva panorámica de toda la vida. Mi visión se agranda.
Sobre todo. me ayuda a poner en su lugar lo que es realmente importante en la vida.  MATEO 6:33
Vislumbrar a Dios más allá del cualquier cosa .
Poco a poco aprendo a ver que Dios no está tan lejos como yo sentía, sino el Dios que rescata del hoyo mi vida y me corona de favores y misericordia y me sacia de bien .

2.- Aprender a pensar diferente. Como se piensa, así se siente.

«Llevando cautivo todo pensamiento... a Cristo» (2 Co. 10:5)
Aprender a pensar diferente, lo que sentimos depende en gran manera de lo que pensamos. Lo importante en nuestra vida no es o que nos pasa sino cómo lo interpretamos.  En otras palabras. no puedes controlar lo que te sucede. pero sí puedes decidir cuánto te afecta.

Si’ logramos entender y aceptar esta realidad, podremos empezar a controlar nuestras emociones mucho mejor de lo que habíamos imaginado.
Ante todo. El pensamiento viene antes que la emoción y eso que nos hace sentir bien o mal. afortunados o desdichados. Mis emociones vienen determinadas por mí forma de pensar.
Por esta razón ante un mismo acontecimiento, las personas reaccionan de muy diversas formas. Porque lo interpretan de manera distintas. Observemos esta frase:    «No puedo
Sí. los pensamientos son los responsable de nuestras emociones. Una ilustración nos ayudará entenderlo: mi personalidad es como un jardin en el que planto constantemente semillas. los pensamientos. Según la semilla, así será la planta. Puede ser un pensamiento de ánimo y entonces me hará sentir bien, o puedo sembrar ideas pesimistas. desalentadoras y me causarán desazón. Aun sin darme cuenta. le estoy enviando a mi mente mensajes todo el tiempo que influyen mucho en mi estado de ánimo, mi calidad de vida e incluso en mi salud.

La conclusión es obvia: ser felices o desdichados. en gran manera, depende de nuestra reacción ante la desgracia. En esta reacción contamos con una poderosa herramienta, el cerebro, que podemos poner a nuestro favor como un aliado o en contra nuestra como un enemigo. .
Este proceso de «re-aprender a pensar» se parece al aprendizaje de una lengua extranjera: hay que practicarlo, requiere voluntad y no es instantáneo.
 Analicemos en primer lugar el pasaje de Corintios: «Llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo» (2 Co. 10:5).

Requiere un esfuerzo. La idea de «llevar cautivo» implica una lucha previa. Uno debe pelear contra LOS pensamientos negativos, desarmarlos y hacerlos prisioneros o
cautivos. Todo ello excluye una actitud pasiva, hay que esforzarse, y aquí la voluntad juega un papel clave.        
El destinatario es Cristo y la meta la obediencia.
El siguiente paso después de dominar y hacer cautivos mis pensamientos negativos es presentarlos a Cristo.

El control del pensamiento no busca solo  en primer lugar mi beneficio personal. Lograr la paz mental es tal como el mismo Pablo .lo expresa en Fil. 4:7 Pero esta paz que «sobrepasa todo entendimiento no es la meta sino uno de sus efectos beneficiosos,

LA META ES MAYOR OBEDIENCIA A LA VOLUNTAD DE DIOS.

«Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre: si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza. en esto pensad.» (Fil4:8)

Queremos destacar los siguientes aspectos:
Los ocho elementos de la lista tienen una clara connotación moral. Afectan no sólo mi ánimo o sentimientos, sino mi conducta. En la medida que yo cultive —pensar en»- esta lista de virtudes, estaré influyendo también en los demás, afectará no sólo mi mente. sino también mi conducta y mis relaciones.
El verbo «pensar» (logizomai no significa tanto tener en mente o recordar, sino sobre todo reflexionar, ponderar el justo valor de algo para aplicarlo a la vida.
De manera que su efecto positivo no es fugaz. sino que afecta a mi vida de forma profunda y duradera. Es un hábito que moldea mi conducta.
La paz de Dios, beneficio

La introducción al versículo 7 objeto de nuestro análisis no puede ser más extraordinaria: «Y la paz de Dios. que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones en Cristo Jesús» (Fil. 4:7) Para los hebreos, el shalom es una paz completa. que afecta a toda la persona, mente. cuerpo y espíritu (Pues bien, dice Pablo, esta paz es de Dios, viene de él. y su resultado es que nos mantiene «guardados)) —cobijados- en Cristo Jesús.

Hay una relación inseparable entre la paz de Dios y el Dios de paz.
Vamos a identificar, en primar lugar, cuáles son los hábitos de pensamiento negativo más frecuentes en la persona afligida.  Ante la adversidad la persona suele darse tres explicaciones:
1.- La culpa es mía. Se busca una causa personal a la adversidad. Culpabilizarse  es una reacción propia del duelo que desaparece con el tiempo.
2.- No va a cambiar nunca. Esto  será permanente. No se ve ninguna luz en el futuro: todo parece negro. Es como si el mundo se acabara.
3- Va a arruinar toda mi vida. Sus efectos son globales, afectan todas las áreas. Estoy incapacitado para hacer nada.

Darse uno mismo estas explicaciones personales. permanentes y globales para las cosas malas que le suceden en la vida produce un sentimiento de derrota e impotencia. ¿Cómo luchar contra estos hábitos negativos de pensamiento?

¿Cómo podemos combatir estas pautas tan negativas? Recordemos tal como pensamos así sentimos: no son las circunstancias, sino las actitudes lo que nos hace felices o desdichados. Por ello necesitamos aprender preguntas estimulantes que produzcan respuestas positivas y, finalmente, sentimientos de esperanza.

1.- ¿Puedo hacer yo algo para cambiar o mejorar esta situación? ¿Hay algún remedio con el que pueda contribuir a aliviarla Si es así, por pequeño que sea el paso inicial, empieza ya. A veces. pequeños cambios producen grandes modificaciones.

2.- ¿Hay algo o alguien por lo que puedas estar agradecido? Busca motivos de gratitud a Dios o a los demás en medio de tu problemas.

¿Por qué muchas personas se empeñan en bajar con tanta frecuencia al sótano. incluso se quedan allí mucho tiempo? ¿Tanto cuesta subir a lo alto y llenar nuestra mente de la palabra de Dios de luz, de aire fresco y gratitud.?
No olvidemos que David sufrió una opresora experiencia de aguijón de parte de una persona. Saúl. que le persiguió durante 18 años para matarle.
David tenía muchos motivos para quejarse al Señor y lamentar, como en realidad hace en algunos de sus salmos. Y sin embargo. cuán luminosas y estimulantes son aquí sus palabras:
«Bendice, alma mía, a Jehová,
Y bendiga todo mi ser su santo nombre.
Bendice. alma mía, a Jehová.
Y no olvides ninguno de sus beneficios.
El es quien perdona todas tus iniquidades.
El que sana todas tus dolencias:
El que rescata del hoyo tu vida.
El que te corona de favores y misericordias:
El que sacie de bien tu boca
De modo que te rejuvenezcas como el águila. » (Sal. 103:1-5)
Observemos cómo el salmista. dialoga consigo mismo y le envía a su mente mensajes de estímulo y de esfuerzo: «bendiga todo mi ser su santo nombre» y «no olvides ninguno de sus beneficios».

Cuánto necesitamos todos aprender de David. tanto los que viven afligidos por una experiencia como los que no. Subir a lo alto de nuestra mente y evitar en lo posible instalarnos en el sótano es la mejor manera para poder exclamar ((Bendice alma mía al Señor y no olvides ninguno de sus. Beneficios
La diferencia entre  una vida plena; y una vida amargada no radica tanto en las circunstancias del entorno sino en  las actitudes del corazón. .

Aprender a vivir diferente
«Sé vivir humildemente y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado...»
.¿Por qué hay árboles que se parten cuando sopla el huracán y otros. por el contrario. se adaptan a la fuerza agresora de viento inclinándose? La respuesta es importante porque ahí radica su capacidad de sobrevivir; La palabra clave es flexibilidad;
Ante el trauma. las personas somos como los árboles: tenemos una capacidad de adaptación que nos permite resistir y reorganizar la vida después del impacto de la experiencia traumática, A esta capacidad elástica se la conoce hoy con el nombre de resilencia.
Podríamos definir la resiliencia como la facultad de recuperarse después del trauma. El término se emplea en dos grandes áreas: en la metalurgia se aplica a la capacidad de un material de recuperar sus condiciones iniciales después de haber sufrido un golpe fuerte, De manera parecida. en física alude a la resistencia de los materiales a la presión y la recuperación de su estructura; ha tenido que aprender: «Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia: en todo y por todo estoy enseñado» (Fil. 4:12).
Aunque Pablo aqui alude sobre todo a su situación material; sabemos que su vida constituye un excelente ejemplo de adaptación a uno o varios problemas o aguijones.

Disposición a cambiar. El cambio es parte integral de la vida. De hecho, nuestra supervivencia como raza depende en gran medida de la capacidad de cambiar para adaptarnos a alas circunstancias nuevas; Sin embargo a la mayoría de personas los cambios nos producen ansiedad porque nos abocan a situaciones desconocidas; El primer requisito es la flexibilidad como ya apuntábamos antes.

Ser flexible es esencial para aprender a convivir con la nueva situación porque disminuye el estrés del cambio y nos permite, así, luchar mejor; Por el contrario, su opuesto que es la rigidez nos lleva a quedar anclados en el pasado añorando «lo que antes era o tenía» y lamentando. «que cualquier tiempo pasado fue mejor». Una persona rígida no sabe adaptarse al presente, teme al futuro y se refugia en el pasado. Esta actitud es un gran obstáculo para la adaptación.

El apóstol Pablo fue un verdadero maestro de la flexibilidad y la disposición a adaptarse a cambios— contentarse- a nuevas situaciones. Su dramática conversión supuso un cambio tan radical que afectó hasta lo más profundo de su identidad, simbolizado en un nombre nuevo. Saulo. el perseguidor, pasó a ser Pablo el perseguido: de una posición social respetable. pasó a ser un paria para sus ex colegas fariseos: de tener autoridad, pasó a sufrir azotes y cárcel. En un memorable pasaje Pablo nos abre su corazón para compartir con detalle algunos de estos cambios tan significativos (Fil. 3:4-8).
De igual manera en Corintios nos da algunas pinceladas de su estado emocional: «como castigados, mas no muertos; como entristecidos, mas siempre gozosos; como pobres, mas enriqueciendo a muchos; como no teniendo nada. mas poseyéndolo todo» (2 Co. 8:9-10).

No hay por qué avergonzarse ni sentirse humillado por tener que pedir ayuda cuando se necesita. En el fondo, esta es la esencia misma del Evangelio: «este pobre clamó y le oyó Dios» (Sal. 34:6).
El requisito esencial aquí es la confianza. tan importante como aprender a confiar en ti mismo, es saber confiar en los demás.

La relación de David con Jonatán es un ejemplo de este prinicipio. En su larga lucha contra el aguijón que significaba la persecución a muerte de Saul, David establece con Jonatán, su amigo del alma, un vínculo de confianza tan fuerte que llega a decir:
«Más dulce me fue tu amor que el de las mujeres)). Y en otro texto leemos: «el alma de Jonatán quedó ligada con la de David. y lo amó Jonatán como a si mismo)) (1 S. 18:1-3). Humanamente la vida de David dependió en muchas ocasiones de la ayuda y la información de Jonatán. Fue la clave que le permitió huir —adaptarse- durante tantos años de desierto absurdo. Si. esta es la forma de actuar de Dios: Él raramente nos deja solos ante el aguijón. Dios suele proveer de un Jonatán que nos ayuda decisivamente en nuestra lucha. Qué gran privilegio.

Es admirable comprobar los sentimientos de Pablo hacia Epafrodito en el pasaje de Fil. 2:25-30. Intenta descubrir quiénes son tu Jonatán o tu Epafrodito en tu lucha contra el aguijón. Esta es una de las experiencias más enriquecedoras de una vida.

Cristo
¿Puede haber una experiencia más traumática tanto física como moralmente? En la cruz. Cristo experimentá una de las muertes más sádicas desde el punto de vista físico y sobre todo la mayor injusticia y el mayor dolor moral que jamás hombre alguno haya sufrido aguijón en el NT. se refiero precisamente a la muerte y al pecado (1 Co. 15:55-56). Cristo tenia que pasar por el mayor de los aguijones —experimentar la muerte y el peso del pecado- precisamente para librarnos a nosotros de su veneno mortal.
Nuestras experiencias de dolor pueden ser muy duras y difíciles de sobrellevar, pero quedan relativizadas ante el aguijón por excelencia que fue la cruz. Ningún aguijón humano puede ser mayor que éste: «Mas él herido fue por nuestras rebeliones . molido por nuestros pecados. El castigo de nuestra paz fue sobre él y por su llaga fuimos nosotros curados».
Este vivido pasaje profético de Is. 53 nos presenta a Jesús como un experto en el sufrimiento, “doctorado en aguijones”: «despreciado y desechado entre los hombres. varón de dolores y experimentado en quebrantos...» (la. 53:3).
Todo ello porque Dios «cargó en el el pecado de todos nosotros» (lsa. 53:6). sufrimiento injusto Personalmente se me hace difícil leer este pasaje sin emocionarme.

En aquella noche oscura de angustia, vemos al Señor en Getsemaní ante el aguijón de su muerte atroz siguiendo los mismos pasos que hemos visto en el apóstol Pablo:
• «Padre, si es posible, pase esta copa de mi)). Lucha por eliminar el aguijón. Como hombre, Jesús tiene la misma reacción que cualquiera de nosotros: procura evitar aquel trauma, busca cambiar las cosas. Es la fase legítima y natural de lucha.
• «Con gran clamor y lágrimas)). Oración ferviente al Padre. El autor de hebreos nos describe con gran realismo, casi de forma cruda, la intensidad emocional de la lucha en oración de Jesús con el Padre: ((Y Cristo. en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podia librar de la muerte, fue oido a causa de su temor reverente.)>. (He. 5:7). Por el relato de los Evangelios sabemos que «se angustió en gran manera)) y <(estando en agonía oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra)) (Lc. 22:44). Y en Mateo se lee: «mi alma está muy triste hasta la muerte» (Mt. 26:38).
• «Mas no se haga mi voluntad, sino la tuya». Una disposición plena a la obediencia: «pero no sea como yo quiero, sino como tú» (Mt. 26:39). El sometimiento de Cristo a la voluntad del Padre era completo ya desde el comienzo mismo de su vida en la tierra. El cántico de Filipenses 2 nos lo describe con estas palabras: <...se humilló a si mismo haciéndose obediente hasta la muerte y muerte de cruz» (Fil. 2:8).

Jesús «fue oído a causa de su temor reverente>) (He. 5:7). ¿En qué sentido fue oído? Dios no le libró de la muerte.
Cristo tuvo que pasar por el trago amargo de la cruz, Desde nuestra perspectiva humana ser oído por el Padre debería implicar una respuesta afirmativa a su petición, es decir librarle de la copa de la muerte.
Pero sabemos que esto no fue así. Dios le oyó en el sentido de que envió un ángel del cielo para fortalecerle.
Es muy evidente en el texto de Lucas la relación causa efecto entre la petición de Jesús <(Padre, si quieres, pasa de mi esta copa» (Lc. 22:42) y la respuesta inmediata del Padre: <(Se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle>) (Lc. 22:43). Gran lección para nosotros: Dios no siempre nos va a librar del aguijón, pero siempre nos dará los recursos necesarios para luchar contra él.
Concluimos. Cristo sufrió y superó de forma admirable el más grande aguijón. Por ello «no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades» (He. 4:15). Cristo nos ayuda en nuestros aguijones de dos grandes maneras: por un lado, porque nos da un ejemplo supremo es nuestro modelo a seguir. Pero también, y sobre todo, porque su gracia sobrenatural nos fortalece en nuestra debilidad. todo lo puedo en Cristo que me fortalece». Dependemos de Cristo porque por la  gracia se hace perfecta en nuestra debilidad.
«Cuando soy débil, entonces soy fuerte»
«Mi gracia te es suficiente; porque mi poder se perfecciona en la debilidad»
La primera reacción de Pablo fue lógica y natural: le pide al Señor que le quite el aguijón. Ante una situación de sufrimiento es legítimo pedir que Dios lo elimine si es su voluntad. Hasta el Señor Jesús mismo pidió al Padre que «si es posible, pase esta copa de mi, pero no se haga mi voluntad, sino la tuya». Pablo oró «tres veces», expresión que no hay que tomar de forma literal sino que más bien significa «numerosas veces» tal como apuntan muchos comentaristas. Sin embargo, la respuesta a esta oración ferviente y prolongada no es la liberación, sino la provisión de lo necesario para vivir con gozo su situación de sufrimiento crónico.
¡Dios no le quita, le da! Esta idea es esencial para comprender cómo ve Dios nuestros aguijones. Para nosotros la «solución» consiste en eliminar el problema. La visión de Dios, sin embargo, es muy distinta: para él lo más importante no es la ausencia de sufrimiento, sino su presencia en medio de este sufrimiento y los recursos que tal presencia conlleva. ¿Cuáles son estos recursos?
Lo que en español aparece como un simple adjetivo posesivo «mi», en el original es un genitivo cuya traducción literal sería: «el poder de mí» y la «gracia de mí», estructura gramatical que busca resaltar su procedencia. Este énfasis confirma nuestro argumento: hay unos recursos que trascienden la capacidad del ser humano, van más allá de cualquier técnica psicológica o de medidas sociales. Son los recursos que vienen de Dios
Gracia: «Mi gracia te es suficiente»  Pablo necesitaba aprender. La palabra «gracia» «mi gracia», esta gracia es el poder de Dios operando de formas muy concretas en la persona y en sus circunstancias.  «afanado y turbado estás por el aguijón, pero una sola cosa es necesaria. Te basta mi gracia».
¿Qué significa, entonces, esta expresión «mi gracia te es suficiente»? La gracia es el conjunto de recursos sobrenaturales que vienen de Dios gratuitamente y que nos permiten luchar contra el aguijón con un poder divino.
Ahí radica la diferencia esencial entre la persona creyente y la no creyente al afrontar el sufrimiento: en sus recursos. La situación de aguijón puede ser la misma, pero el creyente tiene unos medios de los que carece la persona sin una fe personal en Dios.
¿En qué sentido la gracia es suficiente? Pablo recibe justo lo necesario para que la aceptación sea «de buena gana» (2 Co. 12:9) y «con gozo» (2 Co. 12:10). No se trata de soportar el aguijón o de sobrevivir en medio de la prueba. Esta actitud no es suficiente. Mal asunto cuando aceptamos las espinas a regañadientes, sólo porque no hay más remedio. Dios no quiere esta aceptación forzada más cercana a la resignación. El nivel de suficiencia que Dios pide es mucho más alto: Él no quiere hijos «gruñones», sino «más que vencedores» (Ro. 8:37).
Poder: «Porque mi poder se perfecciona en la debilidad»
El Señor no se limita a decirle que se conforme con su gracia, como si fuera una orden. Por ello la exhortación va acompañada de una explicación convincente: «mi poder se perfecciona en la debilidad». Aquí radica el secreto que nos ayuda a entender por qué la gracia de Dios nos basta.
«Cuando soy débil, entonces soy fuerte»  Por pura lógica, una debilidad es un obstáculo para cualquiera, una limitación. Así concebía Pablo su aguijón al principio. La lección que el apóstol debe aprender ahora es que Dios piensa exactamente al revés. No se trata sólo de que la espina no estorba al Todopoderoso, sino que precisamente es ahí -en la debilidad- donde el Señor puede manifestar su poder.
Y aún es más, este poder divino se perfecciona, se hace «completo», en esta debilidad. Por ello Pablo afirma: «...por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades para que repose sobre mí el poder de Cristo» (2 Co. 12:9). Él dijo de sí mismo «yo soy la luz del mundo... la luz en las tinieblas resplandece» (Jn. 8:12; Jn. 1:5). La luz de Cristo puede brillar con mucha más intensidad en mis momentos de oscuridad, en la penumbra del dolor.

Es en «la noche oscura del alma», que empezamos a comprender esta gran paradoja: Entonces soy fuerte porque cuanto mayor es la oscuridad, tanto más brilla su luz.

martes, 11 de agosto de 2015

71 - DIOS QUIERE HABLARNOS  (si puedes aportar algo, mejor.)
Dios desea comunicarnos sus planes y propósitos para nuestra vida. La comunicación es parte de su ser. La naturaleza de Dios es hablar con su creación. ¿Cuáles son las tres grandes voces en el mundo? En un mundo de tinieblas y oscuridad, tenemos que aprender a conocer y a discernir las tres diferentes voces, y a tomar decisiones correctas basadas en la voz de Dios, únicamente.
1.La voz de nuestro espíritu: Esta voz es la que en la Biblia se denomina como la conciencia.  Es parte de nuestro espíritu y, además, nos enseña a discernir entre el bien y el mal.
"'Por esto procuro tener siempre una conciencia sin ofensa ante Dios y ante los hombres". Hechos 24:16
2. La voz del diablo:. Así como Dios habla a su pueblo, también el enemigo habla; y trata de imitar la voz de Dios, con el propósito de engañarnos. He visto muchos creyentes engañados por el enemigo porque nunca han aprendido a discernir las tres diferentes voces.
3. La voz de Dios:. El Señor nos puede hablar de diferentes maneras, y una de ellas es por medio de su espíritu santo. La mayoría de las veces, cuando el espíritu santo nos habla directamente, es porque Dios quiere comunicarnos algo demasiado importante, ya sea de vida o muerte, un llamado ministerial o cualquier otra cosa de gran revelación para el Reino.
¿Cómo podemos discernir estas voces? Hay muchos creyentes que me dicen: ¿cómo puedo saber cuándo es la voz del diablo, la voz de Dios o la voz de mi espíritu que me habla?
Esto, usualmente, sucede cuando las personas no están familiarizadas con la voz de Dios.
Algunos no pueden oírlo muy claro, otros lo oyen mejor, pero con interferencia, y otros saben oír la voz de Dios, claramente. ¿Qué ejercicios espirituales se deben practicar para oír mejor la voz de Dios? Aquí algunos puede haber mas:
La oración crea gran sensibilidad en nuestro espíritu para oír la voz de Dios.
El orar abundantemente en el espíritu. Cuando oramos en lenguas, nuestro espíritu se edifica y se desarrolla. Procure orar  en lenguas o en el espíritu todos los días, y después de cierto tiempo, algo le sucederá a su espíritu; se volverá sensible a la voz del Señor.
Meditar en la palabra de Dios. El meditar la Palabra crea sensibilidad a la voz de Dios. Tome un versículo de la Biblia diariamente y medítelo, háblelo, susúrrelo para sí mismo y empezará a ver resultados.
El poder discernir las tres voces viene como resultado del cumplimiento de dos condiciones:
• Madurez espiritual. Una señal de madurez espiritual se da cuando el creyente es guiado por el espíritu santo.    El creyente maduro ha llegado a conocer con claridad la voz de Dios.
"Todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, son hijos de Dios". Romanos 8. 14
• El uso. Cuando continuamente estamos utilizando los sentidos para oír al Señor, logramos discernir la voz de Dios. Es desarrollado cuando lo usamos o lo practicamos a menudo.           Hebreos 5:14 Pero e1 alimento sólido es para los que han alcanzado madures, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal".
Hebreos 5. 14 Cuando nos ejercitamos continuamente en oír la voz de Dios, vamos creciendo, nos familiarizamos con su voz y podemos decir como Jesús dijo en      Juan 10.27:                    "Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen".
Escuchar la voz de Dios, es un ejercicio que debemos practicar de continuo para poder desarrollar la capacidad de discernir su voz de las otras voces. El hombre fue creado para oír la voz de Dios, y por esta razón, debería ser fácil para los creyentes oír su voz a menudo. ¿Cuál es la clave fundamental para oír la voz de Dios?
Estar dispuesto a obedecer. Una de las razones por las cuales Dios deja de hablarle a muchos creyentes, es porque no están dispuestos a obedecer. Muchos me dicen: Dios a mi no me habla". Si éste es su caso, antes de decir esto, pregúntese cuándo fue la última vez que el Señor le habló y usted no hizo lo que El le pidió.
Cuando la identifique, arrepiéntase, pida perdón a Dios, y verá que pronto, él le volverá a hablar.     Cuando somos obedientes, Dios nos habla.
La palabra obediencia implica dos cosas en el griego: "akouo" que significa oír para obedecer, y "bupakouo ", que significa persuadir, escuchar, oír para hacer. En esencia, obediencia es oír con oídos espirituales y poner por obra lo que Dios nos ordene hacer. Algunas veces, Dios nos pedirá hacer cosas que van en contra de nuestro razonamiento, que no serán fáciles de hacer, pero tenemos que estar dispuestos a obedecer, a pesar del lugar, las circunstancias o las personas. Si deseamos oír su voz, la obediencia es la clave para lograrlo. En mi caso, prefiero equivocarme pensando que estoy obedeciendo a la voz de Dios, que quedarme estático sin hacer nada.
Estudiaremos tres medios por los cuales Dios se revela y se comunica con su pueblo:                
• El oír:
Cuando hablamos de oír, no es un oír físico, sino espiritual. Nuestro espíritu tiene un oído espiritual, al igual que nuestro cuerpo tiene un oído físico, y es un medio por el cual el Señor nos habla.
""Cuando Elías lo oyó, se cubrió el rostro con el manto, salió y se puso a la puerta de la cueva. Entonces, le llegó una voz que le decía: — Q u é haces aquí, Elías?" 1 Reyes 19:13
• El ver:
Cuando hablamos de ver en el espíritu, es cuando el Señor nos deja ver el mundo espiritual, y cuando esto sucede, podemos ver imágenes mentales, visiones y sueños. Cuando Jesús vio a Natanael que se le acercaba, dijo de él: ¡Aquí está un verdadero israelita en quien no hay engaño! Le dijo Natanael: ¿De dónde me conoces? Jesús le respondió: Antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi". Juan 1:47, 48
• El sentir
El sentir es una percepción interior, una intuición del Espíritu Santo dentro de nosotros; es un saber interior que no tiene nada que ver con un sentir físico o carnal, sino que es un testimonio interior, un sentir en nuestro espíritu.
"salvo que el Espíritu Santo por todas las ciudades me da testimonio de que me esperan prisiones y tribulaciones. Pero de ninguna cosa hago caso ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios". Hechos 20:23, 24
Cada creyente debe familiarizarse con la forma o el medio como Dios le habla. En mi caso, la mayor parte de las veces, el Señor me habla por medio del sentir y el ver, pero Dios le habla a cada creyente de una forma diferente.
¿Cómo podemos estar seguros que estamos oyendo la voz de Dios? Usted no puede identificar un billete de cien dólares falso si antes no se ha familiarizado con un billete genuino. El billete falso es detectado cuando se conoce bien el billete genuino. De la misma manera, cuando un creyente conoce la voz de Dios, fácilmente puede identificar la voz del enemigo, porque está genuinamente familiarizado con la voz de Dios.
"A éste abre el portero, y las ovejas oyen su voy y a sus ovejas llama por nombre y las saca. Y cuando ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas lo siguen porque conocen su voz. 'Pero al extraño no seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños. Esta alegoría' les dijo Jesús, pero ellos no entendieron qué era lo que les quería decir". Juan 10:3-5
¿Cuáles son los métodos que Dios utiliza para hablarnos? Anteriormente, señalamos los medios por los cuales Dios habla, que son: el oír, el ver y el sentir. Ahora estudiaremos los métodos que El utiliza para hablar.
1. El testimonio interior    ¿Qué es el testimonio interior? Es una impresión en lo profundo de nuestro espíritu, una intuición interior, una percepción, un saber, es un sentir y un impulso en nuestro espíritu. En nuestro espíritu, tenemos algo llamado intuición, con la cual conocemos y percibimos las cosas espirituales. El testimonio interior no es una voz, sino un sentir. Es una pequeña impresión, un saber en nuestro espíritu dado por el Espíritu Santo.  
Recuerde que las cosas espirituales se conocen por esa intuición interior.
Sin embargo, el entender las cosas espirituales es obra de la mente. Así como el alma tiene sentimientos emocionales, el espíritu tiene sentimientos espirituales. El testimonio interior es el método más frecuente, usado por Dios para hablar a su pueblo.
La palabra de Dios dice: El Espíritu da testimonio de que somos hijos de Dios. Es un saber que tenemos todos los creyentes, que si morimos, vamos al cielo.  Hay un saber interior, una intuición, un testimonio que nos dice que somos hijos de Dios.
Pablo tuvo un testimonio
"salvo que el Espíritu Santo por todas las ciudades me da testimonio de que me esperan prisiones y tribulaciones". Hechos 20.23
El apóstol Pablo no dice: el Espíritu Santo me habla. En lo espiritual, él dice: "el Espíritu Santo me da testimonio" (yo percibo, yo siento en mi espíritu) que "prisiones me esperan".
Jesús tuvo un testimonio
"Luego el Espíritu lo impulsó al desierto". Marcos 1:12
"Y conociendo luego Jesús en su espíritu que pensaban de esta manera dentro de sí mismos, les preguntó: ¿Por qué pensáis así?"Marcos 2.8
La traducción amplificada dice: "y cuando Jesús vino a darse cuenta totalmente en su espíritu... ". Jesús percibió, se dio cuenta, estaba consciente en su espíritu de lo que ellos cavilaban en sus corazones.
El sentido espiritual de Jesús era extremada- mente puro y sensible. El captó lo que estaban pensando personas,. Ese percibir no vino de, una voz audible, sino de un sentir del corazón; El tuvo un testimonio interior.
Dios habla por nuestra conciencia
Cuando no tenemos cuidado de oír la voz de nuestra conciencia; cuando somos reprendidos e insistimos en pecar, podríamos llegar hasta la apostasía. ¿Ha tomado usted una decisión en su vida y después de haberla hecho, se ha sentido mal? ¿Siente que la voz de su conciencia le habla y le dice: "no lo hubieses hecho"?
Pues quiero decirle que ése era Dios hablándole a su conciencia y dejándole saber que lo que hizo estuvo mal.
Nuestra conciencia nos defiende o nos acusa de lo que hacemos para Dios y para los hermanos.
"mostrando la obra de la Ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos". Romanos 2:15   Pablo vivía con una buena conciencia.

"'Entonces Pablo, mirando fijamente al Concilio, dijo: Hermanos, yo con toda buena conciencia he vivido delante de Dios hasta el día de hoy".Hechos 23:1 
Nuestro motivo de orgullo es éste: el testimonio de nuestra conciencia, de que con sencillez y sinceridad de Dios (no con sabiduría humana, sino con la gracia de Dios) nos hemos conducido en el mundo, y mucho más con vosotros". 2 Corintios 1:12                       Pablo sabía vivir delante de Dios con una buena conciencia. El sabía cuándo Dios le estaba hablando, y cuándo estaba haciendo lo correcto y agradable delante de Dios.
El Señor me lo dejó saber por medio de mi conciencia, al sentirme mal.
La conciencia trabaja según el conocimiento de la Palabra. Cada vez que recibimos luz de la Palabra en algún área de nuestra vida, nuestra conciencia se activa en esa área específica.         Si somos fieles a nuestra conciencia, que es la voz de nuestro espíritu, empezaremos a caminar en santidad; y si mantenemos una conciencia limpia, habrá una comunicación directa con Dios y oiremos mejor su voz.
¿Cómo podemos mantener una conciencia limpia?
Cada vez que pequemos u ofendamos al Señor, no esperemos un largo tiempo para arrepentimos y pedirle perdón. En el momento que sintamos la reprensión de nuestra conciencia, debemos pedir perdón al Señor y corregir la ofensa. De esa manera, mantendremos una conciencia limpia y pura para oír su voz.
La voz del Espíritu Santo
Anteriormente, estudiamos que Dios nos habla por el testimonio interior, por la conciencia, que es la voz de nuestro espíritu.
Ahora, vamos a estudiar la forma como Dios nos habla por medio de la voz del espíritu santo. La mayor parte de las veces que el Espíritu Santo habla a nuestra vida, es porque desea comunicarnos algo de suma importancia. Puede ser algo que tenga que ver con nuestro llamado, que sea de vida o muerte para nosotros, o que pueda afectar positiva o negativamente a muchas personas. También, puede ser algo que cambie el rumbo de un ministerio o una visión. Dios se asegura que oigamos directamente la voz del espíritu santo.
¿Cómo es la voz del Espíritu Santo?
Es una voz suave y tierna, pero al mismo tiempo, con gran autoridad. Algunas veces, parece que es como si alguien nos estuviera hablando con voz audible, fuertemente.
El Espíritu Santo no nos habla en todo momento de forma directa.
Cuando El habla, lo hace en un momento específico.
La mayoría de las veces, habla por medio del testimonio interior y trae paz al corazón.
Su voz siempre viene desde adentro y desde nuestro espíritu.

Cómo diferenciar la voz del enemigo y la voz del Espíritu Santo?
La voz del diablo...               • Trae temor, ansiedad y preocupación.
• Siempre viene dirigida en primera persona. Es una voz que tergiversa los pensamientos de la persona, haciéndole creer que éstos provienen de su propia mente; y de esa manera, la engaña.
• Siempre contradice la palabra de Dios.               • Trae condenación.
• Trae culpabilidad.                               • Su voz emana desde el exterior de la persona.
La voz de Dios...
• Trae paz, quietud y tranquilidad.                            • Trae gozo.
• Siempre está de acuerdo con la palabra de Dios.
• Trae convicción y no condenación.                 • Edifica, consuela y exhorta.
• Permite un acercamiento entre Dios y la persona.        • La voz del Espíritu Santo emana desde el interior de la persona.

Formas en que Dios se comunica:
Familiarícese con el método en que Dios le habla, y aprenda a oír la voz de Dios. Dios habla a las personas de muchas maneras por medio de las Escrituras. A veces, un verso bíblico que viene al corazón de una persona, es exactamente la respuesta que necesitaba. Otras veces, habrá alguien que se le acerque y le dé una palabra de la Escritura, que es la respuesta exacta de Dios a su necesidad.
Algunas veces, cuando usted llega a la iglesia y está pasando por una prueba difícil, de repente, se empieza a predicar y a utilizar versos de la Escritura que hablan de su problema; ése es el Señor hablándole. Dios sigue hablando, y uno de los métodos que usa es la Biblia. En los momentos de oración, El dará versículos bíblicos que hablarán directamente a la vida de esa persona. Es necesario estar siempre lleno de la Palabra, confesarla, creerla y actuar en ella para que el Señor hable al corazón a través de la misma.
Por Los sueños
Dios ha usado los sueños en el pasado y aún los usa en el presente para hablar a su pueblo. Dios ha comunicado cosas importantes para su reino
¿Qué son los sueños?
El diccionario Webster define sueño como una sucesión de imágenes o ideas presentes en la mente mientras dormimos. Los sueños son formados en el subconsciente del hombre, dependiendo del trásfondo, experiencias o circunstancias de la vida. Así vienen las imágenes y los símbolos, los cuales son únicos para cada individuo.                                                               Los sueños se organizan estrictamente en la mente natural o pueden ser dados como imágenes de Dios, del Espíritu Santo, y ser recibidos dentro de la mente del hombre. No siempre son fáciles de entender, pero los sueños son un método por medio del cual Dios habla. Por ejemplo, cuando Dios le habló a José en sueños.
Tuvo José un sueño y lo contó a sus hermanos, y ellos llegaron a aborrecerlo más todavía". Génesis 37.5
Por Visiones
El diccionario Webster define visión como el acto o el poder de ver objetos abstractos o invisibles. Hay otras palabras griegas y hebreas para describir lo que es una visión, y una de esas palabras es revelación.
Cuando Dios nos deja ver el mundo espiritual, recibimos una revelación de Dios. Es como si estuviéramos viendo las imágenes en una pantalla de televisión a color.
Los sueños y las visiones son la evidencia de que el Espíritu Santo está en operación, y además, son una señal del derramamiento del espíritu santo en los últimos tiempos.
"'Pero esto es lo dicho por el profeta Joel: "En los postreros días—dice Dios—, derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; vuestros jóvenes verán visiones y vuestros ancianos soñarán sueños..." Hechos 2.16, 17
Hay tres tipos de visiones:
• Visión espiritual. Es cuando una persona ve en el mundo espiritual, como lo fue en el caso de Pablo en su camino hacia Damasco. Pablo dice que cuando la visión ocurrió, sus ojos fueron cegados y no podía ver físicamente, pero sí podía ver en el espíritu. El señor habló a Ananias por medio de una visión para que fuese a orar por Pablo.
"'Había entonces en Damasco un discipulo llamado Ananias, a quien el Señor dijo en visión: "Ananias". El respondió: "Heme aquí, Señor". Hechos 9.10
• Éxtasis. Éste es el tipo de visión donde los sentidos físicos quedan en suspenso durante un momento. Esta es la segunda clase de visión más alta que una persona puede experimentar. No está consciente del lugar donde está ni de todo lo que tiene contacto con el mundo físico. No es que quede inconsciente, sino que queda más consciente de las cosas espirituales que de las físicas.
Por ejemplo, Pablo fue a Jerusalén por primera vez y él dijo: "Y me aconteció que vuelto a Jerusalén en el templo me sobrevino un éxtasis". volví a Jerusalén, y mientras estaba orando en el templo me sobrevino un éxtasis. vi al Señor, que me decía:
`Date prisa y sal prontamente de Jerusalén, porque no recibirán tu testimonio acerca de mi". Hechos 22:17, 18
• Visión consciente. Éste es el tipo de visión donde los sentidos no están en suspenso y la persona tiene los ojos físicos abiertos. Este es el nivel más alto de visión. La persona está consciente de todo, pero al mismo tiempo, puede ver el mundo espiritual. Los profetas del Antiguo Testamento eran llamados videntes y tenían este tipo de visiones frecuentemente.
¿Cuáles son las fuentes de inspiración de los sueños y las visiones?
Debemos tener en cuenta que los sueños y las visiones tienen tres fuentes:
• Los sueños y visiones inspirados por el Espíritu Santo.
• Los sueños y visiones producidos por nuestra alma.
• Los sueños y visiones producidos por el enemigo.
Los sueños y visiones espirituales, que son inspirados por el Espíritu Santo y comunicados por la mente natural, entregan un mensaje, ya sea una revelación o cualquier otra cosa. Creo que cada persona debe orar para poder interpretar un sueño o una visión que piense que vino de Dios.
Por ejemplo, cuando Dios habló a Pedro por medio de una visión. Hechos 10.9-16
Una vez más, podemos observar que Dios habla por medio de sueños y visiones. Dios está vivo y sigue hablando a su pueblo. Es importante aprender a reconocer cuál es el método más usado por El para hablarnos.
Por los Ángeles
En el Antiguo Testamento, era muy común que Dios hablara a su pueblo por medio de ángeles. La palabra de Dios enseña que ellos son espíritus ministradores que están para el servicio de los santos. Este es otro método que Dios usa para hablarnos.
"No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?" Hebreos 1:14
Enviar mensajes por medio de sus ángeles no es un método muy común de Dios, pero en casos especiales, hemos visto y oído que Dios ha enviado ángeles a personas para hablarles. Por ejemplo, cuando Dios le habló a Maria acerca del nacimiento de Jesús, fue por medio de un ángel. 'Entrando el ángel a donde ella estaba, dijo: —¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres". Lucas 1:28
Por la paz interior
A menudo, Dios me habla personalmente por medio del testimonio de la paz interior. Cuando he tomado una decisión y no siento paz en mi corazón, es una señal de Dios, dejándome saber que la decisión que tomé no es la correcta. Cuando hay una inquietud, una preocupación o falta de reposo dentro de mi espíritu, es una alarma que se activa dentro de mí como evidencia de que algo no está bien; y si no se siente paz interior, es preferible no hacer lo que pensaba hacer.

¿Qué es paz?
Viene de la raíz griega "shalam", y ésta a su vez, viene de la raíz `shalom ", que significa estar seguro, completo, tranquilo, en reposo y en fortaleza. Esta definición nos da a entender, que cuando tenemos quietud, reposo y nos sentimos seguros en nuestro espíritu acerca de algo, significa que Dios nos está hablando.      Debemos seguir buscando la paz interior.
'"Seguid la paz con todos y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor". Hebreos 12:14
"Apártese del mal y haga el bien; busque la paz y sígala ". 1 Pedro 3:11
Lo que Dios nos está diciendo, es que busquemos la paz con todo nuestro corazón, peleando por ella, luchando ardientemente para tener paz con Dios, con nosotros mismos y con nuestro prójimo. Para buscar la paz no basta con desearla, sino que debe ser una búsqueda con gran intensidad.     Ella nos va a guiar a tomar decisiones correctas, que glorifiquen a Dios y nos ayudan a tener grandes victorias en nuestra vida.
Hay dos cosas que la paz de Dios hace en nuestra vida: • Guarda nuestros corazones y nuestra mente.     "'Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús". Filipenses 4:7
• Gobierna nuestros corazones.«'5Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un sólo cuerpo. Y sed agradecidos". Colosenses 3:15
Cuando la paz de Dios gobierna la mente y el corazón, se pueden tomar decisiones correctas para la gloria de Dios. Al conocer todos los métodos que Dios usa para hablar, se puede observar que El, es un Dios personal, y que a cada individuo le habla con maneras y métodos diferentes. Podemos concluir que Dios habla hoy, y que utiliza medios, tales como: el sentir, el oír y el ver para comunicarse con su pueblo. Además, Dios usa diferentes métodos para hablarnos, porque El es soberano y escoge el método o los métodos que usará para comunicarnos sus planes y sus propósitos de acuerdo a su voluntad.
Pregúntese usted mismo: ¿cuál es el método que Dios usa para hablarme? ¿Será el testimonio interior, la conciencia, la voz del espíritu santo, la profecía o los profetas? ¿Serán los sueños y visiones, los ángeles o la palabra escrita de Dios? Familiarícese con el método en que Dios le habla, y aprenda a oír la voz de Dios.
El temor a Dios:
Adora, respeta y ríndele honor a tu único y verdadero Dios. El santo temor de no ofenderle debe ser la motivación de todo cuanto hacemos.
En Isaías 11: 3 leemos: Y le hará entender diligente en el temor de Jehová. No juzgará según la vista de sus ojos, ni por lo que oigan sus oídos
El Espíritu Santo tiene  facetas y una de ellas es la del temor de Dios. Para comprender esta faceta debemos hablar de las tres motivaciones de los creyentes.
Nos impulsan la voluntad de Dios, el amor y temor hacia Él. En nuestro matrimonio, negocios y vida familiar, muchas veces hacer Su voluntad es suficiente; en otras situaciones basta el amor a Dios, pero hay momentos cuando lo único que puede motivarnos a obrar con rectitud es el temor de Dios. Génesis 22: 12 dice: Y dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único.
Abraham ofrendó a su hijo porque temía y respetaba a Dios, no solo porque le amaba y quería cumplir Su voluntad. Ese temor es un terror santo que se desata en nuestras vidas para que hagamos lo correcto.
No es el temor natural que sentimos en situaciones extremas como cuando estamos en peligro de muerte. Tampoco es temor de cobardía que tiene cuatro características: proviene de Satanás, nos paraliza, atormenta y hace huir.   Dios no te da espíritu de cobardía sino de autoridad para confrontar tu situación.
El temor de Dios tampoco es aquel religioso superficial que procede del hombre y esclaviza. Mucho menos puede confundirse con el temor a los hombres que los hace ver más poderosos que el mismo Dios, que es opuesto a la confianza en Él y no promueve la obediencia al Padre. Entonces, el temor de Dios es la reverencia y respeto que le tenemos y evita que le ofendamos.
Éxodo 20:2-3 nos recuerda: Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre. No tendrás dioses ajenos delante de mí.
Dios es el dueño de toda preeminencia. Somos sus criaturas y es justo que le demos el primer lugar en nuestras vidas.   Aquello que más temes es lo que se convierte en tu dios, así que témele a Él, que te dio la vida y  sacrificó a su hijo para darte la salvación.   Las crisis, enfermedades y pecados no pueden sustituir Su lugar.     No temas más al diablo que a Dios. Es momento de darle la honra a quien la merece.
Este es un tiempo donde la fe de los cristianos está siendo probada.
El temor de Dios debe motivarnos a llevar una vida santa. Cuando el amor ya no funciona el temor debe inspirarnos respeto.
La base fundamental de donde proviene la sabiduría es del temor de Dios.
Tenemos debilidades, somos humanos pero el temor nos guarda de caer en pecado y tentación. Pido por el temor en mi vida y en la de todos los hombres justos.    La inteligencia es educación pero la sabiduría viene de un corazón que teme al Señor.                Es tiempo de arrepentirnos. La iglesia solamente crece y se edifica en el temor de Dios. Lo que crece bajo mentira es superficial.   El temor es respeto y reverencia. Recuerda que puedes temerle hasta que reconozcas Su santidad. La santidad es el atributo y esencia del Señor y lo que debe moverte a temerle con reverencia.   Si has perdido el temor de Dios clama para recuperarlo en tu boca, en tus ojos, mente y corazón para luchar por lo bueno y santo. Amen.



LLEGANDO A CONOCER A JESÚS     Por Carolyn Molica.  (Considerar esto en este aprendizaje)
Hace muchos años me di cuenta de que realmente no conocía muy bien a Jesús. Me habían enseñado mucho acerca de relacionarme con, y orar a Dios, pero Jesús de alguna manera había sido pasado por alto. Me habían enseñado que era Cristo EN nosotros, pero nunca me enseñaron cómo relacionarme con Él como una persona real. No pude evitar cuestionarme: “Si Él es nuestro hermano, ¿no deberíamos ser capaces de hablar y relacionarnos con Él? Nosotros no tenemos que ir a nuestros padres para a través de ellos hablar con nuestros hermanos terrenales, así que ¿por qué sería diferente con Jesús?”
En Hechos 2:36 se nos dice que “Dios le ha hecho Señor y Cristo”. Leemos en los evangelios que cuando las personas se acercaron a Jesús le llamaron “Señor”. Cuando los discípulos hablaron con Él, tanto antes como después de la resurrección (Juan 20:26 a 21: 25), ellos también lo llamaron “Señor”. ¿Nosotros deberíamos hacer menos?
De acuerdo a Romanos 10:9: “si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo”.
Cuando renacemos renunciamos al señorío o reinado de nuestras vidas y a partir de ese momento confesamos a Jesús como Señor. Pero me pregunto si hemos estado metiendo la pata un poco a este respecto. ¿Estamos conversando solamente con Dios nuestro Padre, y pasando por alto relacionarnos con Su hijo, quien Dios dijo que hizo Señor?
Dios me mostró algo asombroso el otro día en las Escrituras acerca de esto. Estaba leyendo en Hechos 7 sobre Esteban. “Y apedreaban a Esteban, mientras él invocaba y decía: Señor Jesús, recibe mi espíritu. (ver. 59). En este versículo en este incidente Esteban habló directamente a Jesús diciendo: “Señor Jesús, recibe mi espíritu”. Y, ¿quién creen que estaba de pie allí mismo? ¡Saulo de Tarso!
“Y echándole fuera de la ciudad, le apedrearon; y los testigos pusieron sus ropas a los pies de un joven que se llamaba Saulo” (ver.58). Saúlo oyó a Esteban hablar con Jesús.
Más tarde cuando Saúlo estaba de camino a Damasco “respirando aún amenazas y muerte contra los discípulos del Señor” (Hechos 9:1), una luz del cielo brilló y Saulo cayó a tierra y todo el mundo oyó una voz. Cuando Saúlo preguntó quién estaba hablando, “¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues” (ver. 5). Esto en realidad no sorprendió a Saúlo porque él había estado allí cuando Esteban habló con Jesús.
Cuando Saulo llegó a Damasco, Ananías fue instruido para ir a él. “Fue entonces Ananías y entró en la casa, y poniendo sobre él las manos, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo” (vers. 17).
¿! No es eso asombroso!? Hay muchos más versículos en las epístolas que documentan una real y verdadera relación personal con Jesucristo. Pablo dijo a los Corintios: “¿No he visto a Jesús el Señor nuestro?” (1Co.9:1). Pedro escribió: “como nuestro Señor Jesucristo me ha declarado” (2ª Pedro 1:14).
No estoy tratando de alejar a nadie del Dios Todopoderoso y de la relación que tenemos con Él. Sólo estoy tratando de mostrarles que nuestra relación personal con nuestro Señor Jesús puede ser desarrollada e incrementada también. Quizás tu seas como yo era, y no has desarrollado aun en tu caminar, una relación viva con Jesucristo.
1 Tesalonicenses 3:11 nos muestra que tanto Dios como nuestro Señor Jesús nos guían: “Mas el mismo Dios y Padre nuestro, y nuestro Señor Jesucristo, dirija nuestro camino a vosotros”. Y 2ª Tesalonicenses 2:16,17: Y el mismo Jesucristo Señor nuestro, y Dios nuestro Padre, el cual nos amó y nos dio consolación eterna y buena esperanza por gracia, conforte vuestros corazones, y os confirme en toda buena palabra y obra”.
Mi trabajo secular es dirigido y orquestado por Jesús. Eso no sucedió milagrosamente de la noche a la mañana. Eso no sucedió a través de un sueño o revelación audible ni nada espectacular. Yo oré al respecto, y un día simplemente sabía en mi corazón que Jesús era quien estaba a cargo de mi trabajo. Yo sabía que secularmente Él suministraría los puestos de trabajo y el dinero que necesitaba para vivir y pagar las cuentas y hacer lo que tenía que hacer. Cada vez que estoy sin trabajo, conscientemente voy a Jesús para saber que sigue, y le doy las gracias por lo que Él está preparando y organizando. En esta categoría de mi vida yo sé que Dios quiere que confíe en las instrucciones de Su hijo Jesucristo.
1 Timoteo 1:12: “Doy gracias al que me fortaleció, a Cristo Jesús nuestro Señor, porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio”.
Yo creo que debe haber un maravilloso equilibrio en nuestra vida espiritual entre las cosas que Dios maneja con nosotros y las cosas que nuestro Señor Jesús maneja y lo que el espíritu santo maneja. Y simplemente nos mantenemos aprendiendo.

Con amor, Carolyn.                       (Traducción por Claudia Juárez Garbalena)