martes, 11 de agosto de 2015

71 - DIOS QUIERE HABLARNOS  (si puedes aportar algo, mejor.)
Dios desea comunicarnos sus planes y propósitos para nuestra vida. La comunicación es parte de su ser. La naturaleza de Dios es hablar con su creación. ¿Cuáles son las tres grandes voces en el mundo? En un mundo de tinieblas y oscuridad, tenemos que aprender a conocer y a discernir las tres diferentes voces, y a tomar decisiones correctas basadas en la voz de Dios, únicamente.
1.La voz de nuestro espíritu: Esta voz es la que en la Biblia se denomina como la conciencia.  Es parte de nuestro espíritu y, además, nos enseña a discernir entre el bien y el mal.
"'Por esto procuro tener siempre una conciencia sin ofensa ante Dios y ante los hombres". Hechos 24:16
2. La voz del diablo:. Así como Dios habla a su pueblo, también el enemigo habla; y trata de imitar la voz de Dios, con el propósito de engañarnos. He visto muchos creyentes engañados por el enemigo porque nunca han aprendido a discernir las tres diferentes voces.
3. La voz de Dios:. El Señor nos puede hablar de diferentes maneras, y una de ellas es por medio de su espíritu santo. La mayoría de las veces, cuando el espíritu santo nos habla directamente, es porque Dios quiere comunicarnos algo demasiado importante, ya sea de vida o muerte, un llamado ministerial o cualquier otra cosa de gran revelación para el Reino.
¿Cómo podemos discernir estas voces? Hay muchos creyentes que me dicen: ¿cómo puedo saber cuándo es la voz del diablo, la voz de Dios o la voz de mi espíritu que me habla?
Esto, usualmente, sucede cuando las personas no están familiarizadas con la voz de Dios.
Algunos no pueden oírlo muy claro, otros lo oyen mejor, pero con interferencia, y otros saben oír la voz de Dios, claramente. ¿Qué ejercicios espirituales se deben practicar para oír mejor la voz de Dios? Aquí algunos puede haber mas:
La oración crea gran sensibilidad en nuestro espíritu para oír la voz de Dios.
El orar abundantemente en el espíritu. Cuando oramos en lenguas, nuestro espíritu se edifica y se desarrolla. Procure orar  en lenguas o en el espíritu todos los días, y después de cierto tiempo, algo le sucederá a su espíritu; se volverá sensible a la voz del Señor.
Meditar en la palabra de Dios. El meditar la Palabra crea sensibilidad a la voz de Dios. Tome un versículo de la Biblia diariamente y medítelo, háblelo, susúrrelo para sí mismo y empezará a ver resultados.
El poder discernir las tres voces viene como resultado del cumplimiento de dos condiciones:
• Madurez espiritual. Una señal de madurez espiritual se da cuando el creyente es guiado por el espíritu santo.    El creyente maduro ha llegado a conocer con claridad la voz de Dios.
"Todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, son hijos de Dios". Romanos 8. 14
• El uso. Cuando continuamente estamos utilizando los sentidos para oír al Señor, logramos discernir la voz de Dios. Es desarrollado cuando lo usamos o lo practicamos a menudo.           Hebreos 5:14 Pero e1 alimento sólido es para los que han alcanzado madures, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal".
Hebreos 5. 14 Cuando nos ejercitamos continuamente en oír la voz de Dios, vamos creciendo, nos familiarizamos con su voz y podemos decir como Jesús dijo en      Juan 10.27:                    "Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen".
Escuchar la voz de Dios, es un ejercicio que debemos practicar de continuo para poder desarrollar la capacidad de discernir su voz de las otras voces. El hombre fue creado para oír la voz de Dios, y por esta razón, debería ser fácil para los creyentes oír su voz a menudo. ¿Cuál es la clave fundamental para oír la voz de Dios?
Estar dispuesto a obedecer. Una de las razones por las cuales Dios deja de hablarle a muchos creyentes, es porque no están dispuestos a obedecer. Muchos me dicen: Dios a mi no me habla". Si éste es su caso, antes de decir esto, pregúntese cuándo fue la última vez que el Señor le habló y usted no hizo lo que El le pidió.
Cuando la identifique, arrepiéntase, pida perdón a Dios, y verá que pronto, él le volverá a hablar.     Cuando somos obedientes, Dios nos habla.
La palabra obediencia implica dos cosas en el griego: "akouo" que significa oír para obedecer, y "bupakouo ", que significa persuadir, escuchar, oír para hacer. En esencia, obediencia es oír con oídos espirituales y poner por obra lo que Dios nos ordene hacer. Algunas veces, Dios nos pedirá hacer cosas que van en contra de nuestro razonamiento, que no serán fáciles de hacer, pero tenemos que estar dispuestos a obedecer, a pesar del lugar, las circunstancias o las personas. Si deseamos oír su voz, la obediencia es la clave para lograrlo. En mi caso, prefiero equivocarme pensando que estoy obedeciendo a la voz de Dios, que quedarme estático sin hacer nada.
Estudiaremos tres medios por los cuales Dios se revela y se comunica con su pueblo:                
• El oír:
Cuando hablamos de oír, no es un oír físico, sino espiritual. Nuestro espíritu tiene un oído espiritual, al igual que nuestro cuerpo tiene un oído físico, y es un medio por el cual el Señor nos habla.
""Cuando Elías lo oyó, se cubrió el rostro con el manto, salió y se puso a la puerta de la cueva. Entonces, le llegó una voz que le decía: — Q u é haces aquí, Elías?" 1 Reyes 19:13
• El ver:
Cuando hablamos de ver en el espíritu, es cuando el Señor nos deja ver el mundo espiritual, y cuando esto sucede, podemos ver imágenes mentales, visiones y sueños. Cuando Jesús vio a Natanael que se le acercaba, dijo de él: ¡Aquí está un verdadero israelita en quien no hay engaño! Le dijo Natanael: ¿De dónde me conoces? Jesús le respondió: Antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi". Juan 1:47, 48
• El sentir
El sentir es una percepción interior, una intuición del Espíritu Santo dentro de nosotros; es un saber interior que no tiene nada que ver con un sentir físico o carnal, sino que es un testimonio interior, un sentir en nuestro espíritu.
"salvo que el Espíritu Santo por todas las ciudades me da testimonio de que me esperan prisiones y tribulaciones. Pero de ninguna cosa hago caso ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios". Hechos 20:23, 24
Cada creyente debe familiarizarse con la forma o el medio como Dios le habla. En mi caso, la mayor parte de las veces, el Señor me habla por medio del sentir y el ver, pero Dios le habla a cada creyente de una forma diferente.
¿Cómo podemos estar seguros que estamos oyendo la voz de Dios? Usted no puede identificar un billete de cien dólares falso si antes no se ha familiarizado con un billete genuino. El billete falso es detectado cuando se conoce bien el billete genuino. De la misma manera, cuando un creyente conoce la voz de Dios, fácilmente puede identificar la voz del enemigo, porque está genuinamente familiarizado con la voz de Dios.
"A éste abre el portero, y las ovejas oyen su voy y a sus ovejas llama por nombre y las saca. Y cuando ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas lo siguen porque conocen su voz. 'Pero al extraño no seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños. Esta alegoría' les dijo Jesús, pero ellos no entendieron qué era lo que les quería decir". Juan 10:3-5
¿Cuáles son los métodos que Dios utiliza para hablarnos? Anteriormente, señalamos los medios por los cuales Dios habla, que son: el oír, el ver y el sentir. Ahora estudiaremos los métodos que El utiliza para hablar.
1. El testimonio interior    ¿Qué es el testimonio interior? Es una impresión en lo profundo de nuestro espíritu, una intuición interior, una percepción, un saber, es un sentir y un impulso en nuestro espíritu. En nuestro espíritu, tenemos algo llamado intuición, con la cual conocemos y percibimos las cosas espirituales. El testimonio interior no es una voz, sino un sentir. Es una pequeña impresión, un saber en nuestro espíritu dado por el Espíritu Santo.  
Recuerde que las cosas espirituales se conocen por esa intuición interior.
Sin embargo, el entender las cosas espirituales es obra de la mente. Así como el alma tiene sentimientos emocionales, el espíritu tiene sentimientos espirituales. El testimonio interior es el método más frecuente, usado por Dios para hablar a su pueblo.
La palabra de Dios dice: El Espíritu da testimonio de que somos hijos de Dios. Es un saber que tenemos todos los creyentes, que si morimos, vamos al cielo.  Hay un saber interior, una intuición, un testimonio que nos dice que somos hijos de Dios.
Pablo tuvo un testimonio
"salvo que el Espíritu Santo por todas las ciudades me da testimonio de que me esperan prisiones y tribulaciones". Hechos 20.23
El apóstol Pablo no dice: el Espíritu Santo me habla. En lo espiritual, él dice: "el Espíritu Santo me da testimonio" (yo percibo, yo siento en mi espíritu) que "prisiones me esperan".
Jesús tuvo un testimonio
"Luego el Espíritu lo impulsó al desierto". Marcos 1:12
"Y conociendo luego Jesús en su espíritu que pensaban de esta manera dentro de sí mismos, les preguntó: ¿Por qué pensáis así?"Marcos 2.8
La traducción amplificada dice: "y cuando Jesús vino a darse cuenta totalmente en su espíritu... ". Jesús percibió, se dio cuenta, estaba consciente en su espíritu de lo que ellos cavilaban en sus corazones.
El sentido espiritual de Jesús era extremada- mente puro y sensible. El captó lo que estaban pensando personas,. Ese percibir no vino de, una voz audible, sino de un sentir del corazón; El tuvo un testimonio interior.
Dios habla por nuestra conciencia
Cuando no tenemos cuidado de oír la voz de nuestra conciencia; cuando somos reprendidos e insistimos en pecar, podríamos llegar hasta la apostasía. ¿Ha tomado usted una decisión en su vida y después de haberla hecho, se ha sentido mal? ¿Siente que la voz de su conciencia le habla y le dice: "no lo hubieses hecho"?
Pues quiero decirle que ése era Dios hablándole a su conciencia y dejándole saber que lo que hizo estuvo mal.
Nuestra conciencia nos defiende o nos acusa de lo que hacemos para Dios y para los hermanos.
"mostrando la obra de la Ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos". Romanos 2:15   Pablo vivía con una buena conciencia.

"'Entonces Pablo, mirando fijamente al Concilio, dijo: Hermanos, yo con toda buena conciencia he vivido delante de Dios hasta el día de hoy".Hechos 23:1 
Nuestro motivo de orgullo es éste: el testimonio de nuestra conciencia, de que con sencillez y sinceridad de Dios (no con sabiduría humana, sino con la gracia de Dios) nos hemos conducido en el mundo, y mucho más con vosotros". 2 Corintios 1:12                       Pablo sabía vivir delante de Dios con una buena conciencia. El sabía cuándo Dios le estaba hablando, y cuándo estaba haciendo lo correcto y agradable delante de Dios.
El Señor me lo dejó saber por medio de mi conciencia, al sentirme mal.
La conciencia trabaja según el conocimiento de la Palabra. Cada vez que recibimos luz de la Palabra en algún área de nuestra vida, nuestra conciencia se activa en esa área específica.         Si somos fieles a nuestra conciencia, que es la voz de nuestro espíritu, empezaremos a caminar en santidad; y si mantenemos una conciencia limpia, habrá una comunicación directa con Dios y oiremos mejor su voz.
¿Cómo podemos mantener una conciencia limpia?
Cada vez que pequemos u ofendamos al Señor, no esperemos un largo tiempo para arrepentimos y pedirle perdón. En el momento que sintamos la reprensión de nuestra conciencia, debemos pedir perdón al Señor y corregir la ofensa. De esa manera, mantendremos una conciencia limpia y pura para oír su voz.
La voz del Espíritu Santo
Anteriormente, estudiamos que Dios nos habla por el testimonio interior, por la conciencia, que es la voz de nuestro espíritu.
Ahora, vamos a estudiar la forma como Dios nos habla por medio de la voz del espíritu santo. La mayor parte de las veces que el Espíritu Santo habla a nuestra vida, es porque desea comunicarnos algo de suma importancia. Puede ser algo que tenga que ver con nuestro llamado, que sea de vida o muerte para nosotros, o que pueda afectar positiva o negativamente a muchas personas. También, puede ser algo que cambie el rumbo de un ministerio o una visión. Dios se asegura que oigamos directamente la voz del espíritu santo.
¿Cómo es la voz del Espíritu Santo?
Es una voz suave y tierna, pero al mismo tiempo, con gran autoridad. Algunas veces, parece que es como si alguien nos estuviera hablando con voz audible, fuertemente.
El Espíritu Santo no nos habla en todo momento de forma directa.
Cuando El habla, lo hace en un momento específico.
La mayoría de las veces, habla por medio del testimonio interior y trae paz al corazón.
Su voz siempre viene desde adentro y desde nuestro espíritu.

Cómo diferenciar la voz del enemigo y la voz del Espíritu Santo?
La voz del diablo...               • Trae temor, ansiedad y preocupación.
• Siempre viene dirigida en primera persona. Es una voz que tergiversa los pensamientos de la persona, haciéndole creer que éstos provienen de su propia mente; y de esa manera, la engaña.
• Siempre contradice la palabra de Dios.               • Trae condenación.
• Trae culpabilidad.                               • Su voz emana desde el exterior de la persona.
La voz de Dios...
• Trae paz, quietud y tranquilidad.                            • Trae gozo.
• Siempre está de acuerdo con la palabra de Dios.
• Trae convicción y no condenación.                 • Edifica, consuela y exhorta.
• Permite un acercamiento entre Dios y la persona.        • La voz del Espíritu Santo emana desde el interior de la persona.

Formas en que Dios se comunica:
Familiarícese con el método en que Dios le habla, y aprenda a oír la voz de Dios. Dios habla a las personas de muchas maneras por medio de las Escrituras. A veces, un verso bíblico que viene al corazón de una persona, es exactamente la respuesta que necesitaba. Otras veces, habrá alguien que se le acerque y le dé una palabra de la Escritura, que es la respuesta exacta de Dios a su necesidad.
Algunas veces, cuando usted llega a la iglesia y está pasando por una prueba difícil, de repente, se empieza a predicar y a utilizar versos de la Escritura que hablan de su problema; ése es el Señor hablándole. Dios sigue hablando, y uno de los métodos que usa es la Biblia. En los momentos de oración, El dará versículos bíblicos que hablarán directamente a la vida de esa persona. Es necesario estar siempre lleno de la Palabra, confesarla, creerla y actuar en ella para que el Señor hable al corazón a través de la misma.
Por Los sueños
Dios ha usado los sueños en el pasado y aún los usa en el presente para hablar a su pueblo. Dios ha comunicado cosas importantes para su reino
¿Qué son los sueños?
El diccionario Webster define sueño como una sucesión de imágenes o ideas presentes en la mente mientras dormimos. Los sueños son formados en el subconsciente del hombre, dependiendo del trásfondo, experiencias o circunstancias de la vida. Así vienen las imágenes y los símbolos, los cuales son únicos para cada individuo.                                                               Los sueños se organizan estrictamente en la mente natural o pueden ser dados como imágenes de Dios, del Espíritu Santo, y ser recibidos dentro de la mente del hombre. No siempre son fáciles de entender, pero los sueños son un método por medio del cual Dios habla. Por ejemplo, cuando Dios le habló a José en sueños.
Tuvo José un sueño y lo contó a sus hermanos, y ellos llegaron a aborrecerlo más todavía". Génesis 37.5
Por Visiones
El diccionario Webster define visión como el acto o el poder de ver objetos abstractos o invisibles. Hay otras palabras griegas y hebreas para describir lo que es una visión, y una de esas palabras es revelación.
Cuando Dios nos deja ver el mundo espiritual, recibimos una revelación de Dios. Es como si estuviéramos viendo las imágenes en una pantalla de televisión a color.
Los sueños y las visiones son la evidencia de que el Espíritu Santo está en operación, y además, son una señal del derramamiento del espíritu santo en los últimos tiempos.
"'Pero esto es lo dicho por el profeta Joel: "En los postreros días—dice Dios—, derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; vuestros jóvenes verán visiones y vuestros ancianos soñarán sueños..." Hechos 2.16, 17
Hay tres tipos de visiones:
• Visión espiritual. Es cuando una persona ve en el mundo espiritual, como lo fue en el caso de Pablo en su camino hacia Damasco. Pablo dice que cuando la visión ocurrió, sus ojos fueron cegados y no podía ver físicamente, pero sí podía ver en el espíritu. El señor habló a Ananias por medio de una visión para que fuese a orar por Pablo.
"'Había entonces en Damasco un discipulo llamado Ananias, a quien el Señor dijo en visión: "Ananias". El respondió: "Heme aquí, Señor". Hechos 9.10
• Éxtasis. Éste es el tipo de visión donde los sentidos físicos quedan en suspenso durante un momento. Esta es la segunda clase de visión más alta que una persona puede experimentar. No está consciente del lugar donde está ni de todo lo que tiene contacto con el mundo físico. No es que quede inconsciente, sino que queda más consciente de las cosas espirituales que de las físicas.
Por ejemplo, Pablo fue a Jerusalén por primera vez y él dijo: "Y me aconteció que vuelto a Jerusalén en el templo me sobrevino un éxtasis". volví a Jerusalén, y mientras estaba orando en el templo me sobrevino un éxtasis. vi al Señor, que me decía:
`Date prisa y sal prontamente de Jerusalén, porque no recibirán tu testimonio acerca de mi". Hechos 22:17, 18
• Visión consciente. Éste es el tipo de visión donde los sentidos no están en suspenso y la persona tiene los ojos físicos abiertos. Este es el nivel más alto de visión. La persona está consciente de todo, pero al mismo tiempo, puede ver el mundo espiritual. Los profetas del Antiguo Testamento eran llamados videntes y tenían este tipo de visiones frecuentemente.
¿Cuáles son las fuentes de inspiración de los sueños y las visiones?
Debemos tener en cuenta que los sueños y las visiones tienen tres fuentes:
• Los sueños y visiones inspirados por el Espíritu Santo.
• Los sueños y visiones producidos por nuestra alma.
• Los sueños y visiones producidos por el enemigo.
Los sueños y visiones espirituales, que son inspirados por el Espíritu Santo y comunicados por la mente natural, entregan un mensaje, ya sea una revelación o cualquier otra cosa. Creo que cada persona debe orar para poder interpretar un sueño o una visión que piense que vino de Dios.
Por ejemplo, cuando Dios habló a Pedro por medio de una visión. Hechos 10.9-16
Una vez más, podemos observar que Dios habla por medio de sueños y visiones. Dios está vivo y sigue hablando a su pueblo. Es importante aprender a reconocer cuál es el método más usado por El para hablarnos.
Por los Ángeles
En el Antiguo Testamento, era muy común que Dios hablara a su pueblo por medio de ángeles. La palabra de Dios enseña que ellos son espíritus ministradores que están para el servicio de los santos. Este es otro método que Dios usa para hablarnos.
"No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?" Hebreos 1:14
Enviar mensajes por medio de sus ángeles no es un método muy común de Dios, pero en casos especiales, hemos visto y oído que Dios ha enviado ángeles a personas para hablarles. Por ejemplo, cuando Dios le habló a Maria acerca del nacimiento de Jesús, fue por medio de un ángel. 'Entrando el ángel a donde ella estaba, dijo: —¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres". Lucas 1:28
Por la paz interior
A menudo, Dios me habla personalmente por medio del testimonio de la paz interior. Cuando he tomado una decisión y no siento paz en mi corazón, es una señal de Dios, dejándome saber que la decisión que tomé no es la correcta. Cuando hay una inquietud, una preocupación o falta de reposo dentro de mi espíritu, es una alarma que se activa dentro de mí como evidencia de que algo no está bien; y si no se siente paz interior, es preferible no hacer lo que pensaba hacer.

¿Qué es paz?
Viene de la raíz griega "shalam", y ésta a su vez, viene de la raíz `shalom ", que significa estar seguro, completo, tranquilo, en reposo y en fortaleza. Esta definición nos da a entender, que cuando tenemos quietud, reposo y nos sentimos seguros en nuestro espíritu acerca de algo, significa que Dios nos está hablando.      Debemos seguir buscando la paz interior.
'"Seguid la paz con todos y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor". Hebreos 12:14
"Apártese del mal y haga el bien; busque la paz y sígala ". 1 Pedro 3:11
Lo que Dios nos está diciendo, es que busquemos la paz con todo nuestro corazón, peleando por ella, luchando ardientemente para tener paz con Dios, con nosotros mismos y con nuestro prójimo. Para buscar la paz no basta con desearla, sino que debe ser una búsqueda con gran intensidad.     Ella nos va a guiar a tomar decisiones correctas, que glorifiquen a Dios y nos ayudan a tener grandes victorias en nuestra vida.
Hay dos cosas que la paz de Dios hace en nuestra vida: • Guarda nuestros corazones y nuestra mente.     "'Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús". Filipenses 4:7
• Gobierna nuestros corazones.«'5Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un sólo cuerpo. Y sed agradecidos". Colosenses 3:15
Cuando la paz de Dios gobierna la mente y el corazón, se pueden tomar decisiones correctas para la gloria de Dios. Al conocer todos los métodos que Dios usa para hablar, se puede observar que El, es un Dios personal, y que a cada individuo le habla con maneras y métodos diferentes. Podemos concluir que Dios habla hoy, y que utiliza medios, tales como: el sentir, el oír y el ver para comunicarse con su pueblo. Además, Dios usa diferentes métodos para hablarnos, porque El es soberano y escoge el método o los métodos que usará para comunicarnos sus planes y sus propósitos de acuerdo a su voluntad.
Pregúntese usted mismo: ¿cuál es el método que Dios usa para hablarme? ¿Será el testimonio interior, la conciencia, la voz del espíritu santo, la profecía o los profetas? ¿Serán los sueños y visiones, los ángeles o la palabra escrita de Dios? Familiarícese con el método en que Dios le habla, y aprenda a oír la voz de Dios.
El temor a Dios:
Adora, respeta y ríndele honor a tu único y verdadero Dios. El santo temor de no ofenderle debe ser la motivación de todo cuanto hacemos.
En Isaías 11: 3 leemos: Y le hará entender diligente en el temor de Jehová. No juzgará según la vista de sus ojos, ni por lo que oigan sus oídos
El Espíritu Santo tiene  facetas y una de ellas es la del temor de Dios. Para comprender esta faceta debemos hablar de las tres motivaciones de los creyentes.
Nos impulsan la voluntad de Dios, el amor y temor hacia Él. En nuestro matrimonio, negocios y vida familiar, muchas veces hacer Su voluntad es suficiente; en otras situaciones basta el amor a Dios, pero hay momentos cuando lo único que puede motivarnos a obrar con rectitud es el temor de Dios. Génesis 22: 12 dice: Y dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único.
Abraham ofrendó a su hijo porque temía y respetaba a Dios, no solo porque le amaba y quería cumplir Su voluntad. Ese temor es un terror santo que se desata en nuestras vidas para que hagamos lo correcto.
No es el temor natural que sentimos en situaciones extremas como cuando estamos en peligro de muerte. Tampoco es temor de cobardía que tiene cuatro características: proviene de Satanás, nos paraliza, atormenta y hace huir.   Dios no te da espíritu de cobardía sino de autoridad para confrontar tu situación.
El temor de Dios tampoco es aquel religioso superficial que procede del hombre y esclaviza. Mucho menos puede confundirse con el temor a los hombres que los hace ver más poderosos que el mismo Dios, que es opuesto a la confianza en Él y no promueve la obediencia al Padre. Entonces, el temor de Dios es la reverencia y respeto que le tenemos y evita que le ofendamos.
Éxodo 20:2-3 nos recuerda: Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre. No tendrás dioses ajenos delante de mí.
Dios es el dueño de toda preeminencia. Somos sus criaturas y es justo que le demos el primer lugar en nuestras vidas.   Aquello que más temes es lo que se convierte en tu dios, así que témele a Él, que te dio la vida y  sacrificó a su hijo para darte la salvación.   Las crisis, enfermedades y pecados no pueden sustituir Su lugar.     No temas más al diablo que a Dios. Es momento de darle la honra a quien la merece.
Este es un tiempo donde la fe de los cristianos está siendo probada.
El temor de Dios debe motivarnos a llevar una vida santa. Cuando el amor ya no funciona el temor debe inspirarnos respeto.
La base fundamental de donde proviene la sabiduría es del temor de Dios.
Tenemos debilidades, somos humanos pero el temor nos guarda de caer en pecado y tentación. Pido por el temor en mi vida y en la de todos los hombres justos.    La inteligencia es educación pero la sabiduría viene de un corazón que teme al Señor.                Es tiempo de arrepentirnos. La iglesia solamente crece y se edifica en el temor de Dios. Lo que crece bajo mentira es superficial.   El temor es respeto y reverencia. Recuerda que puedes temerle hasta que reconozcas Su santidad. La santidad es el atributo y esencia del Señor y lo que debe moverte a temerle con reverencia.   Si has perdido el temor de Dios clama para recuperarlo en tu boca, en tus ojos, mente y corazón para luchar por lo bueno y santo. Amen.



LLEGANDO A CONOCER A JESÚS     Por Carolyn Molica.  (Considerar esto en este aprendizaje)
Hace muchos años me di cuenta de que realmente no conocía muy bien a Jesús. Me habían enseñado mucho acerca de relacionarme con, y orar a Dios, pero Jesús de alguna manera había sido pasado por alto. Me habían enseñado que era Cristo EN nosotros, pero nunca me enseñaron cómo relacionarme con Él como una persona real. No pude evitar cuestionarme: “Si Él es nuestro hermano, ¿no deberíamos ser capaces de hablar y relacionarnos con Él? Nosotros no tenemos que ir a nuestros padres para a través de ellos hablar con nuestros hermanos terrenales, así que ¿por qué sería diferente con Jesús?”
En Hechos 2:36 se nos dice que “Dios le ha hecho Señor y Cristo”. Leemos en los evangelios que cuando las personas se acercaron a Jesús le llamaron “Señor”. Cuando los discípulos hablaron con Él, tanto antes como después de la resurrección (Juan 20:26 a 21: 25), ellos también lo llamaron “Señor”. ¿Nosotros deberíamos hacer menos?
De acuerdo a Romanos 10:9: “si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo”.
Cuando renacemos renunciamos al señorío o reinado de nuestras vidas y a partir de ese momento confesamos a Jesús como Señor. Pero me pregunto si hemos estado metiendo la pata un poco a este respecto. ¿Estamos conversando solamente con Dios nuestro Padre, y pasando por alto relacionarnos con Su hijo, quien Dios dijo que hizo Señor?
Dios me mostró algo asombroso el otro día en las Escrituras acerca de esto. Estaba leyendo en Hechos 7 sobre Esteban. “Y apedreaban a Esteban, mientras él invocaba y decía: Señor Jesús, recibe mi espíritu. (ver. 59). En este versículo en este incidente Esteban habló directamente a Jesús diciendo: “Señor Jesús, recibe mi espíritu”. Y, ¿quién creen que estaba de pie allí mismo? ¡Saulo de Tarso!
“Y echándole fuera de la ciudad, le apedrearon; y los testigos pusieron sus ropas a los pies de un joven que se llamaba Saulo” (ver.58). Saúlo oyó a Esteban hablar con Jesús.
Más tarde cuando Saúlo estaba de camino a Damasco “respirando aún amenazas y muerte contra los discípulos del Señor” (Hechos 9:1), una luz del cielo brilló y Saulo cayó a tierra y todo el mundo oyó una voz. Cuando Saúlo preguntó quién estaba hablando, “¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues” (ver. 5). Esto en realidad no sorprendió a Saúlo porque él había estado allí cuando Esteban habló con Jesús.
Cuando Saulo llegó a Damasco, Ananías fue instruido para ir a él. “Fue entonces Ananías y entró en la casa, y poniendo sobre él las manos, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo” (vers. 17).
¿! No es eso asombroso!? Hay muchos más versículos en las epístolas que documentan una real y verdadera relación personal con Jesucristo. Pablo dijo a los Corintios: “¿No he visto a Jesús el Señor nuestro?” (1Co.9:1). Pedro escribió: “como nuestro Señor Jesucristo me ha declarado” (2ª Pedro 1:14).
No estoy tratando de alejar a nadie del Dios Todopoderoso y de la relación que tenemos con Él. Sólo estoy tratando de mostrarles que nuestra relación personal con nuestro Señor Jesús puede ser desarrollada e incrementada también. Quizás tu seas como yo era, y no has desarrollado aun en tu caminar, una relación viva con Jesucristo.
1 Tesalonicenses 3:11 nos muestra que tanto Dios como nuestro Señor Jesús nos guían: “Mas el mismo Dios y Padre nuestro, y nuestro Señor Jesucristo, dirija nuestro camino a vosotros”. Y 2ª Tesalonicenses 2:16,17: Y el mismo Jesucristo Señor nuestro, y Dios nuestro Padre, el cual nos amó y nos dio consolación eterna y buena esperanza por gracia, conforte vuestros corazones, y os confirme en toda buena palabra y obra”.
Mi trabajo secular es dirigido y orquestado por Jesús. Eso no sucedió milagrosamente de la noche a la mañana. Eso no sucedió a través de un sueño o revelación audible ni nada espectacular. Yo oré al respecto, y un día simplemente sabía en mi corazón que Jesús era quien estaba a cargo de mi trabajo. Yo sabía que secularmente Él suministraría los puestos de trabajo y el dinero que necesitaba para vivir y pagar las cuentas y hacer lo que tenía que hacer. Cada vez que estoy sin trabajo, conscientemente voy a Jesús para saber que sigue, y le doy las gracias por lo que Él está preparando y organizando. En esta categoría de mi vida yo sé que Dios quiere que confíe en las instrucciones de Su hijo Jesucristo.
1 Timoteo 1:12: “Doy gracias al que me fortaleció, a Cristo Jesús nuestro Señor, porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio”.
Yo creo que debe haber un maravilloso equilibrio en nuestra vida espiritual entre las cosas que Dios maneja con nosotros y las cosas que nuestro Señor Jesús maneja y lo que el espíritu santo maneja. Y simplemente nos mantenemos aprendiendo.

Con amor, Carolyn.                       (Traducción por Claudia Juárez Garbalena)